Ya no se puede hablar de la suerte ni de las especulaciones, de las bolas frías o calientes. Tampoco del grupo de la muerte, porque el sorteo realizado ayer en el Kremlin nos puso a pensar en Islandia, Croacia y Nigeria, rivales más accesibles de los que se presagiaba. En la previa se habló de Inglaterra, de España, de Suecia, pero ninguno fue a parar en el camino del equipo de Jorge Sampaoli, y serán elementos de preocupación de otras selecciones en la primera fase.
El sorteo puso al seleccionado argentino en un punto intermedio. No estamos para tirar manteca al techo ni tampoco para comernos las uñas. Futbolísticamente el seleccionado argentino está en deuda y esa es la preocupación que ronda por la cabeza de aquellos que se ilusionan cada cuatro años con romper esas 32 temporadas que nos distancias de la gloria del Azteca en 1986. Esa falta de juego es la que le dio pie a Diego Maradona para expulsar esa ácida crítica al mundo entero.
Islandia es toda una novedad, pero ya la Argentina ha superado a varias cenicientas mundialistas (Jamaica y Japón en Francia 1998; Serbia en Alemania 2006 y Bosnia en Brasil 2014), mientras que Croacia y Nigeria elevarán la exigencia.
De aquí al inicio del Mundial el equipo deberá encontrar esa idea futbolística y saber cómo desarrollarla en el campo de juego. Si esto se logra se desatarán nuevamente las ilusiones para pensar en los mano a mano que nos pueden colocar a las puertas de la gloria y esta vez entrar en ella.
inicia sesión o regístrate.
Ya no se puede hablar de la suerte ni de las especulaciones, de las bolas frías o calientes. Tampoco del grupo de la muerte, porque el sorteo realizado ayer en el Kremlin nos puso a pensar en Islandia, Croacia y Nigeria, rivales más accesibles de los que se presagiaba. En la previa se habló de Inglaterra, de España, de Suecia, pero ninguno fue a parar en el camino del equipo de Jorge Sampaoli, y serán elementos de preocupación de otras selecciones en la primera fase.
El sorteo puso al seleccionado argentino en un punto intermedio. No estamos para tirar manteca al techo ni tampoco para comernos las uñas. Futbolísticamente el seleccionado argentino está en deuda y esa es la preocupación que ronda por la cabeza de aquellos que se ilusionan cada cuatro años con romper esas 32 temporadas que nos distancias de la gloria del Azteca en 1986. Esa falta de juego es la que le dio pie a Diego Maradona para expulsar esa ácida crítica al mundo entero.
Islandia es toda una novedad, pero ya la Argentina ha superado a varias cenicientas mundialistas (Jamaica y Japón en Francia 1998; Serbia en Alemania 2006 y Bosnia en Brasil 2014), mientras que Croacia y Nigeria elevarán la exigencia.
De aquí al inicio del Mundial el equipo deberá encontrar esa idea futbolística y saber cómo desarrollarla en el campo de juego. Si esto se logra se desatarán nuevamente las ilusiones para pensar en los mano a mano que nos pueden colocar a las puertas de la gloria y esta vez entrar en ella.