En la capital salteña y alrededores, unas 60 mil personas que tienen una ocupación buscan otra. El Indec dio a conocer ayer los indicadores laborales y se demostró que en Salta no se logra reducir la población que está disconforme con su situación laboral, lo que devela la precariedad de los empleos.
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En la capital salteña y alrededores, unas 60 mil personas que tienen una ocupación buscan otra. El Indec dio a conocer ayer los indicadores laborales y se demostró que en Salta no se logra reducir la población que está disconforme con su situación laboral, lo que devela la precariedad de los empleos.
La tasa de ocupados demandantes se ubicó en 21,3% en el tercer trimestre de este año contra 20,8% del mismo período del 2016.
A esa masiva necesidad que tienen las personas que ya cuentan con un empleo, se suma otro factor. De acuerdo al Indec, en Salta hubo un leve aumento de la desocupación, que pasó de 7,5 a 8,5%. De ese modo, unos 24 mil salteños golpean puertas de consultoras, empresas o revisan sus correos electrónicos en búsqueda de una oportunidad laboral.
Esa tasa, correspondiente a los meses de julio, agosto y septiembre, es más alta que el promedio del NOA, que marcó un 6,7%. En la región, solo Catamarca, con un 8,6%, tiene peor indicador de desempleo que Salta (8,5).
El porcentaje de personas con trabajos de menos de 35 horas semanales, llamativamente, se duplicó: se elevó 7,2 a 13%. En estos puestos se suelen pagar salarios más bajos, lo que también puede incidir en la alta demanda de otras fuentes laborales que evidencia la población salteña. La situación es más que compleja, ya que son unas 37 mil las personas en estas condiciones. Hay salvedades, ya que por cuestiones de estudio, por ejemplo, algunos ciudadanos prefieren puestos con baja carga horaria.
Sin trabajo
Al constatar el nivel de desempleo que tiene la Argentina, no obstante, la tasa salteña de desocupación no queda alejada. Para el organismo estadístico, la desocupación en el país es del 8,3%. Se registró una mínima reducción, ya que en el tercer trimestre de 2016 estaba en 8,6%; mientras que en Salta subió un punto porcentual.
Desde distintos sectores de la economía, como la construcción, hicieron notar en las últimas semanas un discreto repunte en la generación de mano de obra. El año pasado fue crítico el mercado laboral.
En el estudio oficial aparecen algunas señales que, más allá de que faltan resolver cuestiones profundas de empleabilidad, marcan una mínima expectativa. Hay que ver si eso se sostiene en el tiempo y cómo inciden las reformas tributarias y laboral que el Gobierno nacional quiere instalar.
Salta muestra el segundo nivel más elevado de actividad en la región, con 46,1%, solo la supera Jujuy, con un 46,7%.
La tasa de empleo escaló de 38,6 a 42,1%. En el tercer trimestre, para el Indec había unos 259 mil salteños ocupados, son unos 25 mil más que en el mismo lapso de 2016. En ese entonces se habían contado a unos 234 mil.
La cifra parece fuerte, pero el salto también es alto en los salteños con subocupación. Pasaron de ser unos 18 mil en el tercer trimestre de 2016 a 37 mil en el mismo período de 2017. A su vez, la población ocupada que quiere otra trabajo saltó de 53 mil a 60 mil.
Empresarios, en las últimas semanas, aprobaron medidas que se promete en el marco del pacto fiscal como la eliminación del impuesto provincial a las cooperadoras asistenciales, que gravaba los puestos de trabajo. No obstante, reclaman condiciones diferenciadas para alentar la inversión y mejorar las condiciones de empleo en la región. Cambios como la eliminación de beneficios que aún existen para las empresas radicadas en provincias alejadas de los centros urbanos dificultan que se pueda plantar un horizonte más promisorio, tanto para los empresarios como para las personas que anhelan con un puesto que le permita más que subsistir.