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Los gobernadores tuvieron que ir a garantizar el apoyo y el quórum

Firmaron el Pacto Fiscal. Por la mañana de reunieron con Monzó, Frigerio y Marcos Peña en la presidencia de la Cámara de Diputados. 
Lunes, 18 de diciembre de 2017 14:14
Frigerio, Monzó y Marcos Peña, con Vidal, Urtubey, Morales, Valdés , Bordet, Casas, Manzur, Peppo, Bertone, Weretilnek, Arcioni, Gutiérrez, Passalacqua y Rodríguez Larreta

En una jornada tormentosa, que desnudó al extremo la fragilidad de la cultura política argentina, pero que obligará a una autocrítica profunda de parte del Gobierno nacional, los gobernadores cumplieron un rol central para asegurar el quórum en Diputados.

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En una jornada tormentosa, que desnudó al extremo la fragilidad de la cultura política argentina, pero que obligará a una autocrítica profunda de parte del Gobierno nacional, los gobernadores cumplieron un rol central para asegurar el quórum en Diputados.

Lo hicieron porque la reforma del sistema de aumentos a las jubilaciones es esencial para el pacto fiscal que se propone disminuir el déficit acumulado de un Estado ya desvencijado y estimular la inversión productiva achicando la presión tributaria. Las dos cosas a la vez para un gobierno con minoría en ambas cámaras suena a milagro.

El acuerdo político con los gobernadores supone el apoyo de los legisladores y estos la semana pasada parecieron sublevarse. El bono para amortiguar el efecto de la nueva fórmula en el primer, comprometido por Mauricio Macri, fue decisivo en el cambio de actitudes.

Por la mañana, el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, recibió en su despacho al jefe de Gabinete, Marcos Peña; al ministro de Gobierno, Rogelio Frigerio, y a los gobernadores de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y de Salta, Juan Manuel Urtubey, que se ubicaron en la cabecera, y a Gerardo Morales (Jujuy), Eduardo Valdés (Corrientes), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Sergio Casas (La Rioja), Juan Manzur (Tucumán), Domingo Peppo (Chaco), Rosana Bertone (Tierar del Fuego), Alberto Weretilnek ( Río Negro), Mariano Arcioni (Chubut), Omar Gutiérrez (Neuquén), Hugo Passalacqua (Misiones) y Horacio Rodríguez Larreta (CABA).

Se sumaron a la reunión el presidente del interbloque Cambiemos, Mario Negri, y los legisladores Elisa Carrió, Guillermo Montenegro y Miguel Bazze, Nicolás Massot y el presidente del bloque Argentina Federal, Pablo Kosiner.

Los gobernadores se quedaron hasta mucho después de que arrancara la sesión. Solo informalmente varios de los peronistas comentaron que el acuerdo por el bono distendía la votación y que habían conversado los detalles de su aplicación para jubilados según los años de aportes y beneficiarios de planes sociales. Todos aseguraron que los votos estaban garantizados para que salga la ley. Pero, admitían, una conferencia habría sido demasiado costo para los representantes del Partido Justicialista que hace pocos días no terminaban de dejarse convencer por el Gobierno. La coalición Cambiemos logró el qúorum con la presencia de 105 diputados propios, 3 del bloque que encabeza Martín Lousteau, y 22 legisladores que responden a los gobiernos provinciales de Misiones, Córdoba, Santiago del Estero, Entre Ríos, Chaco, Tucumán, Salta, Chubut y Neuquén. Algunos de los opositores, que en la sesión del pasado jueves no dieron quórum, esperaron hasta último momento para ingresar al recinto y lo hicieron junto al titular del bloque PRO, Nicolás Massot. 

El respaldo de estos legisladores se fundamentó en que coinciden en la necesidad de garantizar la sustentabilidad del régimen previsional; las dudas son de origen político; no comulgan con la visión política del macrismo ni quieren mimetizarse con Cambiemos.

La CGT, al borde de la fractura 

La CGT quedó al medio de los acontecimientos de ayer. Esos mismos que la colocaron, por distintas razones, en el límite exacto de la fractura.

Prueba de ello es el anuncio de la poderosa Unión Tranviarios Automotor (UTA) de no adherir a la medida de fuerza lanzada ayer al mediodía, y por 24 horas.

El secretario de Acción Social de la central sindical, José Luis Lingeri, salió a cuestionar drásticamente la implementación de un paro general con esta modalidad y se pronunció, en cambio, por la constitución de una “mesa de sustentabilidad y trabajo” con el Gobierno para analizar la cuestión de los jubilados.

“No discutimos la legitimidad de la protesta, pero diferimos por completo en cómo exteriorizar los reclamos. Acá se abrió con el Ejecutivo una instancia de diálogo, y la lógica indicaba seguir discutiendo. No convalidamos que nos empujen a una pelea sin sentido”, señaló ayer el titular del Sindicato Gran Buenos Aires de Trabajadores de Obras Sanitarias (Sgbatos). Lingeri habló en representación del grupo de los llamados “gremios independientes”, que aquel integra desde hace años junto al estatal Andrés Rodríguez (UPCN) y el constructor Gerardo Martínez (Uocra). Idéntica posición comparte el líder de los trabajadores de Comercio, Armando Cavalieri, que ocupa la Secretaría de Relaciones Institucionales de la CGT.

Ninguno de estos dirigentes, contrarios a la huelga nacional de 24 horas, concurrieron a las últimas reuniones de la CGT, en las que se resolvió ir a la lucha contra el Gobierno.
 

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