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El Consejo de Seguridad le dio la espalda a EEUU por su reconocimiento a Jerusalén

EEUU quedó aislado en una reunión del Consejo de Seguridad convocada tras la decisión del presidente, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como capital de Israel, hecho que ha desatado una oleada de protestas y condenas internacionales. 
Viernes, 08 de diciembre de 2017 19:54

Estados Unidos quedó hoy aislado en una reunión del Consejo de Seguridad convocada tras la decisión del presidente, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como capital de Israel, lo que ha desatado una oleada de protestas y condenas internacionales. 
Todos los presentes, excepto el representante de Israel, subrayaron que la decisión viola las resoluciones de la ONU y expresaron su preocupación ante la posibilidad de una escalada violenta. 
Ante la ola de criticas, la embajadora estadounidense, Nicky Haley, intentó rebajar el tono a las declaraciones de su jefe.
En un inusual tono moderado, Haley aseguró que el traslado de la embajada desde Tel Aviv a la ciudad santa, es "simple sentido común", ya que allí están ubicadas las sedes de los tres poderes israelíes. 
Según la embajadora estadounidense, con su anuncio, Washington no tomó una decisión sobre los límites o las fronteras, ni introdujo cambios sobre la administración de los lugares sagrados, ni predeterminó los temas de un acuerdo final.
"Seguimos comprometidos con lograr un acuerdo de paz duradero. Apoyamos una solución de dos estados si las partes lo acuerdan", aseguró la Haley, en linea con lo expresado por Trump desde su llegada a la Casa Blanca.
Estados Unidos siempre ha apoyado la llamada solución de los dos Estados, la única propuesta de paz sobre la que hay consenso internacional.
Sin embargo, al llegar al poder, Trump rompió con una política de estado de 70 años al declarar que Estados Unidos apoyará esa solución sólo si los dos lados acuerdan eso. 
"Estados Unidos tiene el coraje y la verdadera comprensión de la justicia para declarar oficialmente lo que siempre se ha sabido: que Jerusalén ha sido y siempre será la capital de Israel", dijo la única voz a favor de Washington, Danny Danon, el embajador israelí. 
Jerusalén Este fue anexada por Israel en 1980, en un movimiento que no fue reconocido por la comunidad internacional.
A partir de entonces, los sucesivos gobiernos israelíes comenzaron a construir viviendas en los alrededores y en partes claves para consolidar su control sobre la ciudad, que también es vigilada por sus fuerzas de seguridad.
El reconocimiento estadounidense tocó el centro más sensible de los reclamos históricos de los palestinos y afectó uno de los simbólicos religiosos y culturales más importantes del mundo islámico: la Ciudad Vieja de Jerusalén. 
En consecuencia, la lluvia de críticas, repudios y advertencias llegaron desde todos los continentes. 
En videoconferencia desde Jerusalén, el representante de la ONU para Medio Oriente, el ruso Nickolay Mladenov, alertó sobre los riesgos de que haya una escalada violenta.
"Cualquier decisión unilateral menoscaba los esfuerzos para la paz. Y tengo que decirlo, estoy preocupado por el riesgo de una escalada violenta”, aseveró el representante de la ONU y agregó que la noticia causó "mucha indignación entre los palestinos y ansiedad en Medio Oriente y más allá".
Recordó que el movimiento islamista Hamas llamó a una "tercera intifada" a partir de hoy y se refirió a las protestas en Gaza, donde en las últimas horas murieron dos palestinos y más de 300 resultaron heridos por los disturbios que estallaron tras el anuncio de Trump.
Por su parte, el embajador palestino ante la ONU, Riad Mansour, lamentó que Washington decida "premiar la impunidad de Israel", algo que debería costarle una descalificación para cumplir cualquier rol de liderazgo en los esfuerzos para alcanzar una solución al conflicto.
Asimismo, subrayó que el anuncio de Trump viola el "estatus legal, político e histórico de Jerusalén, los derechos de los pueblos palestinos y las legítimas aspiraciones nacionales".
Además de los 15 miembros del Consejo de Seguridad, de la sesión participaron Palestina, Israel y Jordania, este último por ser el custodio de los lugares sagrados musulmanes de la ciudad vieja de Jerusalén.
Al final de la reunión, que culminó sin una resolución o un comunicado oficial, cinco naciones europeas emitieron un mensaje colectivo, según reprodujo la agencia de noticias EFE.
"El estatus de Jerusalén debe ser determinado mediante negociaciones entre israelíes y palestinos que conduzcan a un acuerdo sobre el estatus final. Ha sido una constante posición de los miembros de la Unión Europea que, como parte de ese marco, Jerusalén básicamente debería ser la capital tanto del estado israelí como del palestino", sostuvieron en el texto.
"Hasta entonces no reconocemos soberanía sobre Jerusalén", sentenciaron.

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Estados Unidos quedó hoy aislado en una reunión del Consejo de Seguridad convocada tras la decisión del presidente, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como capital de Israel, lo que ha desatado una oleada de protestas y condenas internacionales. 
Todos los presentes, excepto el representante de Israel, subrayaron que la decisión viola las resoluciones de la ONU y expresaron su preocupación ante la posibilidad de una escalada violenta. 
Ante la ola de criticas, la embajadora estadounidense, Nicky Haley, intentó rebajar el tono a las declaraciones de su jefe.
En un inusual tono moderado, Haley aseguró que el traslado de la embajada desde Tel Aviv a la ciudad santa, es "simple sentido común", ya que allí están ubicadas las sedes de los tres poderes israelíes. 
Según la embajadora estadounidense, con su anuncio, Washington no tomó una decisión sobre los límites o las fronteras, ni introdujo cambios sobre la administración de los lugares sagrados, ni predeterminó los temas de un acuerdo final.
"Seguimos comprometidos con lograr un acuerdo de paz duradero. Apoyamos una solución de dos estados si las partes lo acuerdan", aseguró la Haley, en linea con lo expresado por Trump desde su llegada a la Casa Blanca.
Estados Unidos siempre ha apoyado la llamada solución de los dos Estados, la única propuesta de paz sobre la que hay consenso internacional.
Sin embargo, al llegar al poder, Trump rompió con una política de estado de 70 años al declarar que Estados Unidos apoyará esa solución sólo si los dos lados acuerdan eso. 
"Estados Unidos tiene el coraje y la verdadera comprensión de la justicia para declarar oficialmente lo que siempre se ha sabido: que Jerusalén ha sido y siempre será la capital de Israel", dijo la única voz a favor de Washington, Danny Danon, el embajador israelí. 
Jerusalén Este fue anexada por Israel en 1980, en un movimiento que no fue reconocido por la comunidad internacional.
A partir de entonces, los sucesivos gobiernos israelíes comenzaron a construir viviendas en los alrededores y en partes claves para consolidar su control sobre la ciudad, que también es vigilada por sus fuerzas de seguridad.
El reconocimiento estadounidense tocó el centro más sensible de los reclamos históricos de los palestinos y afectó uno de los simbólicos religiosos y culturales más importantes del mundo islámico: la Ciudad Vieja de Jerusalén. 
En consecuencia, la lluvia de críticas, repudios y advertencias llegaron desde todos los continentes. 
En videoconferencia desde Jerusalén, el representante de la ONU para Medio Oriente, el ruso Nickolay Mladenov, alertó sobre los riesgos de que haya una escalada violenta.
"Cualquier decisión unilateral menoscaba los esfuerzos para la paz. Y tengo que decirlo, estoy preocupado por el riesgo de una escalada violenta”, aseveró el representante de la ONU y agregó que la noticia causó "mucha indignación entre los palestinos y ansiedad en Medio Oriente y más allá".
Recordó que el movimiento islamista Hamas llamó a una "tercera intifada" a partir de hoy y se refirió a las protestas en Gaza, donde en las últimas horas murieron dos palestinos y más de 300 resultaron heridos por los disturbios que estallaron tras el anuncio de Trump.
Por su parte, el embajador palestino ante la ONU, Riad Mansour, lamentó que Washington decida "premiar la impunidad de Israel", algo que debería costarle una descalificación para cumplir cualquier rol de liderazgo en los esfuerzos para alcanzar una solución al conflicto.
Asimismo, subrayó que el anuncio de Trump viola el "estatus legal, político e histórico de Jerusalén, los derechos de los pueblos palestinos y las legítimas aspiraciones nacionales".
Además de los 15 miembros del Consejo de Seguridad, de la sesión participaron Palestina, Israel y Jordania, este último por ser el custodio de los lugares sagrados musulmanes de la ciudad vieja de Jerusalén.
Al final de la reunión, que culminó sin una resolución o un comunicado oficial, cinco naciones europeas emitieron un mensaje colectivo, según reprodujo la agencia de noticias EFE.
"El estatus de Jerusalén debe ser determinado mediante negociaciones entre israelíes y palestinos que conduzcan a un acuerdo sobre el estatus final. Ha sido una constante posición de los miembros de la Unión Europea que, como parte de ese marco, Jerusalén básicamente debería ser la capital tanto del estado israelí como del palestino", sostuvieron en el texto.
"Hasta entonces no reconocemos soberanía sobre Jerusalén", sentenciaron.

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