Bernardita Ponce Mora [email protected]
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Más de 100 motoqueros se reunieron el miércoles en la plaza España y de allí se trasladaron a la plaza 9 de Julio para mostrar su oposición al proyecto de reforma de la ley nacional de tránsito 24.449, que se iba a tratar el martes en el Senado pero que se debatirá recién la semana próxima.
El proyecto quiere introducir la obligatoriedad del uso de chaleco reflectante y de llevar la patente impresa en los cascos y chalecos del conductor y del acompañante.
Esta propuesta polémica, que generó marchas en ciudades de todo el país, surgió como un intento por resolver el aumento de robos por parte de conductores de motos, sobre todo, en Buenos Aires y Córdoba. Este mismo plan se trató de implementar en Colombia en 2002 con resultados infructuosos.
La manifestación
Decenas de personas se concretaron en el centro salteño. Varias llevaron carteles que rechazaban la posibilidad de que se tenga que utilizan chalecos y cascos con la inscripción de la patente.
Estará prohibido, además, que dos varones vayan en una misma moto. Estas medidas son cuestionadas cuando el Estado ni siquiera puede controlar las reglas mínimas de tránsito.
Las críticas
El Tribuno dialogó con Rodrigo Sánchez, un apasionado de las motocicletas que encabeza la lucha contra estas medidas en Salta y cuenta con el apoyo de los motoclubes. "Te piden cédula de la moto, licencia, documento, seguro y pago de patente. Si no pueden controlar siquiera eso, ¿cómo van a controlar un chaleco?", cuestionó.
Rodrigo recordó que hace unos años este proyecto se iba a implementar a través de decretos provinciales.
"Del total de las provincias, más de la mitad -Salta incluida- había dicho que no lo haría. Ahora no importa en qué provincia uno esté porque quieren modificar la ley nacional", lamentó.
Hace unos años hubo proyectos similares en la ciudad de Salta, pero no prosperaron.
Con respecto a la iniciativa de que no pueden ir dos varones en la misma moto, los motoqueros observan que eso impedirá, por ejemplo, que un padre lleve a su hijo a la escuela. En relación con que el chaleco y el casco tengan la patente de la moto inscripta, los conductores plantean que no hay una entidad que expida estas etiquetas. Cualquiera podría falsificarlas y usar el código de otra persona.
Riesgos
Sánchez observó que los vendedores de motos aconsejan no pegar etiquetas en los cascos porque el adhesivo puede deteriorar el material. Es decir, que la norma atentaría contra la seguridad de las personas.
"Uno paga la patente del vehículo, no de la persona", sentenció.
Otra de las críticas es que, si una familia tiene dos motos, cada integrante tendrá que tener dos cascos y dos chalecos con las patentes impresas. Sánchez cuestionó el argumento de que las cámaras de seguridad no leyeran la patente de la moto ya que incluso "está más alta que en cualquier auto".
Controles adecuados
Sánchez planteó que todos los motoqueros están a favor de que haya controles por parte del Estado y se mostró de acuerdo con que fuera obligatoria la revisión técnica vehicular para las motos.
Para colmo, las instituciones que deben controlar suelen cometer delitos, como el cobro de coimas. Un caso paradigmático ocurrió hace unos días en la ruta nacional 9 en Tucumán, donde dos agentes de Tránsito quisieron coimear con 2 mil pesos a un conductor que tenía todos los papeles en regla.