Otro tema que complica de manera permanente a la guardia del Materno Infantil es la ingesta de objetos extraños.
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Otro tema que complica de manera permanente a la guardia del Materno Infantil es la ingesta de objetos extraños.
Solo que estos extraños sucesos pueden ser prevenibles totalmente.
"Monedas son lo más frecuente", dijo Cinthia Bastianelli, que es gastroenteróloga infantil y pedíatra.
Se trata de los niños de entre 6 meses y 5 años que en su afán investigativo tragan cualquier cosa que los padres dejen a su alcance. Los médicos sacaron de los niños monedas, pilas, baterías, bolillas, cruces, alfileres, clavos, huesos de pollos, espinas de pescados y hasta medicamentos. Lo más extraño fue un corazón metálico de la punta de un cierre de mochila. Ya no se asustan con nada.
Para hablar en números, la Guardia está recibiendo unos 300 casos anuales graves, que necesitan de una intervención quirúrgica. Son 3 o 4 casos semanas. Esto no sería problemático, pero se debe advertir que estás cifras se corresponden a los casos graves, es decir a un 10% de los que llegan hasta el hospital de la zona de los cuarteles. Es decir que son al menos 3 mil los niños que se tragan cosas.
Cuando no se puede evacuar el objeto extraño se hace cirugía, y ahí están al acecho todas las complicaciones, a las que nadie debería estar expuesto.
"Lo peor son las pilas. Vienen muchos con las de los relojes o de los juguetes. Es necesario que los papás entiendan que deben comprar juguetes sin pilas. Estos objetos comienzan a desprender una sustancia que perfora el aparato digestivo", dijo la gastroenteróloga.
La profesional hizo la investigación sobre los casos y dijo que todos ocurren en los hogares. No hay un solo caso fuera de la vivienda. Estos datos se corresponden a los dos últimos años.
Desde el Materno Infantil están comenzando a desarrollar una campaña de información y concientización para los padres para cambiar los alimentos, especialmente con los pescados y pollos. Exhortan a no comprar juguetes desarmables y elevar todo objeto que pueda ser tragado por los niños en el hogar. El Materno cuenta con guardias pasivas ante la recurrencia de casos. Una mejor conducta de los padres puede ahorrar la utilización de infraestructura, tecnologías, profesionales e insumos.
"Lo paradójico es estos casos es que son 100 por ciento prevenibles, pero a la vez 100 por ciento imposibles de detener. Entonces lo que buscamos es que sean los padres los que tomen la precaución de no dejar nada al alcance de los niños y todos estos recursos los podemos dejar para otras emergencias", dijo Bastianelli.
Los profesionales señalaron que ante cualquier duda, náusea, vómito o señal de atragantamiento hay que correr a los médicos. Ellos comienzan con una radiografía y así pueden analizar las probabilidades de evacuación del objeto.