16°
29 de Marzo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

“Crecimos respetando al cara de culo y creyendo que la risa abunda en la boca de los tontos”

La psicóloga, conferencista y escritora chilena Pilar Sordo brindará hoy, a las 21.30, en el Teatro del Huerto (Pueyrredón 175)
Miércoles, 15 de noviembre de 2017 08:53

 

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

 

María de los Ángeles Rojas 
El Tribuno

La psicóloga, conferencista y escritora chilena Pilar Sordo brindará hoy, a las 21.30, en el Teatro del Huerto (Pueyrredón 175), la conferencia “El desafío a ser feliz”, basada en su libro “Bienvenido, dolor” (2012). Aún se pueden adquirir las entradas en la boletería del teatro, Alto NOA Shopping y www.au toentrada.com. Además, los socios del Club El Tribuno cuentan con el beneficio de dos localidades al precio de una. De camino a Jujuy y con la voz agotada y afónica, Pilar atendió amablemente a El Tribuno, parte de esa deferencia dice: “Responde al cariño que siempre recibo de la gente de Salta”.

¿De dónde surgió su interés por estudiar los índices de felicidad?
Generalmente las investigaciones que hago comienzan en Chile, Argentina, y van hacia México y España; pero esta partió al revés y esto sucedió porque el concepto de felicidad es muy fuerte en Centroamérica. La palabra ya se toma en serio y forma parte del ámbito público. Durante una conversación que tuve con mi abuela -cuando ella tenía 91 años y era una adolescente (risas)- habiendo analizado ella los datos de Centroamérica me dijo: “Estoy preocupada por tu generación; pero mucho más por la que vendrá porque ustedes tienen todo lo que yo hubiera querido en diferentes versiones, modelos y colores y eso va desde un hervidor de agua, que pensé que jamás se podría inventar, hasta un remedio para el cáncer. Mi pregunta es por qué no se les nota. Porque yo escuchaba reír a carcajadas a más gente de mi generación que de la de ustedes”. Y entonces, al ver mi reacción, me dijo: “No te rías, solo te pido que hagas la investigación en Sudamérica y que te apures porque quiero ver los resultados”. Pero no solo los vio sino que fue la inspiración de la que venía que terminó en el libro “No quiero envejecer” (2014). Cuando salí de su casa con ese mandato de abuela, completé la investigación en el norte, centro y sur de Perú, Chile completo, centro y sur de Argentina. 

Y por qué no se nos nota la felicidad...
Desde que empecé a hacer la investigación hasta que la cerré vi que había aumentado un factor. A lo largo del tiempo habíamos dado un espacio social y hasta rendido pleitesía a la gente de mal humor, al “cara’e culo”. Estos personajes empezaron a ser evaluados como maduros, inteligentes, creíbles y cultos y nos generan respeto porque suponemos que tienen problemas importantes, mientras que porque la otra o el otro anda subiéndole el ánimo a todo el mundo necesita terapia o tiene poco contenido y hasta es inmaduro. Todavía hay maestros y maestras que castigan al niño dentro del aula cuando tiene un ataque de risa, pero no cuando pelea porque está visto normal para el desarrollo psicológico y la risa como una falta de control de impulsos. Una de las cosas que tengo que hacer para demostrar que he ido madurando es dejar de reír. Cuando lo descubrí decidí hacer un ejercicio que era contratar a un grupo de actores y actrices y llevarlos a una calle, y la instrucción que tenían era que cuando me vieran aparecer, junto a otras diez personas, debían simular una situación de violencia que no llegara a los golpes, pero sí que generara un clima muy tenso. Yo entraba en la cuadra, me detenía a mirar esto y al final de la cuadra me paraba para preguntarles qué habían sentido al ver esto y el 80% de los argentinos me dijo que nada especial, que habían tenido ganas de irse y que esperaban que no fueran a matarse, pero no iban a meterse para preguntarles qué les pasaba. En cambio si les pedía a los actores que simularan un ataque de risa, más del 80% de la gente me decía: “Ese grupo está borracho o drogado no hay de qué reírse así”. De hecho, no es tan ilógico ese análisis porque explica por qué tenemos adolescentes que necesitan alcoholizarse para reír y es porque probablemente no han visto en su familia a nadie con ese efecto de euforia. 

¿Por qué dejamos de reír?
Porque la risa fuerte es de mala educación, porque para reírse hay que reírse como de culo apretado o de pocos dientes. Si abro mucho la boca es que me faltó clase. Además, está eso de hacerle sentir a la gente que está contenta que eso le va a durar poco porque están al orden del día los anticipadores de desgracias. Si estoy enamorada es porque llevo poco tiempo, a la que está embarazada le hablan sobre partos malos. Otra es que las buenas noticias no se cuentan porque da susto contarlas que trae mala suerte, es a la inversa la energía: “El pan se quema a la puerta del horno”.

¿Goza de mala fama el ser feliz? 
Los dominicanos, independientemente de la situación económica que estén pasando, cuando les preguntas cómo están te dicen: “Mejor imposible” o “mejor sería una exageración”; los chilenos, “Aquí, pasándola”; y los argentinos “Bien, por suerte”, como si fuera una cuestión del tarot. 

¿Qué es la felicidad en épocas en que estamos expuestos a dos conceptos: soltar o consumir?
Uno de los errores más grandes que se han cometido es suponer que felicidad y alegría son sinónimos. Es un invento que hizo el marketing y que le funcionó perfecto y que nos confunde porque nos hace pensar que tenemos que estar permanentemente contentos para poder ser felices y del estudio que hice y que tiene doce años deduzco que el ser feliz es una decisión que tiene más que ver con la voluntad que con el placer y que es un trabajo cotidiano que la gente hace con los problemas que tiene y no esperando a que los problemas pasen porque eso es imposible, porque no hay gente que no tenga problemas. Ahora la magia está en que por la decisión que toma se la ve más contenta. Está dando pelea. 

¿Cómo educamos esa voluntad?
Con la capacidad de expresar diariamente qué cosas nos dan rabia, miedo y alegría, buscando el silencio, teniendo conciencia de muerte, siendo agradecidos, centrándonos en lo que tenemos y no en lo que nos falta, cuidando los vínculos y necesitando menos cosas.
 

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Temas de la nota

PUBLICIDAD