El duro revés que tuvieron los candidatos del oficialismo en las últimas elecciones legislativas, obligó al gobernador Juan Manuel Urtubey a dar un golpe de mano a dos años de terminar administración, con dirección a un rumbo de mayor eficiencia y austeridad en el manejo de los recursos públicos, que fue la propuesta elegida por la mayoría de los salteños en los comicios.
inicia sesión o regístrate.
El duro revés que tuvieron los candidatos del oficialismo en las últimas elecciones legislativas, obligó al gobernador Juan Manuel Urtubey a dar un golpe de mano a dos años de terminar administración, con dirección a un rumbo de mayor eficiencia y austeridad en el manejo de los recursos públicos, que fue la propuesta elegida por la mayoría de los salteños en los comicios.
Las reformas que implementó se deben entender, también, en el contexto del déficit económico que viene sobrellevando la Provincia desde hace dos años y la necesidad de empezar a equilibrar las cuentas.
Para tener una aproximación de la magnitud de los problemas financieros, hay que recordar que este año el Gobierno solicitó nueve series de créditos cortos que sumaron casi $6 mil millones para pagar sueldos y servicios. Esa deuda se saldó hasta el 28 de diciembre pasado con un interés acumulado de $372 millones.
El cambio vino de la mano de una reestructuración del Gabinete provincial. Se redujeron de 12 a 10 los ministerios, de 55 a 44 las secretarías y se ordenó achicar en un 20% la estructura total del Estado. Las medidas, según explicaron desde el Gobierno, son consecuencia directa del Pacto Fiscal firmado entre las provincias y Nación.
Se inició, además, un proceso de achicamiento de la planta del Estado, que este año contó con 72 mil agentes. El gobernador aclaró que no serán afectados empleados de planta permanente y contratados, pero firmó un decretó desafectando a todo el personal de agrupación política. Además se empezó a acelerar el trámite jubilatorio de dos mil trabajadores.
Hubo reemplazos de figuras en el gabinete. Asumieron, el 21 de noviembre pasado, Fernando Yarade como jefe de Gabinete y Marcelo López Arias como ministro de Gobierno,Derechos Humanos y Justicia. Juan Manuel Lavallén, asumió en Cultura, Turismo y Deportes; Paula Bibini, en Ambiente, Trabajo y Producción; Edith Cruz, en Asuntos Indígenas y Desarrollo Social y Emiliano Estrada, en Economía.
Apenas juraron, todos los funcionarios coincidieron en que las carteras tienen que ser más eficientes y, como reclamó el gobernador, más austeras.
Casi 20 días antes de esa ceremonia, Carlos Parodi, quien era jefe de Gabinete y durante 10 años fue la mano derecha de Urtubey, anunció su renuncia. Manifestó, del mismo modo, su intención de ser candidato a gobernador, una expresión que dejó descolocado a más de uno.
En el sector privado, y con la intención de conseguir más recursos, se aumentaron las alícuotas del impuesto ingresos brutos al comercio, la construcción y los servicios de salud. El Gobierno, a su vez, lanzó una moratoria para tratar de lograr ingresos por 200 millones de pesos. La deuda total de los contribuyentes asciende a 370 millones de pesos.
.
.
.
.