Aunque sean imperceptibles, Salta es una de las provincias que registra sismos a diario. Sin ir demasiado lejos en el calendario, el pasado 7 de este mes, a las 12.55, se registró un sismo de 3,6 grados con una profundidad de 214 kilómetros a 181 km al noroeste de Salta en la localidad de Catúa, departamento de San Antonio de Cobres.
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Aunque sean imperceptibles, Salta es una de las provincias que registra sismos a diario. Sin ir demasiado lejos en el calendario, el pasado 7 de este mes, a las 12.55, se registró un sismo de 3,6 grados con una profundidad de 214 kilómetros a 181 km al noroeste de Salta en la localidad de Catúa, departamento de San Antonio de Cobres.
Hace menos de un mes los salteños peregrinaron desde distintos puntos de la provincia para dar gracias a sus Patronos -el Señor y la Virgen del Milagro- por haberlos salvado de las desgracias de los terribles terremotos de la década del '40 y de siglos anteriores. Pero situaciones como la supervivencia de la población frente a una catástrofe natural no pueden en esta centuria dejarse en manos de la providencia.
El pasado 4 de noviembre de 2014 el ingeniero Arturo Farfán presentó un anteproyecto a la Cámara de Diputados de la Provincia en el que proponía la puesta en práctica de simulacros de evacuación en forma masiva, una vez al año, en las instituciones públicas. Desde aquel momento el proyecto duerme en la mesa de recepción de la Legislatura de la Provincia, pese a que un año después de haberse presentado ocurrió el terremoto en la localidad de El Galpón, donde no solo quedó en evidencia la falta de preparación de la población para actuar en esas situaciones, sino la falta de equipos de emergencia como un cuartel de bomberos.
El 17 de octubre de 2015 un sismo de 5,9 grados se hizo sentir en la localidad de El Galpón a las 8.33. El movimiento dejó una víctima fatal, más de 10 heridos y una ciudad destruida, además de la ausencia de servicios por varios días.
"Pese a lo ocurrido en El Galpón, nadie desde la Legislatura provincial hizo oídos a este proyecto", destacó Farfán en diálogo con El Tribuno.
Con el paso de los años, el proyecto sigue esperando. "Creo que no toman conciencia de que la naturaleza puede darnos una sorpresa en cualquier momento, pero no solamente en el caso de un sismo", agregó el ingeniero.
El redactor del proyecto advierte que la población debe estar preparada para actuar ante una desastre natural que haga colapsar los servicios de asistencia.
"La propuesta impulsa que los vecinos se organicen por zonas y tengan en cuenta datos necesarios para actuar en situaciones de riesgo, como conocer la dirección del médico del barrio, una enfermera, el gasista apto para cortar los servicios, lo mismo que un electricista", detalló. Farfán advierte sobre la necesidad de la creación de equipos de emergencia por zona.
El proyecto propone declarar la primera semana de octubre como la "Semana del simulacro de sismo", y que una vez al año, en un día hábil de la semana, se realice un simulacro en cada uno de los municipios de la provincia que presenten riesgo sísmico. Los simulacros podrían realizarse en años alternados, no necesariamente en todos los municipios el mismo año.
El fundamento
Los objetivos de los simulacros serían preparar a la población para reaccionar adecuadamente ante un evento de sismo, verificando su comportamiento y reacción. Sensibilizar a las autoridades y población sobre la vulnerabilidad sísmica y poner a prueba los planes de emergencia públicos y privados, además de verificar la efectividad de la respuesta ante la crisis en general y, específicamente, la de los centros de emergencia que se designen, y de las vías de comunicación.
La propuesta también estipula la difusión previa del simulacro, en la que se incluiría la recomendación de que durante los días anteriores al de la prueba se realicen tareas menores de prevención.
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