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Sin zona roja, crece el malestar de los vecinos

Domingo, 20 de marzo de 2016 01:30
Los carteles que colgaron en las zonas de mayor oferta y demanda de sexo. JAN TOUZEAU. 
La creación de una zona roja es una deuda que aún no se salda, a pesar de haberse avanzado en reuniones entre los vecinos, las trabajadoras sexuales y los concejales. A raíz de esta dilación, el hastío de los distintos actores implicados crece y la resolución del conflicto no parece próxima. Lo cierto es que la oferta y demanda de sexo en la calle sigue en plena vigencia, a pesar que el nuevo marco normativo pena ambas cuestiones. En ese marco, las modificaciones legales no surtieron ningún efecto concreto en las prácticas sociales que se venían dando previamente. Por ello, los vecinos de villa Soledad, Hernando de Lerma y las inmediaciones del parque San Martín han manifestado su ofuscación.
Las redes sociales han sido su mecanismo preferido para mostrar el descontento, pero además tomaron otras medidas tales como colgar en los postes carteles que advierten sobre una supuesta "vigilancia" a las zonas donde se mercantilizan los cuerpos. El mensaje es tanto para las prostitutas como para los proxenetas.
En Facebook se creó una cuenta llamada "Vecinos del Hogar Escuela", donde se ejecuta una fuerte campaña de escrache a la oferta y demanda de sexo en el espacio público. En este sitio se publican videos e imágenes que grafican la realidad que viven cotidianamente e identifican tanto a clientes como a quienes se prostituyen. El muro de la cuenta no oculta el propósito anhelado: "­Atención! En esta página se va a escrachar la oferta de sexo en la vía pública".

Las voces

Ante este panorama, El Tribuno conversó con vecinos de las calles San Luis y Lavalle, sitio donde habitualmente se ejerce el comercio sexual. Si bien se mostraron ávidos de contar sus pesares, prefirieron preservar sus identidades por temor a las represalias que pudieran recibir, tanto de las autoridades como de las prostitutas.
"No estamos en contra de la prostitución, es el oficio más antiguo del mundo y no se va a terminar. Estamos en contra de todo lo que arrastra acá porque hay ausencia total del Estado, tanto municipal como provincial", contó una vecina mientras blandía un envase vacío de cerveza que había quedado en su zaguán tras los movimientos nocturnos.
Agregó: "Es de todas las noches, siempre la misma historia. Peleas, gritos, residuos y hasta mugre biológica, porque muchas veces usan la vereda de baño, hacen la pis y defecan como si nada". Esa misma ciudadana reconoció que "están más sosegadas últimamente", pero agregó: "Ahora se ve a más chiquilinas, que seguramente son menores de edad".
Repudio al escrache. El abogado Santiago Pedroza, asesor de la Municipalidad, amenazó con presentar demandas contra los vecinos que promueven el escrache por entender que se lesiona la intimidad de los clientes. Según lo que expresa el Código Contravencional, no solo se trata de un escrache moral sino también legal.
Otro vecino del lugar relató la forma de operar de las trabajadoras sexuales. "Vienen en autos, se bajan las que ofrecen el servicio y otras se quedan por si llega la Policía. Apenas ven un patrullero se suben rápidamente y se van a dar unas vueltas pero después aparecen de nuevo", contó. Señaló que algunos de los rodados que utilizan son "una Surán gris, un Fiat Uno rojo, un Peugeot negro y un Clio rojo".
"A mí no me molesta que trabajen, pero acá fue toda una lucha porque hasta se metían a la galería de mi casa y eso sí que no se podía permitir. Tengo un hijo de 29 años, nació y se crió en medio de la prostitución en este barrio", comentó y acotó: "Tuve que hacerme respetar con violencia porque no me quedó otra, sino mi esquina sería un "telo'' permanente".
Letra muerta
El 21 de diciembre se instrumentó una serie de modificaciones a la ley N§7135, es decir, al Código Contravencional de la provincia. La norma que traía los cambios fue la ley 7914, sancionada el primer día de diciembre. En su artículo 13, la flamante legislación dice: "Sustitúyase el artículo 114 del Título XIII del Código Contravencional por el siguiente: Serán sancionados con arresto de hasta 20 días o multa equivalente las personas que demandaren u ofrecieren servicios de carácter sexual por dinero u otra retribución en la vía pública o espacio público".
El texto prosigue: "En los supuestos que los Municipios habilitaren espacios públicos para la práctica de la conducta descripta precedentemente, queda sin efecto la contravención". De ahí surge parte del problema actual: el Concejo Deliberante no ha resuelto aún la creación de una zona roja.
Por ello, puesto en vigencia el nuevo Código Contravencional provincial y, ante la falta de resolución municipal al respecto, actualmente cualquier forma de oferta o demanda de sexo en la calle, son prácticas por fuera de la ley que deberían ser penadas con la sanción correspondiente. En ese contexto se genera el reclamo de los vecinos.
Disonante
"No estamos de acuerdo con la constitución de Zonas Rojas en el país, por el contrario pedimos la regulación del Trabajo Sexual Autónomo en espacios abiertos y cerrados a partir del registro de las compañeras en el Monotributo y la garantía de derechos laborales", afirma un comunicado de Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (Ammar), en la marco de la discusión suscitada en la provincia a partir de la sanción de las reformas al Código Contravencional. Ammar-Salta funciona desde el año 2001.
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La creación de una zona roja es una deuda que aún no se salda, a pesar de haberse avanzado en reuniones entre los vecinos, las trabajadoras sexuales y los concejales. A raíz de esta dilación, el hastío de los distintos actores implicados crece y la resolución del conflicto no parece próxima. Lo cierto es que la oferta y demanda de sexo en la calle sigue en plena vigencia, a pesar que el nuevo marco normativo pena ambas cuestiones. En ese marco, las modificaciones legales no surtieron ningún efecto concreto en las prácticas sociales que se venían dando previamente. Por ello, los vecinos de villa Soledad, Hernando de Lerma y las inmediaciones del parque San Martín han manifestado su ofuscación.
Las redes sociales han sido su mecanismo preferido para mostrar el descontento, pero además tomaron otras medidas tales como colgar en los postes carteles que advierten sobre una supuesta "vigilancia" a las zonas donde se mercantilizan los cuerpos. El mensaje es tanto para las prostitutas como para los proxenetas.
En Facebook se creó una cuenta llamada "Vecinos del Hogar Escuela", donde se ejecuta una fuerte campaña de escrache a la oferta y demanda de sexo en el espacio público. En este sitio se publican videos e imágenes que grafican la realidad que viven cotidianamente e identifican tanto a clientes como a quienes se prostituyen. El muro de la cuenta no oculta el propósito anhelado: "­Atención! En esta página se va a escrachar la oferta de sexo en la vía pública".

Las voces

Ante este panorama, El Tribuno conversó con vecinos de las calles San Luis y Lavalle, sitio donde habitualmente se ejerce el comercio sexual. Si bien se mostraron ávidos de contar sus pesares, prefirieron preservar sus identidades por temor a las represalias que pudieran recibir, tanto de las autoridades como de las prostitutas.
"No estamos en contra de la prostitución, es el oficio más antiguo del mundo y no se va a terminar. Estamos en contra de todo lo que arrastra acá porque hay ausencia total del Estado, tanto municipal como provincial", contó una vecina mientras blandía un envase vacío de cerveza que había quedado en su zaguán tras los movimientos nocturnos.
Agregó: "Es de todas las noches, siempre la misma historia. Peleas, gritos, residuos y hasta mugre biológica, porque muchas veces usan la vereda de baño, hacen la pis y defecan como si nada". Esa misma ciudadana reconoció que "están más sosegadas últimamente", pero agregó: "Ahora se ve a más chiquilinas, que seguramente son menores de edad".
Repudio al escrache. El abogado Santiago Pedroza, asesor de la Municipalidad, amenazó con presentar demandas contra los vecinos que promueven el escrache por entender que se lesiona la intimidad de los clientes. Según lo que expresa el Código Contravencional, no solo se trata de un escrache moral sino también legal.
Otro vecino del lugar relató la forma de operar de las trabajadoras sexuales. "Vienen en autos, se bajan las que ofrecen el servicio y otras se quedan por si llega la Policía. Apenas ven un patrullero se suben rápidamente y se van a dar unas vueltas pero después aparecen de nuevo", contó. Señaló que algunos de los rodados que utilizan son "una Surán gris, un Fiat Uno rojo, un Peugeot negro y un Clio rojo".
"A mí no me molesta que trabajen, pero acá fue toda una lucha porque hasta se metían a la galería de mi casa y eso sí que no se podía permitir. Tengo un hijo de 29 años, nació y se crió en medio de la prostitución en este barrio", comentó y acotó: "Tuve que hacerme respetar con violencia porque no me quedó otra, sino mi esquina sería un "telo'' permanente".
Letra muerta
El 21 de diciembre se instrumentó una serie de modificaciones a la ley N§7135, es decir, al Código Contravencional de la provincia. La norma que traía los cambios fue la ley 7914, sancionada el primer día de diciembre. En su artículo 13, la flamante legislación dice: "Sustitúyase el artículo 114 del Título XIII del Código Contravencional por el siguiente: Serán sancionados con arresto de hasta 20 días o multa equivalente las personas que demandaren u ofrecieren servicios de carácter sexual por dinero u otra retribución en la vía pública o espacio público".
El texto prosigue: "En los supuestos que los Municipios habilitaren espacios públicos para la práctica de la conducta descripta precedentemente, queda sin efecto la contravención". De ahí surge parte del problema actual: el Concejo Deliberante no ha resuelto aún la creación de una zona roja.
Por ello, puesto en vigencia el nuevo Código Contravencional provincial y, ante la falta de resolución municipal al respecto, actualmente cualquier forma de oferta o demanda de sexo en la calle, son prácticas por fuera de la ley que deberían ser penadas con la sanción correspondiente. En ese contexto se genera el reclamo de los vecinos.
Disonante
"No estamos de acuerdo con la constitución de Zonas Rojas en el país, por el contrario pedimos la regulación del Trabajo Sexual Autónomo en espacios abiertos y cerrados a partir del registro de las compañeras en el Monotributo y la garantía de derechos laborales", afirma un comunicado de Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (Ammar), en la marco de la discusión suscitada en la provincia a partir de la sanción de las reformas al Código Contravencional. Ammar-Salta funciona desde el año 2001.
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