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Aborígenes dicen que toman agua podrida

Sabado, 28 de enero de 2017 00:30
<div>Ahora, un chico saca agua de una zanja con agua podrida.</div><div>
Cerca de 300 habitantes originarios de la etnia wichi de misión San Felipe, unos 25 kilómetros al Este de Rivadavia Banda Sur, están sufriendo una mala situación por falta de agua potable.
Según detalló Samuel Acosta, hermano del cacique de la comunidad, por el calor insoportable que se registra en la zona cada verano, se pudrió el agua de una zanja de la que se surten para beber.
"Después de varios días con más de 40 grados los peces se murieron y por eso el agua se pudrió. El olor era insoportable y no hay más agua de donde podamos surtirnos ni para cocinar ni para darles a los chicos", describió el vecino.
Y agregó: "Hace más de un año que se construyó un pozo nuevo, porque del viejo está saliendo agua salada y ya nos dijeron que no podemos consumir de esa, pero nunca nos hicieron las conexiones finales para que podamos sacar agua".
"La situación es desesperante. Hay chicos y grandes enfermos con diarrea, casi todos los días tenemos que llevar a alguno al hospital", dijo.
Acosta llegó el martes, una vez más, a la Municipalidad de Rivadavia para pedirle al intendente que les envíen un camión aguatero, pero dijo que esto tampoco es una solución segura. "No tenemos tachos grandes para guardar el agua. Y como los caminos son un desastre, en cuanto llueve el camión ya no puede llegar a la misión", describió.
Por otra parte, Cáritas Diocesana de Orán organizó una colecta solidaria para llevar agua potable a estas poblaciones de Rivadavia Banda Sur.
Las donaciones se reciben en Cáritas de la ciudad norteña y Cáritas Salta y deben consistir en bidones o botellas de agua mineral que, oportunamente, serán acercadas a la comunidad mencionada.
La versión del Gobierno
El titular de Recursos Hídricos de Salta, Alfredo Fuertes, desmintió que el pozo nuevo no haya funcionado nunca. "El pozo somero excavado junto a la zanja de donde los aborígenes se surtían agua fue terminado en abril, y puesto en funcionamiento en julio del año pasado. En ese momento tenía todo lo necesario y funcionaba a la perfección como se aprecia en las fotografías", afirmó.
"Pero se robaron los cables y destruyeron la instalación de forma que el pozo quedó inutilizado", aclaró.
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Cerca de 300 habitantes originarios de la etnia wichi de misión San Felipe, unos 25 kilómetros al Este de Rivadavia Banda Sur, están sufriendo una mala situación por falta de agua potable.
Según detalló Samuel Acosta, hermano del cacique de la comunidad, por el calor insoportable que se registra en la zona cada verano, se pudrió el agua de una zanja de la que se surten para beber.
"Después de varios días con más de 40 grados los peces se murieron y por eso el agua se pudrió. El olor era insoportable y no hay más agua de donde podamos surtirnos ni para cocinar ni para darles a los chicos", describió el vecino.
Y agregó: "Hace más de un año que se construyó un pozo nuevo, porque del viejo está saliendo agua salada y ya nos dijeron que no podemos consumir de esa, pero nunca nos hicieron las conexiones finales para que podamos sacar agua".
"La situación es desesperante. Hay chicos y grandes enfermos con diarrea, casi todos los días tenemos que llevar a alguno al hospital", dijo.
Acosta llegó el martes, una vez más, a la Municipalidad de Rivadavia para pedirle al intendente que les envíen un camión aguatero, pero dijo que esto tampoco es una solución segura. "No tenemos tachos grandes para guardar el agua. Y como los caminos son un desastre, en cuanto llueve el camión ya no puede llegar a la misión", describió.
Por otra parte, Cáritas Diocesana de Orán organizó una colecta solidaria para llevar agua potable a estas poblaciones de Rivadavia Banda Sur.
Las donaciones se reciben en Cáritas de la ciudad norteña y Cáritas Salta y deben consistir en bidones o botellas de agua mineral que, oportunamente, serán acercadas a la comunidad mencionada.
La versión del Gobierno
El titular de Recursos Hídricos de Salta, Alfredo Fuertes, desmintió que el pozo nuevo no haya funcionado nunca. "El pozo somero excavado junto a la zanja de donde los aborígenes se surtían agua fue terminado en abril, y puesto en funcionamiento en julio del año pasado. En ese momento tenía todo lo necesario y funcionaba a la perfección como se aprecia en las fotografías", afirmó.
"Pero se robaron los cables y destruyeron la instalación de forma que el pozo quedó inutilizado", aclaró.
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