Casi siete años después del crimen de Mirta Roxana Llanos, su esposo, el policía Rubén Darío Fabián, fue condenado ayer a prisión perpetua luego de ser hallado culpable de ese crimen.
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Casi siete años después del crimen de Mirta Roxana Llanos, su esposo, el policía Rubén Darío Fabián, fue condenado ayer a prisión perpetua luego de ser hallado culpable de ese crimen.
Fabián, que cumplirá su condena en la prisión de Villa las Rosas, fue condenado por el delito de "homicidio agravado por el vínculo" y no por la figura de femicidio, puesto que el hecho ocurrió en diciembre de 2010, dos años antes de que se modificara el Código Penal y se incorporara el agravante de la violencia de género (aprobado en 2012).
La condena a prisión perpetua fue dictaminada por los jueces de la Sala III del Tribunal del Juicio, María Gabriela González, Carolina Sanguedolce y Roberto Faustino Lezcano, ayer cerca de las 14.30.
Durante la mañana y hasta pasado el mediodía, esa pena máxima había sido solicitada durante los alegatos tanto por la querella a cargo de los doctores Pablo Tort y Juan Pablo Ochoa Romero, como por la fiscal penal Verónica Simesen.
El homicidio
El 3 de diciembre de 2010, alrededor de las 18, una tía de Mirta Roxana Llanos llegó hasta la casa de la joven, en el barrio Santa Clara de Asís. Como la joven no contestaba sus insistentes llamados, la mujer fue a la casa de la madre, que está al lado, para preguntar por ella.
Con preocupación, accedieron por el fondo de la casa y a través de una ventana vieron que Mirta Roxana había dejado su celular sobre la mesa de luz, hecho extraño, ya que ella no salía sin su teléfono.
Cada vez más alarmadas, la hermanastra de la víctima llamó a su excuñado y policía Rubén Darío Fabián (hacía tres meses que la pareja se había separado).
El imputado fue al lugar y con una amoladora cortó el candado de la puerta del fondo. Al entrar, hallaron el cuerpo sin vida de Mirta en el baño. La autopsia posterior demostró que la muchacha había sido estrangulada.
Perfil
Durante su exposición, la fiscal buscó demostrar que Fabián había estado en la escena del crimen, que trató de disimular que no tenía llaves de la casa utilizando una amoladora para ingresar el día que encontraron muerta a Mirta, e hizo una descripción de la personalidad del policía.
Según la reconstrucción que hizo de todo lo sucedido los primeros días de diciembre de 2010, la fiscal Simesen sostuvo que el policía Fabián "tenía llave" de la casa de Mirta Roxana.
Además, consideró que el día del crimen él fue a hablar con la joven de 29 años, aparentemente para intentar retomar la relación, pero esto se frustró porque para entonces la mujer había iniciado otra relación.
En la entrevista psicológica, añadió, se estableció que Fabián tenía una personalidad impulsiva y estructura neurótica. "Elegía la mujer bonita para afirmar su virilidad. Él tiene una personalidad yoísta e impulsiva; cuando es herido su yo reacciona", describió.
La fiscal recordó que el policía "era celoso" y que en el matrimonio "había violencia", un hecho que la madre de la joven había confirmado antes: "Siempre la maltrataba y ella no quería denunciarlo porque lo iba a perjudicar, ya que vivían de su sueldo".
Luego alegó el defensor de Fabián, Luis Agero Molina. A las 10.40, se abrió un cuarto intermedio hasta las 14.30 cuando el tribunal condenó al policía a prisión perpetua.