¿Adónde van los conejos cuando el mago los hace desaparecer durante un pase de magia? Para cada pregunta hay una respuesta inaplazable de la literatura, y en el caso de “Palabras aladas” más creativa que pensar en el doble fondo de una galera. El libro de la profesora de Letras Magdalena Colombo se presentará hoy, a partir de las 19, en la Fundación Salta (General Güemes 434). La entrada es libre y gratuita y la historia se narrará al público acompañada de la proyección de imágenes. Además actuarán el Mago Pabloski y parte del elenco de “Alicia en el País de las Maravillas”, del grupo La Morisqueta. El astrónomo y físico Elvio Alanís aportará su mirada acerca de por qué ocurre un eclipse, cómo se forma un arcoíris y qué es un cometa.
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¿Adónde van los conejos cuando el mago los hace desaparecer durante un pase de magia? Para cada pregunta hay una respuesta inaplazable de la literatura, y en el caso de “Palabras aladas” más creativa que pensar en el doble fondo de una galera. El libro de la profesora de Letras Magdalena Colombo se presentará hoy, a partir de las 19, en la Fundación Salta (General Güemes 434). La entrada es libre y gratuita y la historia se narrará al público acompañada de la proyección de imágenes. Además actuarán el Mago Pabloski y parte del elenco de “Alicia en el País de las Maravillas”, del grupo La Morisqueta. El astrónomo y físico Elvio Alanís aportará su mirada acerca de por qué ocurre un eclipse, cómo se forma un arcoíris y qué es un cometa.
Todos contribuirán a recrear la ilusión que habita las páginas del tercer libro publicado por los hermanos Colombo, ahora bajo el sello de la editorial Abresoles.
Magdalena vio en la mascota tradicional e insoslayable de los magos, el conejo blanco, a Andy, un viajero interestelar que por la ocurrencia de fenómenos astrofísicos desde una aldea española del 1300 irrumpe en un banquete de la corte inglesa del 1700, una ceremonia del Inti Raimi durante el imperio incaico y las agitadas páginas de “Alicia en el País de las Maravillas”.
Tal ecléctica travesía solo pudo pergeñarla la frondosa mente de una persona que pasó su infancia y la vida entera entre literatura y música. De hecho “Palabras aladas” sigue la tradición de los musicuentos, esa propuesta que recupera el afecto del narrador y de estar envuelto por las voces de los personajes.
Magdalena otra vez trabajó en equipo con sus hermanos: Patricia (40) e Ignacio (40), abogados; Fátima (36), profesora de Letras; y María Victoria (32), licenciada en Comunicaciones Sociales.
También colaboró con ellos su padre, Patricio Colombo. Acerca de su motivación para escribir, Magdalena señaló: “Desde que nacimos estamos rodeados de libros. Mi papá es un lector empedernido y cuando almorzábamos o cenábamos siempre nos leía algún libro, realmente respiramos cultura literaria y musical. La primera obra la lanzaron al mercado el año pasado, también merced a un subsidio del Fondo Ciudadano de Desarrollo Cultural. “De raíces gigantes, vegetales parlantes y Caballos sonantes” incluía cuatro cuentos. Uno de ellos, “Semillas de mandarina”, tenía una clara intertextualidad con el clásico “Las habichuelas mágicas”, de Hans Christian Andersen, salvo que en el texto de estas latitudes y estos tiempos una niña plantaba semillas de mandarina en una maceta de su departamento. Una vez que la planta echaba raíces ella descendía por ellas y conocía aspectos de las vidas de sus vecinos. Ya con “Simples alegrías”, destinado a niños menores de tres años, buscaron con texturas y colores “rescatar algunas cosas sencillas de la vida que producen alegría infinita en los niños”. Así, aparece un personaje que se alimenta exclusivamente de comida de su color favorito, o una niña a la que le gusta guardar cosas en las cajas, tal vez heredera de la voz lírica de “En una cajita de fósforos”, ese inagotable poema de María Elena Walsh.
Ahora son el eje temático el vuelo literario y las posibilidades de viajar. “Está el tema central del viaje y de todo lo lindo que sucede durante un viaje porque salís de tu realidad, conocés a otra gente y volvés mejorado y diferente”, definió Magdalena. Añadió que presentó a la familia un borrador y lo fue leyendo en voz alta. “En esa lectura cada uno fue aportando mejoras para lograr una caracterización más interesante de algún personaje, o dotar de suspenso a algún pasaje del libro”, señaló.
Un extenso trabajo
El libro contiene bellas ilustraciones del dibujante Gerardo Romano, a quien los hermanos Colombo conocieron en 2016 cuando buscaban un ilustrador para su primer libro. Luego de ver su trabajo se fidelizaron a él. “Nos encantan sus dibujos y la actitud que tiene él de involucrarse y proponer ideas. Lo consideramos un miembro más de la familia”, comentó Magdalena.
El CD que acompaña al libro incluye una versión adaptada del original y de ella participaron músicos y actores. La propuesta busca llegar a niños ciegos, que podrán así disfrutar de la literatura.
Nuevo tiempo
Magdalena comentó que escribir para niños implica una osadía mayúscula. “En este tiempo en que ellos están apegados a internet es un desafío darles una propuesta de arte combinado: escuchar la historia y leerla”, dijo. Pero confía, así como el conejo Andy, que “aunque no comprendía en absoluto lo que había ocurrido, confiaba en la fuerza de los hechizos del mago y sabía que las palabras hacen cosas maravillosas. Estaba seguro de que el ‘abracadabra’, que venía de tiempos de los antiguos magos caldeos, era poderoso”.