¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

26°
28 de Marzo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

La lluvia no detuvo las compras de Navidad

Los locales comerciales, en la mayoría de los rubros, cumplieron ayer una jornada de horario corrido. Pasadas las 14, la tormenta que se desató en el centro de la ciudad no logró frenar el movimiento.
Sabado, 23 de diciembre de 2017 22:33

Desde las 9, los colectivos de los distintos puntos de la ciudad con destino al centro comercial iban cargados de personas que no sabían cómo hacer rendir las horas del día para poder cumplir con todos los compromisos. 
“Los salteños tenemos la costumbre de dejar para último momento las compras para las fiestas. Esperábamos esto, por eso ya nos avisaron que haremos horario corrido”, contó Vanesa, quien atiende un local de ropa para damas en una galería del centro. 
Como Vanesa, cientos de empleados de comercio y dueños de locales decidieron mantener las puertas abiertas en el tradicional horario de la siesta para que los salteños puedan completar la lista de los ingredientes para preparar las cena de Nochebuena y dejar las cartas a Papá Noel. 
Cerca de las 11, los vendedores de las fiambrerías corrían entre la heladera, la máquina de cortar y las balanzas. Pan de sándwiches, queso y jamón cocido encabezaban la lista de lo más vendido. 
Sobre la avenida San Martín, una decena de carros se ubicaron para ofrecer bolsa de papa frita de medio kilo, mientras que en la vereda los vendedores ambulantes -sobre todo de indumentaria y juguetes- colocaban sus mercadería a los clientes que seguían bajando de todas las líneas de colectivos. 

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Desde las 9, los colectivos de los distintos puntos de la ciudad con destino al centro comercial iban cargados de personas que no sabían cómo hacer rendir las horas del día para poder cumplir con todos los compromisos. 
“Los salteños tenemos la costumbre de dejar para último momento las compras para las fiestas. Esperábamos esto, por eso ya nos avisaron que haremos horario corrido”, contó Vanesa, quien atiende un local de ropa para damas en una galería del centro. 
Como Vanesa, cientos de empleados de comercio y dueños de locales decidieron mantener las puertas abiertas en el tradicional horario de la siesta para que los salteños puedan completar la lista de los ingredientes para preparar las cena de Nochebuena y dejar las cartas a Papá Noel. 
Cerca de las 11, los vendedores de las fiambrerías corrían entre la heladera, la máquina de cortar y las balanzas. Pan de sándwiches, queso y jamón cocido encabezaban la lista de lo más vendido. 
Sobre la avenida San Martín, una decena de carros se ubicaron para ofrecer bolsa de papa frita de medio kilo, mientras que en la vereda los vendedores ambulantes -sobre todo de indumentaria y juguetes- colocaban sus mercadería a los clientes que seguían bajando de todas las líneas de colectivos. 

Un escenario similar se podía ver en las jugueterías donde las empleadas recibían los pedidos escritos en pequeños manuscritos con dibujos o con fotos enviadas por celular. Era la lista de los personajes, muñecos y juegos que los chicos vieron en la tele y le pidieron a Papá Noel. 
Las casa de electrodomésticos o dedicados la venta de tecnología no dejaban de despachar clientes con celulares, tablets, parlantes, lentes de realidad virtual y más. 
Pasadas las 14, algunos comercios cerraron sus puertas, mientras que los de indumentaria, calzado, joyería, juguetes, electrónica y alimentos mantenían el ritmo de atención que tuvieron desde las primeras horas. Los vendedores ambulantes ofrecían juguetes y ropas, cuando las primeras gotas empezaron a caer. En menos de cinco minutos, el cielo pareció derrumbarse y las avenidas del centro comercial se transformaron en río. Las filas de gente que salían de los comercios se amontonaban en las puertas de ingreso, mientras que los manteros y carros tuvieron que buscar refugio en los aleros de los comercios y comenzaron a guardar su mercadería. Pese a la lluvia las ventas se mantuvieron firmes hasta las 15, para bajar con al renovación de clientes con los que decidieron salir a la tarde a completar las compras.

 

 


Desde las 18, el escenario del centro fue mucho más tranquilo, los vendedores de paraguas se multiplicaron, pero las galerías y comercios ya no mostraban las largas filas que se pudo ver en la mañana e incluso en las primeras horas después del mediodía. 
Si bien la lluvia frenó la llegada de clientes de la tarde, los vendedores avisaron un domingo movido. 
 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD