El presente en Gimnasia y Tiro es más que preocupante y su realidad no se puede soslayar, más allá de que algunos intenten minimizar los cimbronazos de una histórica goleada en un clásico con el rival acérrimo, como la que sufrió el domingo el millonario en manos de Juventud Antoniana en el Martearena.
Futbolistas del plantel, como Juan Martín Amieva, en diálogo con Alentandooo, le atribuyeron la derrota con el santo a una mala tarde. “Nosotros no somos este equipo que se vio ante Juventud, no somos esto”, dijo el delantero que arrancó prometiendo en los duelos coperos con Central Norte, pero que estuvo grotescamente irresoluto y dispuso de las jugadas más claras en el clásico, sin poder concretarlas.
Por su parte, otros como Fausto Apaza o Pablo Motta declararon en diferentes medios radiales que el 0-4 ante el antoniano “fue un resultado mentiroso” y que no fueron superados por su contrincante.
Pese a que algunos futbolistas del albo nieguen la realidad, relativicen la derrota y sus métodos o minimicen el duro golpe recibido y haber sido superados por una equivalencia que le dio una lección actitudinal, de practicidad y contundencia, lo cierto es que recibir 7 goles en 2 partidos y no convertir ninguna de las innumerables chances que se generaron en 180 minutos, habla por sí solo de un gran déficit a corregir, de una tendencia que se repite, más que de una "mala tarde". Porque para resolver un problema, el primer paso es asimilarlo, no pasarlo por alto y asumirlo. Y merece mínimamente un replanteo, una fuerte autocrítica y agachar por decoro la cabeza ante el hincha, que se retiró cargado de reproches del mundialista. Autocrítica que seguramente habrá llegado puertas para adentro, es lo que se supone; más aún siendo el grupo comandado por una cabeza de grupo inteligente, reflexivo, abierto y criterioso como José María Bianco, que dijo retirarse muy preocupado por la permeabilidad anímica y por la escasa reacción que mostró Gimnasia tras el primer gol del Ratón Ibáñez, y sabe que el domingo ante Altos Hornos Zapla en el Gigante del Norte sus dirigidos no pueden volver a fallar ni repetir aquel fatídico concierto de errores.
Mientras, ayer se reunieron la CD y la subcomisión de fútbol en el club de calle Vicente López, con Marcelo Mentesana y Juan Carlos Ibire a la cabeza y mañana esa reunión se trasladará al cuerpo técnico y al plantel. Por ahora, es unánime el apoyo y el aval al Chaucha, pero hay mucha preocupación por el presente. Preocupación que no refiere a una situación dramática, catastrófica, apocalíptica ni determinante, pero que no se puede tapar con una mano.
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El presente en Gimnasia y Tiro es más que preocupante y su realidad no se puede soslayar, más allá de que algunos intenten minimizar los cimbronazos de una histórica goleada en un clásico con el rival acérrimo, como la que sufrió el domingo el millonario en manos de Juventud Antoniana en el Martearena.
Futbolistas del plantel, como Juan Martín Amieva, en diálogo con Alentandooo, le atribuyeron la derrota con el santo a una mala tarde. “Nosotros no somos este equipo que se vio ante Juventud, no somos esto”, dijo el delantero que arrancó prometiendo en los duelos coperos con Central Norte, pero que estuvo grotescamente irresoluto y dispuso de las jugadas más claras en el clásico, sin poder concretarlas.
Por su parte, otros como Fausto Apaza o Pablo Motta declararon en diferentes medios radiales que el 0-4 ante el antoniano “fue un resultado mentiroso” y que no fueron superados por su contrincante.
Pese a que algunos futbolistas del albo nieguen la realidad, relativicen la derrota y sus métodos o minimicen el duro golpe recibido y haber sido superados por una equivalencia que le dio una lección actitudinal, de practicidad y contundencia, lo cierto es que recibir 7 goles en 2 partidos y no convertir ninguna de las innumerables chances que se generaron en 180 minutos, habla por sí solo de un gran déficit a corregir, de una tendencia que se repite, más que de una "mala tarde". Porque para resolver un problema, el primer paso es asimilarlo, no pasarlo por alto y asumirlo. Y merece mínimamente un replanteo, una fuerte autocrítica y agachar por decoro la cabeza ante el hincha, que se retiró cargado de reproches del mundialista. Autocrítica que seguramente habrá llegado puertas para adentro, es lo que se supone; más aún siendo el grupo comandado por una cabeza de grupo inteligente, reflexivo, abierto y criterioso como José María Bianco, que dijo retirarse muy preocupado por la permeabilidad anímica y por la escasa reacción que mostró Gimnasia tras el primer gol del Ratón Ibáñez, y sabe que el domingo ante Altos Hornos Zapla en el Gigante del Norte sus dirigidos no pueden volver a fallar ni repetir aquel fatídico concierto de errores.
Mientras, ayer se reunieron la CD y la subcomisión de fútbol en el club de calle Vicente López, con Marcelo Mentesana y Juan Carlos Ibire a la cabeza y mañana esa reunión se trasladará al cuerpo técnico y al plantel. Por ahora, es unánime el apoyo y el aval al Chaucha, pero hay mucha preocupación por el presente. Preocupación que no refiere a una situación dramática, catastrófica, apocalíptica ni determinante, pero que no se puede tapar con una mano.