Fue otro escenario. Y en una final hay que salir a jugar con los dientes apretados, de acuerdo a las exigencias que demanda un partido de ida, más cuando se trata de la definición de un ascenso. Sí, Central Norte -que perdió ayer por 1 a 0 frente a Racing de Córdoba, en el Miguel Sancho, con gol del legendario Juan Pablo Rezzónico- ahora tiene la obligación en el Luis Gemes de cambiar el resultado en contra, y con dos goles a favor podrá festejar junto a su pueblo.
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Fue otro escenario. Y en una final hay que salir a jugar con los dientes apretados, de acuerdo a las exigencias que demanda un partido de ida, más cuando se trata de la definición de un ascenso. Sí, Central Norte -que perdió ayer por 1 a 0 frente a Racing de Córdoba, en el Miguel Sancho, con gol del legendario Juan Pablo Rezzónico- ahora tiene la obligación en el Luis Gemes de cambiar el resultado en contra, y con dos goles a favor podrá festejar junto a su pueblo.
Es la revancha que todo el hincha azabache espera, pero toda la obligación recaerá del lado del equipo que conduce Norberto Acosta, que deberá salir a proponer.
Y que no pase como ayer. Porque gran parte de la iniciativa del juego estuvo en manos de los cordobeses. Racing fue un equipo que fue al frente y buscó la forma de vulnerar el arco defendido por Mariano Maino. Martín Gómez fue el que estuvo cerca en la primera estocada a fondo ante un quedo defensivo del conjunto visitante. Nicolás Villa se convirtió en un jugador que provocó algún desconcierto por el sector derecho, muy prolijo en la marca y audaz para lanzarse en ataque.
Solo el Chicho Rojas se mostró como el hombre más acertado para ejecutar un par de jugadas, y en la más clara cedió un pase para un inexpresivo Nico Guzmán, que en forma displicente mandó el remate lejos de la valla defendida por Leonardo "Calidad" Rodríguez.
Esa falta de convencimiento por el lado de algunos jugadores cuervos dejaba que Racing arremetiera, tratando de abrir los caminos para que sus jugadores se pudieran encontrar en un mano a mano con Maino.
Y faltaba que Matías Ceballos consiguiera tomar más contacto con la pelota para plasmar su trabajo, y cuando se disponía a ejecutar alguna acción terminaba enmarañado y no lograba generar jugadas.
Como Racing vio que a Tomás Armella le costaba hacer pie en la función como stoper por izquierda, por allí también insistió en sacar cierto rédito.
Pero el local ya había avisado que el arma que mejor estaba utilizando era la pelota parada. Diego Palleres ejecutó con maestría un tiro libre y Juan Pablo Rezzónico en las alturas le ganó a Mariano Maino y de cabeza convirtió el 1 a 0.
Intentó alguna reacción Central pero seguía faltando mayor coordinación. Ceballos consiguió desairar a sus marcadores, pero Aranda en un posición fuera de juego permitió que el árbitro anulara el avance.
Racing, por las bandas, continuaba creando zozobra en la última línea del equipo visitante. Y así fue que Central tuvo que prestar más atención a las incursiones de los cordobeses, que rápido sacaban la pelota por afuera para atacar por los costados. La reacción de Central Norte llego en el complemento. El cuervo se dio cuenta de que tenía que atacar y plantarse frente a un adversario que lo superaba en el juego. Y en cierta forma logró equilibrar el trámite, pero careció de audacia para cerrar las jugadas cerca del arquero Rodríguez.
Central, con los hombres de refresco, estuvo a tiro de la igualdad. Así, Emanuel Cáceres atropelló y casi consiguió convertir de cabeza, tras un centro desde la derecha. Luego, Fabricio Reyes fue anticipado cuando se aprestaba a rematar frente a Calidad Rodríguez.
Y emergió la figura de Mariano Maino para ponerle un candado a su arco para que la desventaja de un gol no se alterara.
Ahora en el Luis Gemes, otra será la historia y el cuervo está obligado a revertir el mal paso en Córdoba.