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A Gimnasia la vida le sonríe, pero no lo tapa la nube exitista del clásico

Al albo, que le ganó a Juventud y ltriunfó además en la taquilla de los bingos, le deparan dos finales en 96 horas por Copa Argentina y nonagonal.
Lunes, 20 de marzo de 2017 23:17

La vida le sonrió a Gimnasia y Tiro el último fin de semana, por varios motivos. Porque ganó el clásico del desahogo, de visitante, con un “lujo” y equilibró el breve historial de duelos con Juventud Antoniana en el campeonato. Porque triunfó en el choque de salteños más importante de todos, en el más determinante. Por el espaldarazo anímico de arrancar con dos victorias consecutivas el nonagonal y con el potencial handicap que implica jugar la próxima fecha su tercer partido consecutivo en Salta por el reducido del torneo Federal A, nada menos que ante Sarmiento de Resistencia (el domingo a las 17 en el Gigante del Norte), en el choque de los dos únicos líderes de la zona. Y también porque en la Copa Argentina tiene su serie ante Altos Hornos Zapla con todo a su favor, aunque aún resten 90 minutos para definir la llave (ganó 3 a 0 en la ida en Palpalá).
Pero como si todo esto fuera poco, mientras se jugaba el clásico, en el albo también se enteraban de otro “triunfo”, el financiero, luego del éxito del “Bingo Monumental” que alcanzó la venta récord de 75 mil cartones, dejándole al club de calle Vicente López 4 millones de pesos limpios. Si a esto se le suma que cerca de 12 mil personas asistieron al clásico y que la mitad de la recaudación sería destinada a Gimnasia tras el acta acuerdo previa entre ambos clubes, esto representará un aliviador ingreso para las arcas millonarias que debe ponerse al día con los sueldos del plantel y el cuerpo técnico.
Sin embargo, más allá de la atmósfera de felicidad que rodeó a Gimnasia y a sus hinchas el día después del clásico, con las infaltables cargadas como parte de ese eco, el plantel de Duilio Botella no se subió a esa euforia y ya se bajó de esa “nube” anestesiadora postriunfo para enfocarse en lo que viene, que no es poco, y llega con una agenda cargada.
Ahora el millonario tendrá por delante dos finales en 96 horas. La primera será por Copa ante el merengue, mañana a las 22 en el Monumental. Luego buscará hilvanar su tercer triunfo consecutivo, el domingo, también en el Gigante, ante el difícil Sarmiento, erigido también por la consideración popular como candidato.
La presentación ante el aurirrojo chaqueño es la prioridad para Gimnasia, para la cual no podrá contar con dos futbolistas determinantes por suspensiones: el zaguero Julio Villarino, una de las figuras del clásico, y el mediocampista Pablo Motta. Ambos llegaron a las cinco tarjetas amarillas, por lo que seguramente serán de la partida mañana ante Zapla, parada en la que Botella incluirá mayoría de suplentes.
 

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La vida le sonrió a Gimnasia y Tiro el último fin de semana, por varios motivos. Porque ganó el clásico del desahogo, de visitante, con un “lujo” y equilibró el breve historial de duelos con Juventud Antoniana en el campeonato. Porque triunfó en el choque de salteños más importante de todos, en el más determinante. Por el espaldarazo anímico de arrancar con dos victorias consecutivas el nonagonal y con el potencial handicap que implica jugar la próxima fecha su tercer partido consecutivo en Salta por el reducido del torneo Federal A, nada menos que ante Sarmiento de Resistencia (el domingo a las 17 en el Gigante del Norte), en el choque de los dos únicos líderes de la zona. Y también porque en la Copa Argentina tiene su serie ante Altos Hornos Zapla con todo a su favor, aunque aún resten 90 minutos para definir la llave (ganó 3 a 0 en la ida en Palpalá).
Pero como si todo esto fuera poco, mientras se jugaba el clásico, en el albo también se enteraban de otro “triunfo”, el financiero, luego del éxito del “Bingo Monumental” que alcanzó la venta récord de 75 mil cartones, dejándole al club de calle Vicente López 4 millones de pesos limpios. Si a esto se le suma que cerca de 12 mil personas asistieron al clásico y que la mitad de la recaudación sería destinada a Gimnasia tras el acta acuerdo previa entre ambos clubes, esto representará un aliviador ingreso para las arcas millonarias que debe ponerse al día con los sueldos del plantel y el cuerpo técnico.
Sin embargo, más allá de la atmósfera de felicidad que rodeó a Gimnasia y a sus hinchas el día después del clásico, con las infaltables cargadas como parte de ese eco, el plantel de Duilio Botella no se subió a esa euforia y ya se bajó de esa “nube” anestesiadora postriunfo para enfocarse en lo que viene, que no es poco, y llega con una agenda cargada.
Ahora el millonario tendrá por delante dos finales en 96 horas. La primera será por Copa ante el merengue, mañana a las 22 en el Monumental. Luego buscará hilvanar su tercer triunfo consecutivo, el domingo, también en el Gigante, ante el difícil Sarmiento, erigido también por la consideración popular como candidato.
La presentación ante el aurirrojo chaqueño es la prioridad para Gimnasia, para la cual no podrá contar con dos futbolistas determinantes por suspensiones: el zaguero Julio Villarino, una de las figuras del clásico, y el mediocampista Pablo Motta. Ambos llegaron a las cinco tarjetas amarillas, por lo que seguramente serán de la partida mañana ante Zapla, parada en la que Botella incluirá mayoría de suplentes.
 

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