Una joven de 28 años fue mordida por un alacrán el jueves último a las 14 en el barrio Arturo Illia, en la zona sur de la ciudad. Su madre contó a El Tribuno que, desesperada, se comunicó con el 911 para pedir asistencia. El empleado que la atendió le dijo que fuera a la salita más cercana. “Las salitas no tienen nada”, se lamentó la señora. Intentó comunicarse con el teléfono de emergencia de su prepaga de salud, pero no recibió respuesta.
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Una joven de 28 años fue mordida por un alacrán el jueves último a las 14 en el barrio Arturo Illia, en la zona sur de la ciudad. Su madre contó a El Tribuno que, desesperada, se comunicó con el 911 para pedir asistencia. El empleado que la atendió le dijo que fuera a la salita más cercana. “Las salitas no tienen nada”, se lamentó la señora. Intentó comunicarse con el teléfono de emergencia de su prepaga de salud, pero no recibió respuesta.
Alarmada por el dolor que sentía su hija, llamó a un remís y fue hasta el hospital Papa Francisco, cabecera de la zona sur. En la guardia esperó un rato y como le dijeron que la demora podía ser de una hora, le recomendaron que fuera a una clínica privada.
Con el dolor que avanzaba por el cuerpo llegaron en el remís a un sanatorio privado del macrocentro. Allí le recomendaron ir al hospital Del Milagro, que es el referente para casos de picadura de alacrán. El contador del remís ya marcaba $300.
Una vez que ingresaron en el centro sanitario, la chica fue internada. Los especialistas analizaron el animal, que ellas habían podido atrapar, e hicieron exámenes a la joven. Como tenía baja toxicidad, recibió el alta entre cuatro y cinco horas después.
Esta odisea para conseguir atención tuvo final feliz porque no se trataba de un bebé, de una persona anciana o de una familia de escasos recursos. “Si en ese momento no tenés dinero y es un bebé, se muere”, comentó con bronca la madre de la joven. “No todos tienen la posibilidad -menos a fin de mes- de pagar un remís. ¿Qué pasa con el que no puede pagar? No piensan en esa persona”, dijo. La mujer sostuvo que el personal de 911 debería contemplar esta situación y ofrecerse a enviar una ambulancia.
Cuidar a los vecinos
“El Estado podría amparar un poco a este y a todos los barrios”, valoró la vecina, tras notar que en el hospital Del Milagro había otras dos chicas también de la zona sur.
“Me parece que, si estamos ante un lugar donde hay bastantes alacranes, deberían desinfectar. Nosotros nos encargamos de hacerlo dentro de la casa”, observó.
No hay estadísticas
No hay datos estadísticos provinciales sobre la cantidad de personas que sufrieron picaduras de alacrán. Así lo confirmaron la Dirección General de Estadísticas y la Dirección General de Coordinación Epidemiológica de la Provincia de Salta.
El hospital Del Milagro, referente en este tema para adultos, registra alrededor de 30 casos en lo que va del año. Durante 2016 recibió a 240 usuarios, de los cuales ocho debieron recibir el suero específico antiescorpión.
Marta Ojeda, médica y jefa del Programa de Vigilancia Epidemiológica de este centro sanitario, explicó a El Tribuno que hace muchos años atienden estos casos y valoró que es normal que haya habido cerca de 30 casos en lo que va de 2017.
Cuando ingresa un usuario por picadura de escorpión, el hospital debe comunicarlo al Grand Bourg, donde está la sede del Gobierno provincial.
Qué hay que hacer
La experta contó que la especie más común de alacrán que se ve cuando atienden a los usuarios es Tityus trivittatus. Este escorpión, de color castaño claro, posee pinzas largas y finas y en el dorso del cefalotórax, tres líneas longitudinales oscuras. Debajo del aguijón tiene un apéndice anexo.
“Si es adulto, el usuario viene al hospital, se lo revisa y se le da medicación preventiva. Queda en observación por 24 horas y, si se descompensa, se aplica suero específico. Si se trata de un niño o de una niña, urgente al hospital Materno Infantil”, relató y observó que los accidentes graves son con esta población.
Desde el Servicio de Epidemiología del hospital San Bernardo, a cargo de Greta Jurgelenas, se recomienda tener especial cuidado cuando se examinan lugares oscuros y húmedos ya que los escorpiones pueden encontrarse en áreas rurales (debajo de cortezas de árboles, piedras, ladrillos) o urbanas (sótanos, túneles, depósitos, cámaras subterráneas).
Proponen seguir una serie de recomendaciones (a continuación) para cuidar el ambiente habitado. Como última alternativa proponen aplicar plaguicidas de baja toxicidad.