A dos meses y medio de su impredecible renuncia a la Diócesis de Orán y cuando todos pensaban que el obispo Gustavo Zanchetta estaría en Corrientes, recuperándose de los problemas de salud que aludió en su carta de despedida, se lo pudo ver en Madrid, España, gozando de aparente buen estado, en los actos de apertura del curso académico que brinda todos los años la Universidad Eclesiástica San Dámaso (UESD), lo que abona nuevas teorías sobre su repentina partida. Los actos comenzaron a las seis de la tarde del primer lunes de octubre con una eucaristía en la Catedral de la Almudena, presidida por el cardenal Carlos Osoro Sierra, arzobispo de Madrid y gran canciller de la UESD. A un costado, entre las dos hileras de obispos sentados, se pudo advertir la presencia de monseñor Zanchetta, uno de los personajes más debatidos de los últimos tiempos en esta parte de mapamundi.
inicia sesión o regístrate.
A dos meses y medio de su impredecible renuncia a la Diócesis de Orán y cuando todos pensaban que el obispo Gustavo Zanchetta estaría en Corrientes, recuperándose de los problemas de salud que aludió en su carta de despedida, se lo pudo ver en Madrid, España, gozando de aparente buen estado, en los actos de apertura del curso académico que brinda todos los años la Universidad Eclesiástica San Dámaso (UESD), lo que abona nuevas teorías sobre su repentina partida. Los actos comenzaron a las seis de la tarde del primer lunes de octubre con una eucaristía en la Catedral de la Almudena, presidida por el cardenal Carlos Osoro Sierra, arzobispo de Madrid y gran canciller de la UESD. A un costado, entre las dos hileras de obispos sentados, se pudo advertir la presencia de monseñor Zanchetta, uno de los personajes más debatidos de los últimos tiempos en esta parte de mapamundi.
Alejado de la polémica que provocó su renuncia a fines de julio pasado, del otro lado del charco, en el salón de actos del Seminario Conciliar de Madrid escuchó la lección inaugural del curso: "Variaciones sobre el personalismo tomista", impartida por Jordi Girau Reverter, profesor Numerario de la Facultad de Filosofía de la Universidad Eclesiástica San Dámaso.
Mientras tanto, en el norte salteño aún está fresco el recuerdo del 30 de julio pasado, cuando al promediar la mañana se conoció la carta escrita de puño y letra por Zanchetta, fundamentando su renuncia en un problema de salud cuyo tratamiento requería que residiera en otro lugar del país. Si la razón fuera el clima, ya que Orán es intensamente cálido y húmedo, no se entiende su convalecencia en Corrientes, que, para quienes no saben, es más cálida y húmeda que Orán. La carta decía: "Llego a ustedes por este medio, apenas regresado de Roma, para decirles que he presentado al Santo Padre Francisco mi renuncia como obispo de la Nueva Orán. Desde hace tiempo un problema de salud no me permite llevar plenamente el ministerio pastoral que me fue confiado...". Tras esta misiva, el 2 de agosto llegó para tomar posesión como administrador apostólico de la diócesis de Orán monseñor Andrés Stanovnik, un capuchino de la Orden de Frailes Menores, presidente de la Comisión Episcopal para el Apostolado Laico y Pastoral Familiar, quien se desempeñó como arzobispo de Corrientes desde 2007. Stanovnik recibió el comunicado del Vaticano en forma sorpresiva y tuvo que abandonar un retiro espiritual del que participaba en Paso de los Libres para ponerse al frente en forma provisoria de una de las diócesis más importantes de la región, con 25 parroquias y 132 capillas; un total de 34 sacerdotes; 3 diáconos permanentes, 53 religiosas y 10 centros educativos de la Iglesia Católica.