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La información: en manos de tres empresas

Google, Facebook y Amazon manejan el flujo de información del mundo y dos especialistas analizan este impacto en la web.
Martes, 12 de diciembre de 2017 01:14

Hoy, cuando tres conglomerados concentran las tres cuartas partes del flujo de información en internet, cuesta hacer un esfuerzo para recordar que, cuando comenzó, la red representaba la libertad misma. Lo señaló el emprendedor tecnológico indio Kartikeya Sharma para mostrar el contraste de aquel inicio con la realidad actual de la red: “Se ha convertido en su propio enemigo, una amenaza activa que comienza a apagar la luz de expresión que se suponía que apoyaba ante nada”.
El proceso de transformación se ha agudizado recientemente. No es que el tráfico haya bajado -al contrario-, coincidió el programador André Staltz en un documentado análisis publicado en su blog, “La web comenzó a morir en 2014, de esta manera”. Lo que ha cambiado en los últimos años es la cuota de mercado del tráfico en la web, en particular de las redes sociales como Facebook y sus compañías asociadas.
Las cifras son elocuentes: Google y Facebook tienen influencia directa sobre más del 70% del tráfico de internet. Por medio de sus sitios y servicios originales y por los que operan -WhatsApp, YouTube e Instagram entre ellos- pasaron de una participación de aproximadamente la mitad del mercado en 2014 a casi las tres cuartas partes. Y Amazon, apuntó Staltz, es la tercera fuerza dominante de lo que rebautizó como Trinet.
“Pronto tendremos que buscar alternativas para establecer un control de una red cuya base de existencia primigenia fue la comunicación entre pares”, propuso Sharma, fundador de Itv Media Network, en su artículo “Por qué el mundo necesita una nueva internet”.
Explicó Staltz en su artículo: “Luego de 2014 comenzamos a perder los beneficios de la diversidad económica y de infraestructura de internet. Es difícil competir con los servicios en la nube de Amazon y Google, que alojan una cantidad enorme de sitios para otros negocios. Cualquier sitio que aspire a tener un tráfico significativo depende del tráfico de búsqueda y social”.
Antes de 2014, el buscador de Google representaba el 35% del tráfico en internet, con un el 50% completamente diversificado. Pero en los siguientes tres años Facebook se hizo con el 45% del tráfico y pasó a Google, en detrimento de los independientes. En 2017, los medios dependen tanto de Google como de Facebook para la visita de sus páginas, ya que es la mayoría de su tráfico.
Sharma, por otro lado, citó un episodio que sucedió en 1999, cuando el fenómeno de Silicon Valley, Yahoo, era el orgullo de la internet.
La empresa, que hoy no existe como tal, quería expandirse en China. Pero el comunismo gobernante no veía con buenos ojos la descentralización informativa, por lo que la compañía firmó un documento llamado Jura Pública de Autodisciplina.
“Yahoo se comprometió a ponerle un bozal a los sitios que fueran perturbadores para los ‘usuarios’. En 2005 el periodista chino Shi Tao envió un e-mail ’antinacional’ a un sitio democrático en los Estados Unidos, y su nombre de usuario en Yahoo reveló su identidad. Fue condenado a 10 años de prisión, pero salió en libertad en 2013”, ilustró Sharma el modo en que la “fuente de tecnología” se transformó en “un magnate corporativo”. La cuestión de la libertad había sido hecha a un costado.
 

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Hoy, cuando tres conglomerados concentran las tres cuartas partes del flujo de información en internet, cuesta hacer un esfuerzo para recordar que, cuando comenzó, la red representaba la libertad misma. Lo señaló el emprendedor tecnológico indio Kartikeya Sharma para mostrar el contraste de aquel inicio con la realidad actual de la red: “Se ha convertido en su propio enemigo, una amenaza activa que comienza a apagar la luz de expresión que se suponía que apoyaba ante nada”.
El proceso de transformación se ha agudizado recientemente. No es que el tráfico haya bajado -al contrario-, coincidió el programador André Staltz en un documentado análisis publicado en su blog, “La web comenzó a morir en 2014, de esta manera”. Lo que ha cambiado en los últimos años es la cuota de mercado del tráfico en la web, en particular de las redes sociales como Facebook y sus compañías asociadas.
Las cifras son elocuentes: Google y Facebook tienen influencia directa sobre más del 70% del tráfico de internet. Por medio de sus sitios y servicios originales y por los que operan -WhatsApp, YouTube e Instagram entre ellos- pasaron de una participación de aproximadamente la mitad del mercado en 2014 a casi las tres cuartas partes. Y Amazon, apuntó Staltz, es la tercera fuerza dominante de lo que rebautizó como Trinet.
“Pronto tendremos que buscar alternativas para establecer un control de una red cuya base de existencia primigenia fue la comunicación entre pares”, propuso Sharma, fundador de Itv Media Network, en su artículo “Por qué el mundo necesita una nueva internet”.
Explicó Staltz en su artículo: “Luego de 2014 comenzamos a perder los beneficios de la diversidad económica y de infraestructura de internet. Es difícil competir con los servicios en la nube de Amazon y Google, que alojan una cantidad enorme de sitios para otros negocios. Cualquier sitio que aspire a tener un tráfico significativo depende del tráfico de búsqueda y social”.
Antes de 2014, el buscador de Google representaba el 35% del tráfico en internet, con un el 50% completamente diversificado. Pero en los siguientes tres años Facebook se hizo con el 45% del tráfico y pasó a Google, en detrimento de los independientes. En 2017, los medios dependen tanto de Google como de Facebook para la visita de sus páginas, ya que es la mayoría de su tráfico.
Sharma, por otro lado, citó un episodio que sucedió en 1999, cuando el fenómeno de Silicon Valley, Yahoo, era el orgullo de la internet.
La empresa, que hoy no existe como tal, quería expandirse en China. Pero el comunismo gobernante no veía con buenos ojos la descentralización informativa, por lo que la compañía firmó un documento llamado Jura Pública de Autodisciplina.
“Yahoo se comprometió a ponerle un bozal a los sitios que fueran perturbadores para los ‘usuarios’. En 2005 el periodista chino Shi Tao envió un e-mail ’antinacional’ a un sitio democrático en los Estados Unidos, y su nombre de usuario en Yahoo reveló su identidad. Fue condenado a 10 años de prisión, pero salió en libertad en 2013”, ilustró Sharma el modo en que la “fuente de tecnología” se transformó en “un magnate corporativo”. La cuestión de la libertad había sido hecha a un costado.
 

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