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Manuel Cornejo: "Nuestro eje de trabajo está dirigido a productores y obras inmediatas"

Viernes, 10 de febrero de 2017 01:30
Manuel Cornejo 
Con situaciones extremas en las que la naturaleza fue protagonista, Campo Quijano sufrió recientemente un alud de barro y piedras (en la noche del 15 de enero) y, muy por el contrario, desde hace cinco años padece una sequía que afecta sensiblemente a los pequeños productores de esta vasta zona.
Sobre 5.100 km2 que tiene el departamento Rosario de Lerma, 4.053 km2 pertenecen al municipio de Campo Quijano. Se inicia en la iglesia de San Luis para continuar por La Merced chica, La Silleta y El Encón hasta llegar al pueblo, que se estima ya alcanza los 30 mil habitantes. Y continúa por los cerros con 22 parajes, y 18 escuelas con punto central en El Alfarcito.
La falta de nevadas impidió el flujo de agua en la alta cuenca, en las nacientes de los ríos Toro y Arenales, en Potrero de Uriburu. Esto provocó la conformación de una mesa de trabajo entre comunidades y funcionarios para buscar soluciones inmediatas. Es el tema de especial preocupación del intendente Manuel Cornejo, quien en diálogo con El Tribuno explicó al respecto.
¿Cual es la acción concreta para ayudar a los productores?
El próximo miércoles 15, a las 11, en la Casa de la Cultura de Quijano, invitamos a todas las comunidades de los cerros a una mesa de trabajo con el ministro de Ambiente, Javier Montero. Estará también el secretario de Asuntos Agrarios, Flavio Aguilera, quien citará a técnicos del INTA y Senasa para avanzar en las alternativas para la producción agrícola y de ganado menor de la zona. Cinco años sin lluvias ni nieve en los nevados de Chañi y Acay, que mantienen la provisión de agua, perjudicaron los cultivos de prepuna, como papa de los cerros, papa andina, habas, maíz capia, ganado caprino y en menor escala el bovino.
Paradójicamente, luego hubo una tormenta extrema que provocó un alud y se cobró dos vidas...
Efectivamente, hubo una carga de agua enorme y por eso encaramos de inmediato el encauzamiento del río Incamayo, que nace cerca de Abra de la Cruz, donde vivían estos vecinos. El curso de agua es afluente del Toro y desemboca a la vera de la ruta nacional 51. Es allí donde, con maquinaria contratada por el municipio y mano de obra del lugar, se están haciendo defensas y gaviones, porque también sufrieron daños otras viviendas y una capilla. Los trabajos están muy avanzados y este martes nos reunimos con los pobladores de los cerros y las autoridades provinciales.
¿Cuáles son las comunidades que participan?
No quiero olvidarme de ninguna. Por la ruta 51 El Mollar, El Alisal, Incamayo, El Gólgota, Gobernador Manuel Solá, El Alfarcito, Santa Rosa de Tastil, Las Cuevas. Luego, por una ruta provincial que se abre en Puerta de Tastil, le sigue San Bernardo de las Zorras, El Rosal, Potrero de Chañi, Finca El Toro y El Palomar. Se suma Pascha y, por Payogasta (Cachi) a la altura de la Recta de Tin Tin, accedemos a Cerro Negro y Las Mesadas. Para ayudar a los pequeños productores, recibimos forraje: 600 bolsas de maíz y 1.200 pellets de alfa, que terminaremos de entregar el 15. Primero la seca y luego el alud, nos convocan a un trabajo inmediato de asesoramiento técnico y aporte de insumos.
La situación habla a las claras de la necesidad de obras de infraestructura importantes...
Como la de El Candado, que es un trabajo con fondos de Vialidad Nacional, de una magnitud increíble. Son 22 kilómetros de la ruta 51 que debían resolverse, porque el arroyo El Candado corta al río Toro y desborda y, en sector de cornisa, desmorona el cerro cortando la comunicación. Allí se está haciendo un viaducto de 382,5 metros, 10 metros de ancho y descansa sobre columnas de 2 metros de diámetro. Es un puente en curva sobre dos ríos. Con esto se soluciona ese tapón, el último que necesita la ruta nacional hacia el Paso de Sico y, por allí, sacar producción salteña y argentina al puerto chileno de Mejillones.
Con los fondos del Bicentenario, ¿que prioridades estableció?
Tenemos asignados 12 millones de pesos y está en proceso de licitación la compra de un camión compactador de residuos, por un monto de $1,7 millón. Con el único vehículo que tenemos no es suficiente para cubrir el servicio por la cantidad de sectores, que luego depositamos en el vertedero San Javier.
También por $1,7 millón está proyectada la construcción de un salón velatorio en La Silleta, en un sector de la delegación municipal.
Ya firmamos convenio por asfalto y tratamiento bituminoso doble en Quijano, porque algunas calles, como la Gemes y otras transversales ya cumplieron su vida útil y necesitan asfalto.
También invertimos esos recursos en construcción de cordón cuneta en el pueblo y en La Silleta.
Debo señalar que, dentro de los fondos del Bicentenario, pero mediante convenios con las secretarías de Asuntos Municipales y de Asuntos Hídricos, hicimos el encauzamiento total del arroyo Los Nogales (La Silleta), que evitó que se inunde la zona. La naciente es en los cerros de finca La Falda y pasa por el pueblo y es el afluente principal del río Ancho, por lo que en su curso llegó a cortar la ruta 51. Este año no se desbordó ni inundó viviendas como otros años. Se invirtió $1,3 millón en la obra. Trabajamos también en el encauzamiento del río Toro, a la altura de los barrios San Jorge y San Roque, de Quijano. Un convenio por un monto de $1,2 millón es para la obra de conducción de agua en el loteo municipal, que tiene 453 terrenos, ya entregados. Ya tiene tendido de energía, alumbrado público y se construyó un acueducto desde Quijano hasta el barrio, ubicado en la ruta provincial 23 que une con Rosario de Lerma, y ahora está en ejecución la red interna. Sumamos la construcción de viviendas también a cargo del municipio.
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Con situaciones extremas en las que la naturaleza fue protagonista, Campo Quijano sufrió recientemente un alud de barro y piedras (en la noche del 15 de enero) y, muy por el contrario, desde hace cinco años padece una sequía que afecta sensiblemente a los pequeños productores de esta vasta zona.
Sobre 5.100 km2 que tiene el departamento Rosario de Lerma, 4.053 km2 pertenecen al municipio de Campo Quijano. Se inicia en la iglesia de San Luis para continuar por La Merced chica, La Silleta y El Encón hasta llegar al pueblo, que se estima ya alcanza los 30 mil habitantes. Y continúa por los cerros con 22 parajes, y 18 escuelas con punto central en El Alfarcito.
La falta de nevadas impidió el flujo de agua en la alta cuenca, en las nacientes de los ríos Toro y Arenales, en Potrero de Uriburu. Esto provocó la conformación de una mesa de trabajo entre comunidades y funcionarios para buscar soluciones inmediatas. Es el tema de especial preocupación del intendente Manuel Cornejo, quien en diálogo con El Tribuno explicó al respecto.
¿Cual es la acción concreta para ayudar a los productores?
El próximo miércoles 15, a las 11, en la Casa de la Cultura de Quijano, invitamos a todas las comunidades de los cerros a una mesa de trabajo con el ministro de Ambiente, Javier Montero. Estará también el secretario de Asuntos Agrarios, Flavio Aguilera, quien citará a técnicos del INTA y Senasa para avanzar en las alternativas para la producción agrícola y de ganado menor de la zona. Cinco años sin lluvias ni nieve en los nevados de Chañi y Acay, que mantienen la provisión de agua, perjudicaron los cultivos de prepuna, como papa de los cerros, papa andina, habas, maíz capia, ganado caprino y en menor escala el bovino.
Paradójicamente, luego hubo una tormenta extrema que provocó un alud y se cobró dos vidas...
Efectivamente, hubo una carga de agua enorme y por eso encaramos de inmediato el encauzamiento del río Incamayo, que nace cerca de Abra de la Cruz, donde vivían estos vecinos. El curso de agua es afluente del Toro y desemboca a la vera de la ruta nacional 51. Es allí donde, con maquinaria contratada por el municipio y mano de obra del lugar, se están haciendo defensas y gaviones, porque también sufrieron daños otras viviendas y una capilla. Los trabajos están muy avanzados y este martes nos reunimos con los pobladores de los cerros y las autoridades provinciales.
¿Cuáles son las comunidades que participan?
No quiero olvidarme de ninguna. Por la ruta 51 El Mollar, El Alisal, Incamayo, El Gólgota, Gobernador Manuel Solá, El Alfarcito, Santa Rosa de Tastil, Las Cuevas. Luego, por una ruta provincial que se abre en Puerta de Tastil, le sigue San Bernardo de las Zorras, El Rosal, Potrero de Chañi, Finca El Toro y El Palomar. Se suma Pascha y, por Payogasta (Cachi) a la altura de la Recta de Tin Tin, accedemos a Cerro Negro y Las Mesadas. Para ayudar a los pequeños productores, recibimos forraje: 600 bolsas de maíz y 1.200 pellets de alfa, que terminaremos de entregar el 15. Primero la seca y luego el alud, nos convocan a un trabajo inmediato de asesoramiento técnico y aporte de insumos.
La situación habla a las claras de la necesidad de obras de infraestructura importantes...
Como la de El Candado, que es un trabajo con fondos de Vialidad Nacional, de una magnitud increíble. Son 22 kilómetros de la ruta 51 que debían resolverse, porque el arroyo El Candado corta al río Toro y desborda y, en sector de cornisa, desmorona el cerro cortando la comunicación. Allí se está haciendo un viaducto de 382,5 metros, 10 metros de ancho y descansa sobre columnas de 2 metros de diámetro. Es un puente en curva sobre dos ríos. Con esto se soluciona ese tapón, el último que necesita la ruta nacional hacia el Paso de Sico y, por allí, sacar producción salteña y argentina al puerto chileno de Mejillones.
Con los fondos del Bicentenario, ¿que prioridades estableció?
Tenemos asignados 12 millones de pesos y está en proceso de licitación la compra de un camión compactador de residuos, por un monto de $1,7 millón. Con el único vehículo que tenemos no es suficiente para cubrir el servicio por la cantidad de sectores, que luego depositamos en el vertedero San Javier.
También por $1,7 millón está proyectada la construcción de un salón velatorio en La Silleta, en un sector de la delegación municipal.
Ya firmamos convenio por asfalto y tratamiento bituminoso doble en Quijano, porque algunas calles, como la Gemes y otras transversales ya cumplieron su vida útil y necesitan asfalto.
También invertimos esos recursos en construcción de cordón cuneta en el pueblo y en La Silleta.
Debo señalar que, dentro de los fondos del Bicentenario, pero mediante convenios con las secretarías de Asuntos Municipales y de Asuntos Hídricos, hicimos el encauzamiento total del arroyo Los Nogales (La Silleta), que evitó que se inunde la zona. La naciente es en los cerros de finca La Falda y pasa por el pueblo y es el afluente principal del río Ancho, por lo que en su curso llegó a cortar la ruta 51. Este año no se desbordó ni inundó viviendas como otros años. Se invirtió $1,3 millón en la obra. Trabajamos también en el encauzamiento del río Toro, a la altura de los barrios San Jorge y San Roque, de Quijano. Un convenio por un monto de $1,2 millón es para la obra de conducción de agua en el loteo municipal, que tiene 453 terrenos, ya entregados. Ya tiene tendido de energía, alumbrado público y se construyó un acueducto desde Quijano hasta el barrio, ubicado en la ruta provincial 23 que une con Rosario de Lerma, y ahora está en ejecución la red interna. Sumamos la construcción de viviendas también a cargo del municipio.
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