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Cuidando la productividad en los maíces Bt

En el ámbito del XIII Encuentro Nacional de Monitoreo, la autora de la nota disertó sobre cómo cuidar la tecnología disponible en maíces Bt. Esta modificación genética ha permitido ampliar la zona de cultivo hacia regiones tropicales. 
Martes, 21 de noviembre de 2017 16:32

Por Fabiana Malacarne, gerente de Biotecnología - ASA

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Por Fabiana Malacarne, gerente de Biotecnología - ASA

Desde el año 1998 los productores argentinos disponen de maíces genéticamente modificados con proteínas Bt para el control de insectos. Esta modificación genética, junto con germoplasmas adaptados, han permitido ampliar la zona de cultivo del cereal hacia regiones tropicales, así como también flexibilizar la fecha de siembra, permitiendo siembras tardías donde la presión de plagas es mayor.

Las proteínas Bt son altamente específicas para las plagas blanco como barrenador del tallo (Diatraea saccharalis), gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) e isoca de la espiga (Helicoverpa zea). Actualmente hay para maíz cinco proteínas disponibles comercialmente (Cry1Ab, Cry1F, Cry1A.105, Cry2Ab, y Vip3A) para control de lepidópteros.

Debido a la alta adopción de maíces Bt, especialmente para el control de Spodoptera frugiperda, estas proteínas están expuestas a una gran presión de selección, habiéndose declarado resistencia de Diatraeasaccharalis a Cry 1F y Cry 1A.105, en una zona del noreste de San Luis, y de Spodoptera frugiperda a Cry 1F, en gran parte de la zona maicera.

Sumado a esto hay que considerar que no habrá ninguna proteína Bt nueva por los próximos diez años, con lo cual, si no se implementan las prácticas de manejo correctas, la vida útil de estas tecnologías está en riesgo. Perder las tecnologías trae aparejado mayores costos de producción, disminución del área de siembra (con la consecuente disminución en la producción de granos), menor rotación de cultivos y mayor riesgo en el lanzamiento de tecnologías a futuro, entre otras consecuencias.

Para evitar esta situación, la industria semillera, representada por la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), acordó una serie de medidas:

- Promoción de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) para el manejo de resistencia de insectos, las que incluyen rotación de cultivos, manejo adecuado de malezas y rastrojos, monitoreo periódico y siembra de refugio, entre otras.

- Producción de refugio en cantidad suficiente.

- Campaña de comunicación al productor para aumentar el cumplimiento del refugio.

- Implementación de planes comerciales (incentivos, descuentos) para aumentar la siembra del refugio.

- Implementación de cartas compromiso entre empresa-distribuidor y distribuidor-productor.

- Monitoreo del cumplimiento del refugio.

- Trabajo conjunto con reguladores para lograr una Resolución de refugio obligatorio.

Las BPA se comenzaron a difundir e implementar la pasada campaña y se continuarán en el futuro. También se ha firmado un convenio de cooperación con el INTA para llevar adelante investigaciones.

No caben dudas que la adopción de la tecnología Bt cambió la manera de sembrar maíz en Argentina, pero sabemos que estas pierden la eficacia con el tiempo. Por ello es importante transmitir que el cuidado de las tecnologías Bt es una responsabilidad compartida y que la aplicación de BPA y, en particular, la adopción de refugio es un componente imprescindible para alargar su vida útil.

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