Mariano Maino llegó a ser un referente importante en Central Norte durante muchos años, por su entrega y por un par de ascensos que quedaron en la memoria del azabache. Las vueltas de la vida hicieron que sea el mismo Maino el que decrete, quizá, el momento más doloroso en la historia del cuervo, cuando se lució en los penales con el buzo de Juventud para mandar al azabache, en 2014, al Federal B, de donde aún no puede salir. Pero el “boomerang” del fútbol no se detiene y esta vez Maino fue el principal gestor de la clasificación a semifinales desde los penales, convirtiendo el sexto de la serie y atajándole luego el suyo a Celaye en el 5-4 final.
Maino, que antes que nada es un trabajador, también de alguna manera terminó reconciliándose con la hinchada de Central. “Vivo de esto y no le debo nada a nadie, ni como persona, ni como futbolista. Ahora estoy feliz por esta clasificación y por ayudar a mis compañeros”, expresó.
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Mariano Maino llegó a ser un referente importante en Central Norte durante muchos años, por su entrega y por un par de ascensos que quedaron en la memoria del azabache. Las vueltas de la vida hicieron que sea el mismo Maino el que decrete, quizá, el momento más doloroso en la historia del cuervo, cuando se lució en los penales con el buzo de Juventud para mandar al azabache, en 2014, al Federal B, de donde aún no puede salir. Pero el “boomerang” del fútbol no se detiene y esta vez Maino fue el principal gestor de la clasificación a semifinales desde los penales, convirtiendo el sexto de la serie y atajándole luego el suyo a Celaye en el 5-4 final.
Maino, que antes que nada es un trabajador, también de alguna manera terminó reconciliándose con la hinchada de Central. “Vivo de esto y no le debo nada a nadie, ni como persona, ni como futbolista. Ahora estoy feliz por esta clasificación y por ayudar a mis compañeros”, expresó.