San Luis es el último lugar de la ciudad de Salta que se encuentra yendo hacia el sur. En la zona, el paisaje montañoso y la arquitectura crean un entorno privilegiado. Para muchos, sigue siendo una zona de veraneo pese a su cercanía a la ciudad. Sin embargo, el servicio de cloacas todavía es una realidad lejana.
De acuerdo a la información que otorgó el delegado municipal, Eduardo Isasmendi, allí viven 8.600 personas, distribuidas en unos 14 barrios.
"Tenemos anotados 13 mil catastros, por lo que en la zona hay unos 10 mil pozos ciegos, ya que no tenemos cloacas", dijo.
El funcionario reconoció que uno de los mayores problemas que hay en San Luis es que no hay red de agua ni cloacas, por lo que siempre hay complicaciones y quejas de los vecinos.
"Yo estoy buscando una reunión con el ministro de Infraestructura de las Provincia, Baltasar Saravia, para plantearle que ya es el momento que San Luis tenga un mayor desarrollo y que se conecte la red de cloacas y agua. Ya no es un barrio, somos un pueblo grande", dijo Isasmendi.
En San Luis, además, solo está pavimentado el recorrido del colectivo. Las calles de este lugar carecen de cordones cuneta, a lo que se suma la falta de nivelado de la calzada y las calles llenas de pozos que se tornan intransitables en época de lluvias.
El delegado señaló que en la zona de Villa Esmeralda se aprobaron nuevos loteos, por lo que se suman unos 1.000 catastros más. Eso incrementará la cantidad de pozos ciegos y de casas que se abastecen de pozos de agua.
El problema en Las Colinas y villa Floresta
Las Colinas, al este de la ciudad, es uno de los barrios donde los riesgos de enfermedades asociados a los pozos ciegos son una preocupación constante para los vecinos.
Las casas de esta zona están ubicadas por encima del nivel donde se encuentra la cisterna desde donde se provee de agua a más de 1.500 personas.
Una vecina de villa Floresta comentó a El Tribuno que en el barrio muchos pozos desbordaron hace semanas por las lluvias y que no consiguen que vaya el camión atmosférico. "Estamos sin poder usar el baño, grandes y chicos. Ya no sabemos a quién llamar", lamentó.
Desde el sector de la construcción comentaron que en la ciudad se ve un fenómeno bastante común y es la coexistencia de los pozos absorbentes con la red de cloacas.
Hay casas que tienen su baño conectado a pozo, en tanto la ampliación de la casa utiliza la red cloacal. También ocurre que familias que fueron conectadas a las cloacas ya no usan el pozo pero no lo sellan herméticamente, lo que representa un peligro.
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San Luis es el último lugar de la ciudad de Salta que se encuentra yendo hacia el sur. En la zona, el paisaje montañoso y la arquitectura crean un entorno privilegiado. Para muchos, sigue siendo una zona de veraneo pese a su cercanía a la ciudad. Sin embargo, el servicio de cloacas todavía es una realidad lejana.
De acuerdo a la información que otorgó el delegado municipal, Eduardo Isasmendi, allí viven 8.600 personas, distribuidas en unos 14 barrios.
"Tenemos anotados 13 mil catastros, por lo que en la zona hay unos 10 mil pozos ciegos, ya que no tenemos cloacas", dijo.
El funcionario reconoció que uno de los mayores problemas que hay en San Luis es que no hay red de agua ni cloacas, por lo que siempre hay complicaciones y quejas de los vecinos.
"Yo estoy buscando una reunión con el ministro de Infraestructura de las Provincia, Baltasar Saravia, para plantearle que ya es el momento que San Luis tenga un mayor desarrollo y que se conecte la red de cloacas y agua. Ya no es un barrio, somos un pueblo grande", dijo Isasmendi.
En San Luis, además, solo está pavimentado el recorrido del colectivo. Las calles de este lugar carecen de cordones cuneta, a lo que se suma la falta de nivelado de la calzada y las calles llenas de pozos que se tornan intransitables en época de lluvias.
El delegado señaló que en la zona de Villa Esmeralda se aprobaron nuevos loteos, por lo que se suman unos 1.000 catastros más. Eso incrementará la cantidad de pozos ciegos y de casas que se abastecen de pozos de agua.
El problema en Las Colinas y villa Floresta
Las Colinas, al este de la ciudad, es uno de los barrios donde los riesgos de enfermedades asociados a los pozos ciegos son una preocupación constante para los vecinos.
Las casas de esta zona están ubicadas por encima del nivel donde se encuentra la cisterna desde donde se provee de agua a más de 1.500 personas.
Una vecina de villa Floresta comentó a El Tribuno que en el barrio muchos pozos desbordaron hace semanas por las lluvias y que no consiguen que vaya el camión atmosférico. "Estamos sin poder usar el baño, grandes y chicos. Ya no sabemos a quién llamar", lamentó.
Desde el sector de la construcción comentaron que en la ciudad se ve un fenómeno bastante común y es la coexistencia de los pozos absorbentes con la red de cloacas.
Hay casas que tienen su baño conectado a pozo, en tanto la ampliación de la casa utiliza la red cloacal. También ocurre que familias que fueron conectadas a las cloacas ya no usan el pozo pero no lo sellan herméticamente, lo que representa un peligro.