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29 de Marzo,  Salta, Centro, Argentina
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“Mi abuelo amasaba a la tarde, horneaba a la noche y salía a repartir en su bici a la mañana”

Hugo de la Merced cuenta la historia de Virgen del Valle, una panadería familiar que cumplió 60 años 
Viernes, 03 de marzo de 2017 22:04
Trabajadores en la panadería. Javier Corbalán
Trabajadores en la panadería. Javier Corbalán

Martín Rodriguez - [email protected]

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Martín Rodriguez - [email protected]

Salta es una tierra que, entre sus cerros, esconde grandes historias. Una provincia llena de personas que, a base de mucho esfuerzo y sacrificio, lograron surcar un camino marcado por el éxito. Este es el caso la familia Sansone, que desde hace 60 años pone un pedazo de pan en la mesa de todos los salteños desde la empresa Virgen del Valle. Corría el año 1955, cuando don Alfredo Sansone decidió mudarse a Salta junto a su esposa Rosa y sus cinco hijas. La familia provenía de San Juan. Luego de algunos emprendimientos que no funcionaron, finalmente el 3 de marzo de 1957 don Alfredo resolvió construir con sus propias manos el primer horno a leña de su negocio: una panadería que por las próximas seis décadas iba a formar parte del folclore salteño.
“En ese horno comenzó a fabricar un pan llamado cacho malteado, que era bastante famoso en Salta. La gente hacía cola en ese momento para comprarlo. Mi abuelo amasaba a la tarde, horneaba a la noche y salía a hacer el reparto con su bici a la mañana”, comentó a El Tribuno Hugo de la Merced (41), nieto de don Alfredo y actual gerente de la panadería.
Y añadió: “Así, de a poco, el negocio fue creciendo. A medida que pasó el tiempo, comenzó a introducir tecnología, ya que al principio era todo muy rudimentario y artesanal”. 
Hugo de la Merced detalla que Virgen del Valle fue la primera panadería del NOA que trajo hornos rotativos. “Ese momento fue un punto de inflexión para la industria panificadora”, destacó el gerente. En la actualidad, la empresa tiene diez sucursales en la ciudad y 50 empleados. Los distintos locales pertenecen al núcleo familiar y por ahora no decidieron vender franquicias, aunque piensan hacerlo en el futuro. 
“También fuimos diversificando productos. Al principio solo se hacía pan francés y tortillas. A medida que fuimos creciendo nos fuimos aggiornando al mercado, que te pide otro tipo de productos, más allá de las facturas”, expresó Hugo de la Merced. Y continuó: “También tenemos nuestra propia distribución. Llegamos quincenalmente a las localidades de Joaquín V. González, Las Lajitas y Rosario de la Frontera. Y semanalmente hacemos todo el Valle de Lerma, pasando por Cafayate y Animaná”.
En la actualidad, la empresa está comercializando panes precocidos, un productos que demandan mucho los dueños de sandwicherías. “Te piden el pan precocido porque ellos lo congelan y después lo terminan de cocer junto con los sándwiches”, explicó el gerente.
Hace cuatro años que Hugo de la Merced está a cargo de la empresa y es parte de la tercera generación dentro del negocio familiar. Su papá, Hugo Manuel de la Merced, y su madre, María Cristina Sansone, hija del fundador, siguen trabajando en la panadería.

Épocas de crisis

“Hablando con mi papá y con mi abuelo, cuando vivía, aprendí que en épocas de crisis nunca hay que bajar los brazos. Más allá de que el país pueda dar sus tropezones siempre hay que seguir laburando a full y pensando en el mañana”, dijo Hugo de la Merced. 
Con 60 años en el rubro, Virgen del Valle atravesó las reiteradas crisis que tuvo el país. Algunas quebraron los sueños de miles de argentinos, pero esta empresa familiar las pasó a todas. Quizás el secreto del éxito sea redoblar los esfuerzos. 
“Tenemos una filosofía y es que en las peores crisis es cuando uno tiene que estar más preparado, cuando hay que reforzarse más, lo máximo que puedas, para que cuando termine estés por encima de tu competencia”, comentó el actual gerente. Y agregó: “Otra cosa fundamental es nunca aflojarle a la calidad. Si hay algo por lo que se caracterizó siempre Virgen del Valle es la calidad de sus productos. Nunca le vamos a aflojar a eso y a un precio bastante competitivo”.

Expansión

Después de inaugurar la casa central, desde la familia decidieron expandirse. Primero abrieron sucursales que eran manejadas por empleados de la empresa. En esa primera etapa sumaron cuatro panaderías en lugares estratégicos de la ciudad. 
“Después fuimos abriendo más sucursales, que ya no son propias, pero están manejadas por parientes, primos sobre todo. Entonces, llegamos a las diez”, detalló Hugo de la Merced. 
Virgen del Valle es una panadería reconocida por los salteños. Su imagen es fruto de un trabajo que llevó muchísimos años. “Vos preguntás en la calle qué es Virgen del Valle y la conocen todos”, finalizó el actual      gerente de la empresa. 

Próximo objetivo

El próximo objetivo que se plantearon desde la empresa es trasladarse al Parque Industrial e instalar en ese lugar la fábrica. “Ya tenemos el lote y el proyecto arquitectónico listo, todo aprobado por la Municipalidad. Queremos irnos para allá en dos o tres años”, comentó el actual gerente. Y agregó: “Vamos a hacer una planta modelo, desde la cual apuntaremos a otros mercados. La idea de irnos es para aumentar al doble la producción que tenemos actualmente”. 

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