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“La clave será que no haya un crecimiento real de los salarios”

Ariel Barraud, economista del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf)
Sabado, 30 de diciembre de 2017 20:48

Sostiene que reducir el gasto no es gastar menos, sino que éste no supere a la inflación. Considera que la llave para reducir el déficit es que los salarios de los empleados estatales no tengan un “crecimiento real” el próximo año. Ariel Barraud, economista del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), habló con El Tribuno sobre la realidad fiscal que no solo preocupa a las provincias sino también a la Casa Rosada. 
 
¿Cómo evalúa el cierre de las cuentas públicas provinciales? 
Este año las provincias tuvieron un crecimiento en sus gastos superior a los ingresos, por eso hay una repetición de déficit. Esto ya se había visto en el 2016. Cuando uno suma todas las provincias, no es el mismo porcentaje que el Estado nacional. Se llega al 0,6 o 0,7 del producto bruto interno, pero es un valor que sigue siendo elevado. Estamos hablando de un resultado primario, si se le agregan los intereses, el resultado fiscal es más grande. También hemos visto que las provincias han accedido al endeudamiento, lo que genera al mismo tiempo un aumento en la cuenta de intereses. 
En este escenario, hay una necesidad, tanto a nivel nacional como provincial, de que las cuentas fiscales vayan mostrando un sendero de mayor equilibrio. No es que lo harán inmediatamente el año que viene, pero hay una sintonía de política gradual del Gobierno nacional. 

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Sostiene que reducir el gasto no es gastar menos, sino que éste no supere a la inflación. Considera que la llave para reducir el déficit es que los salarios de los empleados estatales no tengan un “crecimiento real” el próximo año. Ariel Barraud, economista del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), habló con El Tribuno sobre la realidad fiscal que no solo preocupa a las provincias sino también a la Casa Rosada. 
 
¿Cómo evalúa el cierre de las cuentas públicas provinciales? 
Este año las provincias tuvieron un crecimiento en sus gastos superior a los ingresos, por eso hay una repetición de déficit. Esto ya se había visto en el 2016. Cuando uno suma todas las provincias, no es el mismo porcentaje que el Estado nacional. Se llega al 0,6 o 0,7 del producto bruto interno, pero es un valor que sigue siendo elevado. Estamos hablando de un resultado primario, si se le agregan los intereses, el resultado fiscal es más grande. También hemos visto que las provincias han accedido al endeudamiento, lo que genera al mismo tiempo un aumento en la cuenta de intereses. 
En este escenario, hay una necesidad, tanto a nivel nacional como provincial, de que las cuentas fiscales vayan mostrando un sendero de mayor equilibrio. No es que lo harán inmediatamente el año que viene, pero hay una sintonía de política gradual del Gobierno nacional. 

¿El 2017 fue el pico del déficit?
Sí, exactamente. 

¿La implementación del consenso fiscal que firmaron las provincias con el Gobierno nacional puede seriamente reducir el desequilibrio? Años anteriores hubo otros pactos pero no se cumplieron...
Hay que tener en cuenta que el consenso fiscal es una de las piezas de todo un entramado de leyes que tienen efectos fiscales y económicos. Las provincias lo sitúan al consenso fiscal dentro de la reforma tributaria y la ley de responsabilidad fiscal. Es cierto, ya hubo otros consensos, pero lo novedoso de éste es que se hace en un marco general donde hay reformas. En el marco de la responsabilidad fiscal, se les pide determinadas metas a los gobiernos, que tienen que ver con los gastos. Es como un movimiento de pinzas: por un lado con el consenso y la reforma tributaria, y por otro, se apunta a que el gasto no crezca por encima de la inflación. Un escenario de crecimiento es fundamental para que las políticas tengan éxito, así habrá una reducción del peso del gasto público a todo nivel, y concretamente a nivel provincial. 

El Gobierno admitió que la inflación tardará en bajar; a su vez, las tasas de crecimiento son bajas. ¿Esto no inciden en los planes de contención del gasto?
En realidad, se prevé un crecimiento del gasto en línea con la inflación. Ahora está relajada la meta inflacionaria, sería mayor a lo que se pensaba. Si el gasto crece solo con la inflación, en un contexto con crecimiento bajo, del 3,5 por ciento que es el objetivo, empezará a caer el ratio, el cociente entre gasto y producto. Entonces cae el peso del Estado en el tamaño de la economía. Obviamente que será gradual, más aún con un crecimiento moderado y una inflación alta. 

¿Cómo pueden hacer las provincias para reducir el déficit sin despidos? 
No se habla de que el gasto caiga, sería muy difícil de lograr en un contexto en el que se mantiene un determinado tamaño de planta. Supongamos que no se reducirá, aun cuando se considera bastante elevado. Hoy más del 50 por ciento del gasto de las provincias va para personal, pero también es cierto que las provincias tienen mucha fuerza laboral: seguridad, salud y educación. La clave será que los acuerdos salariales se mantengan en línea con la inflación: que no se les pague más a los empleados públicos de lo que sube la inflación, que no haya un crecimiento real de esa masa salarial. Es la forma de controlar que el gasto real se mantenga constante, en un contexto además que no sea necesario un ajuste en puestos de trabajo. 
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