El acceso hacia uno de sus mayores retos lo obtuvo gracias al fútbol. Ganó una beca deportiva, previa selección en Buenos Aires y el 3 de enero del 2014 partió rumbo a Oskaloosa para sumarse al equipo de fútbol y el plantel estudiantil de esa universidad.
"Obtener la oportunidad y aprovecharla al máximo para conseguir el objetivo de graduarme me llena de satisfacción y alegría infinita. Esta experiencia significa muchísimo para mí", dijo Santiago a El Tribuno, desde Estados Unidos.
El flamante graduado agregó: "Es muy importante el aprendizaje que obtenés cuando vivís con gente de todas partes del mundo. Me da muchas fuerzas para seguir confiando en mí, más sabiendo que con responsabilidad, decisión, disciplina, esfuerzo y pasión, los sueños se hacen realidad".
La travesía se inició en el 2007, cuando se trasladó desde Salta a Córdoba para seguir su vocación por los números. Entonces no sospechaba que una prueba futbolística con directores técnicos de diferentes universidades de Estados Unidos lo ubicarían dentro de una lista de nombres a la que le llegarían distintos ofrecimientos de becas. Así fue que un día contó con la propuesta de Raphael Martínez, el primer técnico que en EEUU puso en marcha un proceso que culminó con un gran crecimiento personal y académico.
Nacido en la ciudad cordobesa de Morteros y residente de la capital salteña desde la infancia, Santiago Coraglia mantiene la convicción de que querer es poder. Los cambios se presentaron en su vida de forma gradual, hasta ubicarlo en un lugar en el que siempre quiso estar y que consiguió sin olvidar sus convicciones: "Ser humildes en nuestros logros, no somos ni más ni menos que nadie, simplemente somos. Cada objetivo conseguido es un último escalón donde recuperar energías, y el primero para enfocarnos y empezar otra nueva aventura en nuestras vidas". Así, pasó del verano salteño a los más de 20 grados bajo cero de la ciudad del noroeste estadounidense, en la que cursó sus estudios.
Atrás habían quedado sus amigos, los afectos y las costumbres que mantiene intactas en su mente: tomar el "té" en familia, los paseos por San Lorenzo o los días cuando jugaba con sus vecinos de barrio Tres Cerritos.
Hoy con ofertas laborales de importantes empresas de EEUU, el joven profesional piensa quedarse un tiempo más y aprovechar las oportunidades que se le presenten. Mientras tanto, la vida, sus padres, familia, su novia salteña (Verónica) de hace siete años y amigos ocupan un lugar más que importante en su corazón.
En el recuerdo
"Einstein y Russell estuvieron completamente relacionados en procesos de paz, luchando contra el imperialismo y totalitarismo, y el desarme nuclear. Esto también fue muy importante en la elección de mi vocación, porque también siento una gran pasión por la historia y la política, y me permitió romper con el estereotipo de científico "loco'', aislado del exterior, que mucha gente construye sobre los que estudian este tipo de ciencias", concluyó.
Para acceder
inicia sesión o regístrate.
El acceso hacia uno de sus mayores retos lo obtuvo gracias al fútbol. Ganó una beca deportiva, previa selección en Buenos Aires y el 3 de enero del 2014 partió rumbo a Oskaloosa para sumarse al equipo de fútbol y el plantel estudiantil de esa universidad.
"Obtener la oportunidad y aprovecharla al máximo para conseguir el objetivo de graduarme me llena de satisfacción y alegría infinita. Esta experiencia significa muchísimo para mí", dijo Santiago a El Tribuno, desde Estados Unidos.
El flamante graduado agregó: "Es muy importante el aprendizaje que obtenés cuando vivís con gente de todas partes del mundo. Me da muchas fuerzas para seguir confiando en mí, más sabiendo que con responsabilidad, decisión, disciplina, esfuerzo y pasión, los sueños se hacen realidad".
La travesía se inició en el 2007, cuando se trasladó desde Salta a Córdoba para seguir su vocación por los números. Entonces no sospechaba que una prueba futbolística con directores técnicos de diferentes universidades de Estados Unidos lo ubicarían dentro de una lista de nombres a la que le llegarían distintos ofrecimientos de becas. Así fue que un día contó con la propuesta de Raphael Martínez, el primer técnico que en EEUU puso en marcha un proceso que culminó con un gran crecimiento personal y académico.
Nacido en la ciudad cordobesa de Morteros y residente de la capital salteña desde la infancia, Santiago Coraglia mantiene la convicción de que querer es poder. Los cambios se presentaron en su vida de forma gradual, hasta ubicarlo en un lugar en el que siempre quiso estar y que consiguió sin olvidar sus convicciones: "Ser humildes en nuestros logros, no somos ni más ni menos que nadie, simplemente somos. Cada objetivo conseguido es un último escalón donde recuperar energías, y el primero para enfocarnos y empezar otra nueva aventura en nuestras vidas". Así, pasó del verano salteño a los más de 20 grados bajo cero de la ciudad del noroeste estadounidense, en la que cursó sus estudios.
Atrás habían quedado sus amigos, los afectos y las costumbres que mantiene intactas en su mente: tomar el "té" en familia, los paseos por San Lorenzo o los días cuando jugaba con sus vecinos de barrio Tres Cerritos.
Hoy con ofertas laborales de importantes empresas de EEUU, el joven profesional piensa quedarse un tiempo más y aprovechar las oportunidades que se le presenten. Mientras tanto, la vida, sus padres, familia, su novia salteña (Verónica) de hace siete años y amigos ocupan un lugar más que importante en su corazón.
En el recuerdo
"Einstein y Russell estuvieron completamente relacionados en procesos de paz, luchando contra el imperialismo y totalitarismo, y el desarme nuclear. Esto también fue muy importante en la elección de mi vocación, porque también siento una gran pasión por la historia y la política, y me permitió romper con el estereotipo de científico "loco'', aislado del exterior, que mucha gente construye sobre los que estudian este tipo de ciencias", concluyó.