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Dos niños aspiraron pegamento en la escuela y terminaron en el hospital

Tienen 12 y 13 años. El nene se descompuso en el establecimiento. La niña al llegar a su casa.Los menores debieron quedar internados un día en el hospital de Orán para recuperarse.
Jueves, 12 de octubre de 2017 00:00

El drama de las drogas tocó el corazón de una escuela de Orán. Dos alumnos de 12 y 13 años debieron ser internados en el hospital San Vicente de Paul luego de que se descompensaran a raíz de haber inhalado pegamento.

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El drama de las drogas tocó el corazón de una escuela de Orán. Dos alumnos de 12 y 13 años debieron ser internados en el hospital San Vicente de Paul luego de que se descompensaran a raíz de haber inhalado pegamento.

El caso ocurrió el pasado martes durante la tarde, aunque recién se conoció ayer.

Una primera versión del hecho indicaba que habrían sido cinco los niños que aspiraron el gas que emana el pegamento, pero solo dos de ellos requirieron atención médica. Sin embargo, esa información no fue confirmada, ya que solo las mamás de los dos alumnos internados en el hospital hicieron una declaración ante la Policía.

Todo habría ocurrido en el interior del establecimiento, incluso es probable que haya sucedido en el aula del séptimo grado al que los chicos asisten.

El lugar de consumo habría sido revelado por los mismos chicos a sus madres, cuando estuvieron en condiciones de explicar lo sucedido.

La mamá del nene, que tiene 12 años, contó que el martes a media tarde le llamó la atención que su hijo no regresara de la escuela cuando su horario de salida había sido a las 14.

Cerca de las 18, personal del establecimiento le informó que el chico había sido llevado al hospital San Vicente de Paul, ya que se había descompensado en el aula.

Sin muchos más detalles, la mujer se trasladó de inmediato al centro médico, donde se informó sobre el estado de salud de su hijo.

La situación de la menor de 13 años fue distinta, según la información que su mamá brindó a la Policía.

La alumna salió de la escuela Cerezo de Mamaní a las 14 (el horario de todos los días), pero cuando le faltaban algunos metros para llegar a su casa se descompensó.

Asustada por no saber lo que le sucedía a su hija, la mujer pidió una ambulancia que, pocos minutos después las llevó hasta el hospital. La médica de guardia que atendió a ambos alumnos dio el mismo diagnóstico: "Intoxicación por inhalación de sustancia tóxica".

Por prescripción médica, los dos menores quedaron internados hasta ayer cerca del mediodía, cuando fueron autorizados a regresar a su casa.

Cuando la niña pudo hablar le relató a su mamá, que junto a su compañero habían aspirado el pegamento dentro del aula, a escondidas del profesor.

El caso fue informado a la Justicia de Menores y también a la Asesoría de Menores e Incapaces N´ 1, a cargo de la doctora Gladys Reynoso.

La Escuela Berta Cerezo de Mamaní está ubicada a una cuadra de la terminal de ómnibus de Orán y a dos del barrio Caballito, uno de los barrios con más problema de adicciones y narcomenudeo de la norteña ciudad.

Prudencia

"Hemos sido informados de lo sucedido en la escuela Cerezo de Mamaní, aunque aún no tenemos confirmado de que (el consumo de estupefaciente) haya sucedido en el aula", dijo anoche la ministra de Educación, Analía Berruezo, al ser consultada por El Tribuno.

La funcionaria explicó que aún se avanza en la investigación de lo sucedido con los dos alumnos "y por eso me parece prudente no decir mucho más hasta que contemos con toda la información".

Berruezo remarcó que "hace mucho tiempo no teníamos información por parte de docentes o directivos que nos comuniquen situaciones como esta o que hubiera una problemática por drogas en alguna escuela, menos aún que hubiera intervenido la Policía". Y atribuyó esto al "trabajo de prevención interministerial que venimos haciendo junto con Derechos Humanos, Seguridad y una mesa de coordinación, a través del cual estamos todo el tiempo acompañando a docentes y directivos, así como a los padres y los alumnos".

La ministra dijo que este trabajo "especialmente" se realiza en Orán, "por la particularidad geográfica que tiene": cercanía con la frontera con Bolivia, desde donde ingresa gran cantidad de estupefaciente.

"No hay una problemática concreta que se haya detectado con denuncias puntuales", insistió, y agregó: "Sí a nivel social está el alerta por el consumo de sustancias prohibidas ante lo cual trabajamos con capacitación tanto para los chicos como para los docentes".

Una zona donde el consumo comienza entre los 8 y 9 años

Hace una semana un nene de 8 años ingresó prácticamente en coma alcohólico al hospital San Vicente de Paul de la ciudad de Orán. El chico no tenía antecedentes de consumo de ningún tipo de sustancia tóxica o prohibida, por lo que llamó la atención a quienes intervinieron en su atención. Una investigación permitió descubrir que había ingerido vino cuando su mamá debió dejarlo al cuidado de una menor.
La situación encendió todas las luces de alerta tanto en el sistema de salud como en la Justicia de Menores en Orán, principalmente por la escasa edad del menor intoxicado.
“Hay registros de niños que se inician en el consumo a los 8 o 9 años; eso no significa que se pueda hablar de adicción, que es cuando hay una dependencia física; en realidad son casos de consumo ocasional, a veces accidental como el niño de 8 años, pero puede ser el peligroso inicio de un proceso que avance con el tiempo hacia la adicción”, afirmó ayer Cristian Babicz, asesor de Menores e Incapaces Nº 2 de Orán.
En diálogo con El Tribuno, el funcionario explicó que desde las dos Asesorías de Menores que trabajan en Orán, “lo más común que se ve, cuando hablamos de menores, es que la adicción ronda entre los 13 y 14 años, es decir, cuando ingresan a la adolescencia”. 
A esa edad, de acuerdo a las investigaciones de los casos, los chicos acceden a drogas como marihuana o paco, además de las bebidas alcohólicas. 

Flagelo

Babicz sostuvo que el consumo de estupefacientes “es un flagelo que está atravesando a toda la ciudad, porque hay afectados niños, adolescentes y jóvenes. Podemos decir, casi sin equivocarnos, que las adicciones afectan a todas las edades, y chicos de todos los sectores sociales”.
A la Asesoría de Menores “la información sobre los niños nos llega por la vía institucional, ya sea la escuela, el hospital, la familia, los vecinos e incluso la Justicia”. Sobre esto último se explayó: “Hoy advertimos muchos problemas de consumo por intermedio de la Justicia Penal Juvenil, ya que es muy alto el índice que muestra que el delito en adolescentes o en niños está vinculado con el consumo”.
En Orán, “la sociedad en su conjunto está golpeada por este flagelo, en todos los ámbitos y a todas las edades; vemos que estamos en una situación complicada”, afirmó.

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