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El edificio de la Palúdica envejece en medio de discusiones políticas

Viernes, 27 de enero de 2017 01:30
El sector donde funcionaba el Centro Nacional de Investigaciones Nutricionales, sobre calle Juramento. / Alascio
La han dejado caer. Tiene casi 87 años y la han dejado caer.
La Palúdica fue inaugurada el 20 de febrero de 1930, cuando Hipólito Yrigoyen era presidente de la Nación. Defensa Antipalúdica era el organismo que allí funcionaba para dar batalla al paludismo, epidemia que asolaba a la población en Salta. Aunque el nombre del edificio era "Antipalúdica", el pueblo lo bautizó "Palúdica" y así nomás se aquerenció.
A fines de 2016 se sancionó la ley 27.336 para trasladar la propiedad desde la Nación a la Municipalidad de Salta para hacer allí un museo de folclore. La Agencia de Administración de Bienes del Estado nacional resolvió distribuir porcentajes del terreno para cada institución, "sin tener en cuenta situaciones ambientales, por juntar en un mismo espacio cuestiones que hacen a la cultura y al turismo, por un lado, y a la salud pública, por otro", graficó el abogado Pablo Bravo Herrera. El letrado hace dos semanas presentó un recurso de amparo en defensa de los derechos individuales de los trabajadores, que en ningún momento fueron consultados al respecto, y de los derechos colectivos del pueblo en general, por el carácter de la salud pública, para frenar el traslado.
El predio fue donado en 1923 por el doctor Luis Gemes al entonces presidente de la Nación, Marcelo T. de Alvear, con el fin de que funcionara una "estación sanitaria" para luchar contra las enfermedades endémicas. La parte principal del edificio, que tiene un ala clausurada, aún conserva sobre su portal un escudo argentino con la leyenda "Secretaría de Salud Pública de la Nación", institución creada en 1946 por Juan Domingo Perón, que dejó de llamarse así hace muchos, muchos años.

Organismos nacionales

En este predio funcionan, desde hace décadas, instituciones nacionales como la Coordinación Control de Vectores, cuyas actividades se centran en la prevención y control de dengue, chagas y paludismo; Senasa, la Delegación Sanitaria Federal, el Centro de Reconocimientos Médicos y Sanidad de Fronteras. Además, hasta hace cinco años funcionaba allí el Centro Nacional de Investigaciones Nutricionales, que fue trasladado a otra casa, que alquila el Estado nacional, por el mal estado edilicio.
"Cabe destacar que el edificio principal donde funcionan las instituciones mencionadas presenta un serio deterioro estructural, reiteradamente evaluado por especialistas y, como resultado de una evaluación técnica realizada hace seis o siete años por la Facultad de Ingeniería, dependiente de la Universidad Nacional de Salta, se realizó una propuesta técnica para remozar la estructura edilicia optimizando las posibilidades funcionales de la misma", escribió Mario Zaidenberg, responsable del Programa Nacional de Vectores, en una columna de opinión publicada en El Tribuno en agosto de 2016. Y agregó: "Esta propuesta duerme el sueño de los justos en algún cajón del Ministerio de Salud (de la Nación) desde hace años. Quienes formamos parte de esta institución nacional, de una manera u otra aguardamos pacientemente dicha decisión". El funcionario sostuvo que "mientras tanto, continuamos trabajando en el día a día con nuestras obligaciones específicas en la vieja Palúdica. Somos más de 70 trabajadores profesionales, técnicos, administrativos, personal de servicio, comprometidos desde hace años en las áreas mencionadas, que básicamente tienen como objetivo el desarrollo de actividades vinculadas a la salud".
Mabel Gómez, que trabaja en la Delegación Sanitaria desde hace 37 años, contó a El Tribuno cómo el salón se fue vaciando cuando, poco después de que comenzara la presidencia de Carlos Menem, hubo despidos voluntarios y no más incorporaciones. "Antes éramos 40 agentes de Salta. Hoy somos apenas dos. Están esperando a que nos jubilemos, dentro de dos o tres años, para cerrar todo. Es muy triste. Van a poner dos guitarras en una esquina y en lo demás van a hacer otra cosa", dijo en referencia al proyecto del Museo Nacional del Folclore.
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La han dejado caer. Tiene casi 87 años y la han dejado caer.
La Palúdica fue inaugurada el 20 de febrero de 1930, cuando Hipólito Yrigoyen era presidente de la Nación. Defensa Antipalúdica era el organismo que allí funcionaba para dar batalla al paludismo, epidemia que asolaba a la población en Salta. Aunque el nombre del edificio era "Antipalúdica", el pueblo lo bautizó "Palúdica" y así nomás se aquerenció.
A fines de 2016 se sancionó la ley 27.336 para trasladar la propiedad desde la Nación a la Municipalidad de Salta para hacer allí un museo de folclore. La Agencia de Administración de Bienes del Estado nacional resolvió distribuir porcentajes del terreno para cada institución, "sin tener en cuenta situaciones ambientales, por juntar en un mismo espacio cuestiones que hacen a la cultura y al turismo, por un lado, y a la salud pública, por otro", graficó el abogado Pablo Bravo Herrera. El letrado hace dos semanas presentó un recurso de amparo en defensa de los derechos individuales de los trabajadores, que en ningún momento fueron consultados al respecto, y de los derechos colectivos del pueblo en general, por el carácter de la salud pública, para frenar el traslado.
El predio fue donado en 1923 por el doctor Luis Gemes al entonces presidente de la Nación, Marcelo T. de Alvear, con el fin de que funcionara una "estación sanitaria" para luchar contra las enfermedades endémicas. La parte principal del edificio, que tiene un ala clausurada, aún conserva sobre su portal un escudo argentino con la leyenda "Secretaría de Salud Pública de la Nación", institución creada en 1946 por Juan Domingo Perón, que dejó de llamarse así hace muchos, muchos años.

Organismos nacionales

En este predio funcionan, desde hace décadas, instituciones nacionales como la Coordinación Control de Vectores, cuyas actividades se centran en la prevención y control de dengue, chagas y paludismo; Senasa, la Delegación Sanitaria Federal, el Centro de Reconocimientos Médicos y Sanidad de Fronteras. Además, hasta hace cinco años funcionaba allí el Centro Nacional de Investigaciones Nutricionales, que fue trasladado a otra casa, que alquila el Estado nacional, por el mal estado edilicio.
"Cabe destacar que el edificio principal donde funcionan las instituciones mencionadas presenta un serio deterioro estructural, reiteradamente evaluado por especialistas y, como resultado de una evaluación técnica realizada hace seis o siete años por la Facultad de Ingeniería, dependiente de la Universidad Nacional de Salta, se realizó una propuesta técnica para remozar la estructura edilicia optimizando las posibilidades funcionales de la misma", escribió Mario Zaidenberg, responsable del Programa Nacional de Vectores, en una columna de opinión publicada en El Tribuno en agosto de 2016. Y agregó: "Esta propuesta duerme el sueño de los justos en algún cajón del Ministerio de Salud (de la Nación) desde hace años. Quienes formamos parte de esta institución nacional, de una manera u otra aguardamos pacientemente dicha decisión". El funcionario sostuvo que "mientras tanto, continuamos trabajando en el día a día con nuestras obligaciones específicas en la vieja Palúdica. Somos más de 70 trabajadores profesionales, técnicos, administrativos, personal de servicio, comprometidos desde hace años en las áreas mencionadas, que básicamente tienen como objetivo el desarrollo de actividades vinculadas a la salud".
Mabel Gómez, que trabaja en la Delegación Sanitaria desde hace 37 años, contó a El Tribuno cómo el salón se fue vaciando cuando, poco después de que comenzara la presidencia de Carlos Menem, hubo despidos voluntarios y no más incorporaciones. "Antes éramos 40 agentes de Salta. Hoy somos apenas dos. Están esperando a que nos jubilemos, dentro de dos o tres años, para cerrar todo. Es muy triste. Van a poner dos guitarras en una esquina y en lo demás van a hacer otra cosa", dijo en referencia al proyecto del Museo Nacional del Folclore.

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