Carolina Saracho tenía 28 años y dos hijos. Horas antes de ser atacada por su novio, Alejandro Andrés Cruz de 22 años, había pensado viajar a Buenos Aires junto a sus niños para reunirse con su madre y hermana. Ese viaje pudo haber sido el detonante del ataque que le costó la vida. Esa mañana discutió con su novio, quien le prendió fuego quemando el 80 por ciento de su cuerpo. La mujer batalló tres días en el San Bernardo y el 24 de enero a la noche su luz se apagó tras un shock hipovolémico. Tras una semana de audiencias, hoy el Tribunal de Juicio de la Sala II expresará el fallo, a partir de las 9.30 en el edificio del Poder Judicial de esta ciudad.
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Carolina Saracho tenía 28 años y dos hijos. Horas antes de ser atacada por su novio, Alejandro Andrés Cruz de 22 años, había pensado viajar a Buenos Aires junto a sus niños para reunirse con su madre y hermana. Ese viaje pudo haber sido el detonante del ataque que le costó la vida. Esa mañana discutió con su novio, quien le prendió fuego quemando el 80 por ciento de su cuerpo. La mujer batalló tres días en el San Bernardo y el 24 de enero a la noche su luz se apagó tras un shock hipovolémico. Tras una semana de audiencias, hoy el Tribunal de Juicio de la Sala II expresará el fallo, a partir de las 9.30 en el edificio del Poder Judicial de esta ciudad.
El sábado 21 de enero del corriente año Carolina Saracho discutió con su novio, Andrés Cruz, quien a pesar de las versiones vertidas primero ante la Policía y luego frente a la Fiscalía, quemó prácticamente todo el cuerpo de la mujer. Según fuentes policiales el hecho se habría perpetrado cerca de las 6.30, mientras una hora y media después el 911 recibió el alerta sobre un hecho de violencia familiar en el barrio Norte Grande, Manzana 264.
"Mi hijo le prendió fuego a su novia". La frase habría sido dicha por la madre del joven, luego del despiadado ataque, según dijeron fuentes policiales a El Tribuno. Esa mañana las fuerzas de seguridad se entrevistaron con la señora e ingresaron al domicilio. En el interior ambos jóvenes estaban separados por algunos metros, tendidos en el suelo, en medio del agua que corría alrededor de la joven madre. "Mirá lo que me hizo", habría esbozado la víctima en plena crisis de nervios, fue trasladada en una ambulancia al San Bernardo con quemaduras tipo B en sus brazos, cara, piernas y otras partes del cuerpo.
Reacio a ser indagado y mucho menos a recibir asistencia, tenía una de sus manos quemadas, el joven que hoy estará frente al Tribunal de la Sala II y escuchará el fallo, adujo que se había tratado de un "intento de suicidio" por parte de su novia. Sin embargo, en una segunda declaración ante el fiscal a cargo de la causa, Pablo Rivero de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas 2, cambió la versión señalando que se había tratado de un "accidente". Según Cruz, en el momento de la pelea él tenía en sus manos una botella de alcohol y en la otra un cigarrillo, lo que habría provocado el supuesto "accidente".
"Estamos convencidos, incluso más que en la instrucción, de la culpabilidad de Cruz. Tuvo ensañamiento por el método utilizado en un aberrante femicidio", expresó el abogado de la familia Saracho, Pablo Ochoa. "Entendemos que se trata de un homicidio triplemente calificado. Creemos que el Tribunal estará convencido de lo mismo", agregó el letrado.