“Creo que tenemos una gran oportunidad para cambiar la Legislatura, transformar la política y ponerla al servicio de la gente”, dijo la candidata a diputada provincial de la lista 704 Un Cambio para Salta, Bettina Romero. En una entrevista con El Tribuno, aseguró: “A los vecinos les interesa la política cuando sienten que les preguntamos y los escuchamos”. La candidata, con un promisorio desempeño en las PASO, afirmó: “Quiero que me juzguen por lo que hice, por mi contribución a la calidad de vida de los salteños y no por cuántos proyectos de ley presenté”.
inicia sesión o regístrate.
“Creo que tenemos una gran oportunidad para cambiar la Legislatura, transformar la política y ponerla al servicio de la gente”, dijo la candidata a diputada provincial de la lista 704 Un Cambio para Salta, Bettina Romero. En una entrevista con El Tribuno, aseguró: “A los vecinos les interesa la política cuando sienten que les preguntamos y los escuchamos”. La candidata, con un promisorio desempeño en las PASO, afirmó: “Quiero que me juzguen por lo que hice, por mi contribución a la calidad de vida de los salteños y no por cuántos proyectos de ley presenté”.
¿Cómo se les ocurrió invitar a Rogelio Frigerio a comer empanadas en Villa Lavalle?
Es simple. Nosotros valoramos y consideramos muy importante lo que hacen las mujeres emprendedoras. La actividad gastronómica, además, tiene un valor especial y por eso, un poco improvisadamente, invitamos al ministro a que aprendiera a simbar. Todos terminamos haciendo empanadas. El cambio que proponemos debe estar también en las formas.
Lavalle es un lugar emblemático y en nuestros barrios plantean demandas urgentes y muy fuertes. ¿Cuál es la respuesta a semejantes necesidades?
Políticas de Estado, consensuadas y llevadas hasta las últimas consecuencias, frente a los problemas de salud, la construcción de igualdad de oportunidades y el desarrollo profesional y personal de las mujeres. Pero también hacen falta respuestas inmediatas y yo estoy muy conforme con estar en un equipo como el del intendente Sáenz que trabaja por dar soluciones.
¿Cuáles son esas urgencias?
El pésimo servicio de agua, que ya no es una queja generalizada: es un clamor en los barrios. Aguas del Norte no funciona. Y el transporte público; una persona que vive en los barrios del sur para ir al hospital cabecera, el Papa Francisco, tiene que tomar un ómnibus hasta el centro y otro hasta el hospital.
¿Qué espera hacer como diputada provincial?
Trabajar para colaborar en la gestión. Solucionar problemas y no tener que andar hablado de cuántas leyes presenté para justificarme. Las leyes deben traducirse en calidad de vida. Ese es el contraste entre mi objetivo y el del actual presidente de la Cámara de Diputados, con quien compito. Hoy una vecina me vio en el centro, se me acercó y me contó su historia. Una historia más de violencia contra la mujer, generalizada y cotidiana, y de impunidad. Me dijo: “Leyes hay, lo que hace falta es que termine la violencia”.
Esta elección vine mostrando que ya no alcanza con invocar viejas historias y viejas figuras. Se impone la demanda y el compromiso con el ciudadano real.
Es tiempo de cambios en el mundo y en el país. Si no nos damos cuenta y nos dormimos en los laureles quedamos afuera. Nosotros queremos una Salta protagonista, una provincia que se ponga de pie. La Legislatura tienen sentido si se compromete en esa dirección.
El Plan Belgrano, ¿es un espejismo como dijeron en la última sesión algunos legisladores?
Es un eslogan desesperado; lo dicen quienes durante doce años fueron kirchneristas y no pueden mostrar una sola obra púbica de importancia para la ciudadanía. El cambio no es un discurso ni una mera estrategia: es una realidad contundente. El Plan Belgrano los aterroriza.
¿Sigue vigente?
Totalmente. Y Salta es la provincia más beneficiada. Las obras están en marcha. Mil millones en Rivadavia. Si hubiera sido un gobierno kirchnerista hubiera dicho “no, ahí no porque no hay votos”. Ese es el problema de diputados nostálgicos que no pueden exhibir logros. Yo estoy orgullosa de este plan.
Mucha gente se pregunta: ¿habrá reforma política?
Es imprescindible, y posible. Posible porque existe un consenso generalizado sobre que hay que terminar con los mandatos eternos. Es imprescindible porque cuando uno se apoltrona en una banca pierde contacto con la realidad. Se atornillan a su espacio de poder y se olvidan de los problemas cotidianos, como es la disponibilidad de guarderías y preescolar para solucionar dificultades para las madres; como es la demanda de trabajo o la salida laboral de los estudiantes... Por eso vamos a plantear la reforma para oxigenar la política. La gente sí se interesa por la política y si uno les pregunta y los escucha, los vecinos abren su puerta.