Enclavado en los Valles Calchaquíes, Cafayate se destaca desde hace tiempo por el reconocimiento nacional e internacional que tienen sus vinos. Esta localidad, ubicada al sudoeste de Salta, tiene una gran virtud, que básicamente, se la llama "terroir". Es una combinación del clima, los suelos y la gente, que hace que sus vinos presenten un gran carácter, sean de fuerte personalidad y de una alta calidad.
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Enclavado en los Valles Calchaquíes, Cafayate se destaca desde hace tiempo por el reconocimiento nacional e internacional que tienen sus vinos. Esta localidad, ubicada al sudoeste de Salta, tiene una gran virtud, que básicamente, se la llama "terroir". Es una combinación del clima, los suelos y la gente, que hace que sus vinos presenten un gran carácter, sean de fuerte personalidad y de una alta calidad.
La gente de la industria vitivinícola viene trabajando bien desde hace años, lo que garantiza una uva equilibrada y de buena calidad. Con unos suelos muy bien conformados y su clima que es limpio y puro, sin contaminación, hacen que Cafayate sea el lugar ideal para los vinos en Argentina.
En diálogo con El Tribuno, el destacado enólogo Francisco "Paco" Puga, de la bodega El Porvenir, comentó que se están logrando muy buenos vinos en los valles, ya que son más modernos, más fáciles de tomar y que no pierden la tipicidad. "El vino de Cafayate hoy está mejor visto que antes. Hay un cambio en los últimos 10 años en su elaboración y están teniendo su reconocimiento a través de los puntajes, las buenas críticas de periodistas internacionales y las publicaciones que hablan muy bien del vino salteño", destacó Puga.
Consumo
"Paco" Puga precisó que la producción de vinos cafayateños es una fracción muy chica dentro de Argentina. "Salta es el 2% de la producción nacional", precisó el enólogo, aunque aclaró que a nivel de exportación el porcentaje repunta y llega al 7%. El porcentaje nacional incluye todos los vinos, el de mesa y los vinos de primer precio. Si depuramos esa lista y solo consideramos a los vinos de mediana a alta gama, que Salta se especializa en ese segmento, llega al 10%. Lo mismo pasa en la exportación, si solo tomamos vinos de un buen precio, la provincia pasa a ocupar un rol muy importante, que puede llegar hasta el 20% en algunos segmentos.
Evolución de Cafayate
"Paco" Puga comentó que cuando llegó en el 2001 a Cafayate había muy pocas bodegas con tecnología y pocos viñedos preparados para elaborar vinos de calidad. Aclaró que con el tiempo se fue incorporando calidad y se renovaron los viñedos. "Antes estaban los antiguos parrales, que es un sistema de producción un poco masivo. Se cosechaba al mismo tiempo, lo cual no es bueno, porque no todas las uvas tienen el mismo tiempo de cosecha, entonces los vinos eran rústicos y un poco agresivos; pero eso fue cambiando. Se empezó a trabajar con gente del exterior, como Michel Rolland, Paul Hobbs, y a nivel nacional con personas de mucho prestigio como Daniel Pi, Roberto de la Mota, Jorge Riccitelli", destacó el especialista. Todas estas estrellas hicieron que Salta tenga esa transformación que ha tenido en los últimos 15 años.
El Porvenir
Con el fin de contar con vinos de excelencia, que se adapten a las exigencias de los consumidores del país y el mundo, El Porvenir incorporó a "Paco" Puga al equipo enológico de la bodega, compuesto por el Ingeniero Agrónomo Daniel Guillén y el asesor externo Paul Hobbs. Puga, en octubre de 2016 comenzó a trabajar en la bodega. Contó que el objetivo de la empresa es tener un crecimiento en el mercado. Hoy su producción llega a 250.000 botellas de comercialización anuales y pretenden llegar a 400.000. "Por supuesto que no va a ser en un año, a lo mejor será de acá a tres años", expresó el especialista.
La empresa tiene fincas propias con una producción de 850.000 kilos de uva, lo cual garantiza un producto muy bueno y eso respalda la calidad del producto final.
Enólogo
El enólogo tiene una función bastante importante en la producción del vino, como el ingeniero agrónomo en la producción de las uvas; son dos puestos fundamentales para que la elaboración sea de calidad. Sin buena uva no hay buen vino, y el enólogo tiene que tratar de interpretar el terruño, la uva, el clima y tomar la decisión de los momentos de cosecha, algo fundamental para elaborar un buen vino.
"Paco" Puga destacó además que para la creación de un buen producto debe existir tecnología, buena diagramación de las bodegas y afianzar el trabajo con la gente. "Una parte clave de la enología es cómo se trabaja con las personas, porque yo puedo tener en mi mente una idea de cómo elaborar, de cómo diagramar una cosecha, pero si no está bien ejecutado eso se puede llegar a perder", finalizó el especialista.
El Amauta, pionero de la tapa a rosca
En el mundo, esta forma de tapón comenzó a utilizarse hace muchos años.
Cada vez más, a nivel global, la tapa a rosca comenzó a ser más utilizada por las bodegas. Como todo producto innovador, tiene sus detractores y promotores, pero lo innegable es que esta forma de tapón gana cada vez más terreno dentro de la industria del vino. En el país quedó en la percepción de que los vinos con tapa a rosca eran de mala calidad, pero en el mundo la realidad es completamente distinta. “Paco” Puga comentó que solo en Argentina se usaba para ese motivo y que en otros países ya se venía trabajando para garantizar la calidad de los vinos, una cosa totalmente al revés que acá.
“Paco” Puga explicó a El Tribuno que la tapa a rosca es una tendencia mundial y el vino Amauta fue pionero en su utilización. “Es la que ha hecho pie en trabajar todas sus líneas, todos sus vinos, blancos y tintos con tapa a rosca para garantizar que esos vinos puedan estar tres o cuatro años en un estado casi intacto de la incidencia del oxígeno, que es lo que va haciendo que el vino evolucione más rápido”, explicó el enólogo de la bodega. Quién además aclaró que la incidencia de este método es favorable, porque hay vinos como los blancos, que se quieren preservar continuando la frescura durante mucho tiempo pero sin la contaminación del corcho, que por ahí suele pasar en algunos vinos.
La tapa a rosca también se usa mucho para vinos tintos jóvenes, ayudan a preservar la frescura y la tipicidad de esos vinos. Australia fue el país pionero en la utilización de la tapa a rosca y hace mucho tiempo que están trabajando con este tapón.
“Hay vinos preparados como el Laborum, que por su estructura de vino y su crianza en roble necesitan un corcho natural para que sí tengan ese intercambio de oxígeno, que sigan con su crianza y evolución. La tapa a rosca es un trabajo fundamental para líneas de vinos jóvenes. Aparte tiene una practicidad porque se conserva mejor cuando es abierta”, destacó el reconocido enólogo.