La propuesta nació de Edgardo Argello de 27 años, oriundo de la ciudad de Orán, quien hace tres meses fue diagnosticado de cáncer de piel por melanoma.
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La propuesta nació de Edgardo Argello de 27 años, oriundo de la ciudad de Orán, quien hace tres meses fue diagnosticado de cáncer de piel por melanoma.
Hoy es un paciente oncológico del Hospital del Milagro en la capital salteña, donde realiza quimioterapia cada 20 días. Allí advirtió que las salas y el lugar tenían un aspecto poco esperanzador y triste.
"El día que el doctor Carlos Terrazas, jefe de Oncología del hospital me dio el diagnóstico, solo pensé en mis padres y hermanos, aunque creo que yo me lo esperaba de algún modo".
Ese mismo día comenzaron los trámites en el IPS. "Mientras esperaba que me atiendan en el sector de enfermedades oncológicas, noté que había carteles de esperanza por todos lados, dándonos fuerzas para que no bajemos los brazos", relató.
"Me di cuenta que eso faltaba en el hospital. Allí trabaja Antonella Cruz Fernández, quien con mucha paciencia y calidez atiende a diario a cada paciente o familiar en momentos muy dramáticos. Lidiar con diagnósticos que asustan a muchos es bravo y por eso pensé que sería una gran idea para aplicar lo de los carteles aquí también. Y Antonella me animó a hacerlo. Salí de ahí con otra energía", sentenció.
Lejos de dejarse caer, decidió pensar menos en las náuseas y la caída del pelo y se propuso motivarse y motivar a quienes atraviesan estos duros momentos.
"Empecé la primera sesión hace un par de semanas en el Hospital del Milagro y comencé a ver la situación de otros pacientes, quise vivirlo para estar más fuerte psicológicamente. Ahí me di cuenta de lo que hacía falta, en la sala de espera, hablando con otros pacientes, todo era muy triste", contó Edgardo.
El joven vive en Orán y está a cargo de la Secretaría de la Juventud y, a pesar de su enfermedad, no deja de agradecer las oportunidades que la vida le pone delante.
Así, le propuso a Terrazas realizar estos carteles que alegran el alma y pegarlos en las paredes frías, que muchas veces son la única compañía de quienes deben someterse a este duro tratamiento.
El profesional, comprometido con la salud de sus pacientes, no dudó ni un instante en apoyar esta iniciativa que ayuda a curar el alma.
Argello es un ejemplo, de esperanza y voluntad ya que a pesar de que no atraviesa su mejor momento, no ha dejado de desempeñar su tarea comprometida con la sociedad.
El joven agradece a la gente que se sumó a esta movida, a los alumnos de la escuela República de Turquía, a Antonella Cruz y a la gente de Salta Teje y Abriga.
Los carteles son colgados en las salas para animar a las personas que padecen cáncer, a modo de "abrazo del alma".
La idea es que todos los que se sientan motivados por esta iniciativa puedan aportar carteles de esperanza para dar ánimo a los pacientes. "Solo no se puede. Hay mucha gente que va al hospital para hacerse tratamientos", concluyó.