En medio del caos instalado en el Congreso, tanto afuera como dentro del recinto, había que aquietar el juego, ante la magnitud del desorden que amenazaba con el desmadre total. Al mejor estilo Mascherano, el "todoterreno" en su mejor momento en la Selección Argentina, Lilita Carrió apareció cuando el equipo contrario se había adueñado de la mitad de la cancha; es más, cuando su equipo necesitaba serenidad, mientras el técnico (Emilio Monzó) no sabía cómo parar el desorden. La mejor jugadora -ayer por lejos-, sin insultar a los rivales, pidió calma y le solicitó -en otras palabras- que levantara la sección.
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En medio del caos instalado en el Congreso, tanto afuera como dentro del recinto, había que aquietar el juego, ante la magnitud del desorden que amenazaba con el desmadre total. Al mejor estilo Mascherano, el "todoterreno" en su mejor momento en la Selección Argentina, Lilita Carrió apareció cuando el equipo contrario se había adueñado de la mitad de la cancha; es más, cuando su equipo necesitaba serenidad, mientras el técnico (Emilio Monzó) no sabía cómo parar el desorden. La mejor jugadora -ayer por lejos-, sin insultar a los rivales, pidió calma y le solicitó -en otras palabras- que levantara la sección.
Y, otra vez a su manera, la verborrágica legisladora le dio una mano al gobierno de Cambiemos, más precisamente a Mauricio Macri. Y fue por partida doble. Primero, en medio de la acalorada situación y mientras Emilio Monzó, desorientado, no sabía cómo seguir, Lilita le renovó el oxígeno.
Luego, en el transcurrir de una tarde muy violenta y cuando los rumores anticipaban que el Gobierno iba a utilizar un DNU (los famosos decretos de necesidad y urgencia), para concretar la reforma previsional, nuevamente apareció Lilita Carrió, esta vez a través de un twitter para anunciar que de ninguna manera iba a apoyar el DNU.
Más precisamente escribió: "Carrió y la Coalición Cívica juraron respetar la Constitución Nacional y no la van a violar bajo ningún concepto. Un DNU violaría gravemente la Constitución Nacional". Se jugaba tiempo de descuento y como por arte de magia, se enfrió el DNU. Lilita, seguramente, pensó que los partidos se juegan hasta el último minuto.