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Interviene la Justicia para que Salud pueda atender a wichis

Sabado, 11 de febrero de 2017 00:30
<div>Agentes del equipo de salud atienden en una comunidad wichi.</div><div>
Las dificultades y trabas que en muchas ocasiones enfrentan los trabajadores de la salud en áreas del Chaco salteño, determinaron que el Ministerio de Salud Pública requiera la intervención de la Justicia para asistir a pobladores de comunidades aborígenes.
En ese sentido, se hizo un operativo conjunto con el Poder Judicial de Salta para atender y trasladar a tres pacientes del norte provincial, dos niños y una embarazada que, por diferentes circunstancias, no accedían al servicio público de salud.
El primer paciente es un bebé de 8 meses, oriundo de Coronel Juan Solá (Morillo, Rivadavia Banda Norte), cuyos padres impedían que reciba el tratamiento adecuado. El menor, que pertenece a la etnia wichi, necesita permanecer bajo observación y cuidados intensivos, de acuerdo a las indicaciones de los especialistas. Fue trasladado al hospital Materno Infantil donde se está recuperando.
El segundo caso, que pertenece también a la comunidad wichi, es una embarazada de 38 semanas que reside en San Patricio, en Los Blancos. Transita un embarazo de riesgo y necesita cuidados especiales. La mujer se negó a realizarse los controles perinatales de rutina, por lo que el equipo de salud a través de la orden judicial, finalmente pudo trasladarla y asistirla en el hospital de Morillo.
El tercer caso corresponde a un niño de 2 años de una misión wichi de Balbuena, municipio de Mosconi. Necesita atención médica urgente, pero sus padres se resisten que reciba asistencia alguna. Este caso es muy difícil, ya que el cacique Bautista, de la comunidad Zopota, amenazó y desalojó del lugar al equipo sanitario negándose a que atendieran al niño. Hasta ahora siguen los intentos para brindarle la asistencia que necesita.

Coordinación

"La creación del Ministerio de Asuntos Indígenas y Desarrollo Comunitario, el único que existe en el país, permite articular esas diferencias culturales y, con el marco de las leyes, los derechos y obligaciones rigen igual para todos, incluidos los extranjeros que reciben atención en la provincia. Sortear la barrera cultural, especialmente con las comunidades wichis, no es tarea fácil y no se puede tomar livianamente", le explica a El Tribuno el secretario de Servicios de Salud, Francisco Marinaro Rodó. Y señala que "aquí sale a la luz desde el área de la salud y, respetando las costumbres y cultura de cada pueblo, debemos asistir en cada caso, entendiendo que a ellos también les es difícil acceder al sistema por el área en la que habitan".
El funcionario aseguró que el objetivo es trabajar con los pueblos originarios y especialmente con los wichis, "porque estadísticamente es el más problemático en cuanto a resultados sanitarios, sumado a las dificultades geográficas y culturales que hay que sortear".
Para el secretario de Servicios de Salud, "la intervención de la Justicia es fundamental, porque un médico puede ser juzgado por abandono de paciente, pero también un padre puede ser juzgado por no atender y cuidar la salud de sus hijos".
Sin duda, los cambios culturales para mejorar la calidad de vida de los pueblos indígenas requieren de un trabajo coordinado e intersectorial, pero sobre todos de mucho tiempo para que, sin modificar aspectos fundamentales de cada comunidad, las acciones que se apliquen sean para beneficio de las generaciones venideras.
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Las dificultades y trabas que en muchas ocasiones enfrentan los trabajadores de la salud en áreas del Chaco salteño, determinaron que el Ministerio de Salud Pública requiera la intervención de la Justicia para asistir a pobladores de comunidades aborígenes.
En ese sentido, se hizo un operativo conjunto con el Poder Judicial de Salta para atender y trasladar a tres pacientes del norte provincial, dos niños y una embarazada que, por diferentes circunstancias, no accedían al servicio público de salud.
El primer paciente es un bebé de 8 meses, oriundo de Coronel Juan Solá (Morillo, Rivadavia Banda Norte), cuyos padres impedían que reciba el tratamiento adecuado. El menor, que pertenece a la etnia wichi, necesita permanecer bajo observación y cuidados intensivos, de acuerdo a las indicaciones de los especialistas. Fue trasladado al hospital Materno Infantil donde se está recuperando.
El segundo caso, que pertenece también a la comunidad wichi, es una embarazada de 38 semanas que reside en San Patricio, en Los Blancos. Transita un embarazo de riesgo y necesita cuidados especiales. La mujer se negó a realizarse los controles perinatales de rutina, por lo que el equipo de salud a través de la orden judicial, finalmente pudo trasladarla y asistirla en el hospital de Morillo.
El tercer caso corresponde a un niño de 2 años de una misión wichi de Balbuena, municipio de Mosconi. Necesita atención médica urgente, pero sus padres se resisten que reciba asistencia alguna. Este caso es muy difícil, ya que el cacique Bautista, de la comunidad Zopota, amenazó y desalojó del lugar al equipo sanitario negándose a que atendieran al niño. Hasta ahora siguen los intentos para brindarle la asistencia que necesita.

Coordinación

"La creación del Ministerio de Asuntos Indígenas y Desarrollo Comunitario, el único que existe en el país, permite articular esas diferencias culturales y, con el marco de las leyes, los derechos y obligaciones rigen igual para todos, incluidos los extranjeros que reciben atención en la provincia. Sortear la barrera cultural, especialmente con las comunidades wichis, no es tarea fácil y no se puede tomar livianamente", le explica a El Tribuno el secretario de Servicios de Salud, Francisco Marinaro Rodó. Y señala que "aquí sale a la luz desde el área de la salud y, respetando las costumbres y cultura de cada pueblo, debemos asistir en cada caso, entendiendo que a ellos también les es difícil acceder al sistema por el área en la que habitan".
El funcionario aseguró que el objetivo es trabajar con los pueblos originarios y especialmente con los wichis, "porque estadísticamente es el más problemático en cuanto a resultados sanitarios, sumado a las dificultades geográficas y culturales que hay que sortear".
Para el secretario de Servicios de Salud, "la intervención de la Justicia es fundamental, porque un médico puede ser juzgado por abandono de paciente, pero también un padre puede ser juzgado por no atender y cuidar la salud de sus hijos".
Sin duda, los cambios culturales para mejorar la calidad de vida de los pueblos indígenas requieren de un trabajo coordinado e intersectorial, pero sobre todos de mucho tiempo para que, sin modificar aspectos fundamentales de cada comunidad, las acciones que se apliquen sean para beneficio de las generaciones venideras.
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