Un cóndor andino generó revuelo en La Caldera, tras posarse en una enorme tipa del patio de la escuela Juana Moro de López, de La Caldera.
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Un cóndor andino generó revuelo en La Caldera, tras posarse en una enorme tipa del patio de la escuela Juana Moro de López, de La Caldera.
Se trata de un ejemplar hembra, adulto, que aturdido por la torrencial tormenta que azotó la serranía el domingo buscó refugio en la arboleda de la institución educativa del pueblo.
Su presencia no pasó desapercibida y atrajo la atención de los vecinos, que llegaron al lugar para disfrutar de la imponente ave y fotografiarla. Al ver que el cóndor permanecía casi inmóvil, la gente creyó que se encontraba herido por lo que rápidamente se comunicaron con la Oficina de Información Turística, a cargo de José María Conde, que a su vez dio aviso a la policía local, ambiental y al Club de Observadores de Aves de Salta.
Javier Arias, especialista en birdwatching, quien acudió al lugar, contó que el ave no se encontraba herida. "Luego de un reparador descanso, este cóndor decidió partir dejando a curiosos, turistas, naturalistas y proteccionistas perplejos al presenciar tal acontecimiento, y muy satisfechos de haber tenido el privilegio de observar de tan cerca esta ave emblemática de los Andes", relató Arias.
Al reponerse del temporal que lo afectó, el cóndor voló hacia su hábitat natural.
Yayita
La visita fue concebida por los vecinos como de "buen augurio" para la comunidad educativa, ya que el cóndor simboliza fuerza y la búsqueda de horizontes sin límites. Rápidamente los chicos la bautizaron "Yayita", como la novia de la historieta chilena Condorito.
El cóndor es el ave más representativa de la Cordillera de los Andes. Pertenece a la familia de Cathartidae. Su nombre científico es Vultur gryphus y puede medir un ejemplar adulto entre 1 y 1,5 metros, y pesar hasta 15 kg.
Se trata de una especie que posee una de las tasas reproductivas más bajas del mundo, ya que da una cría cada dos años. El cóndor se encuentra en amenaza a nivel mundial, a causa de la matanza por parte de cazadores, la ingesta de cebos tóxicos y municiones de plomo. Desde tiempos inmemoriales el cóndor andino, el ave voladora más grande del mundo, fue honrado por las comunidades originarias de Sudamérica, quienes lo consideran un nexo sagrado entre los hombres y Dios.
Todos al rescate
En agosto de 1991 nació el Programa de Conservación Cóndor Andino que se centró en la incubación artificial, la cría en aislamiento humano y la creación de un centro de rescate para ejemplares silvestres. Con estas acciones se logró reintroducir 160 ejemplares en toda Sudamérica, incluso en la costa atlántica de la Patagonia, donde la especie estuvo extinta por más de 100 años. En Salta hubo casos emblemáticos, como la liberación de Animaná en 2008, Luracatao en 2016, entre otras. Cada vez que se halla un ejemplar herido o enfermo, se moviliza un extenso engranaje del que participan entidades públicas y privadas para salvarlo. Los esfuerzos han dado muy buenos resultados, solo resta que continúen los esfuerzos por generar conciencia en la población sobre la imperiosa necesidad de conservar la especie.