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Rogelio Frigerio: “Si este Gobierno apañara algún hecho de corrupción, no estoy ni un segundo más”

Miércoles, 08 de marzo de 2017 23:19
Foto: Jan Touzeau
Foto: Jan Touzeau
Foto: Jan Touzeau

Rogelio Frigerio es, por lejos, el ministro más político que tiene Mauricio Macri. Tiene a su cargo la relación las provincias, todas las obras públicas y también la política de viviendas. El ministro del Interior vino a Salta para inaugurar el Parque de la Familia y también viviendas en Chicoana junto al gobernador Juan Manuel Urtubey. En una entrevista exclusiva con El Tribuno realizada ayer en el Aeropuerto salteño, el funcionario sostuvo que los paros y las marchas como la del martes “ponen en riesgo la recuperación” del país. Además, defendió el funcionamiento del Plan Belgrano y cargo contra el kirchnerismo: “Teníamos un Gobierno de mitómanos”, concluyó. 

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Rogelio Frigerio es, por lejos, el ministro más político que tiene Mauricio Macri. Tiene a su cargo la relación las provincias, todas las obras públicas y también la política de viviendas. El ministro del Interior vino a Salta para inaugurar el Parque de la Familia y también viviendas en Chicoana junto al gobernador Juan Manuel Urtubey. En una entrevista exclusiva con El Tribuno realizada ayer en el Aeropuerto salteño, el funcionario sostuvo que los paros y las marchas como la del martes “ponen en riesgo la recuperación” del país. Además, defendió el funcionamiento del Plan Belgrano y cargo contra el kirchnerismo: “Teníamos un Gobierno de mitómanos”, concluyó. 

Anteayer hubo una masiva movilización en contra del Gobierno en la que hubo duros discursos contra la política económica. ¿Cree que se rompió algo en la relación entre la Casa Rosada y los gremios?
Fue un acto que trascendió el sindicalismo, yo vi muchas caras de funcionarios precisamente responsables de haber llevado a la Argentina a esta situación, a un tercio de los compatriotas por debajo de la línea de la pobreza, una Argentina con narcotráfico, una Argentina desunida. Los responsables de esa situación estaban ayer (por el martes) en el palco o cerca del palco reclamando cambios en un Gobierno que acaba de asumir hace poco más de un año. Me parece que ese fue el mensaje. Nosotros lo decimos con mucha claridad: agradecemos el apoyo de la central obrera a la gobernabilidad durante un año muy difícil como fue 2016, un año donde la Argentina no pudo salir de cinco años de estancamiento y de diez años de alta inflación, pero estamos dejando atrás a esa Argentina. Esto lo estamos haciendo con mucho esfuerzo de todos y también de los dirigentes de las centrales obreras. Por eso llama la atención que cuando todas las variables macroeconómicas difundidas por un Indec recuperado y transparente muestran una recuperación, lenta y trabajosa, pero recuperación al fin. Estas estadísticas muestran que estamos dejando atrás la recesión, que estamos creando empleos productivos y que estamos bajando la inflación. En esta Argentina que se pone de pié empiezan los paros y empiezan las marchas. No podemos dejar de pensar que esto está teñido de un año electoral que se anticipó demasiado, porque todavía falta mucho tiempo para las elecciones. Este no es el momento de la mezquindad ni de la partidocracia, es el momento de tirar todos para el mismo lado, no es lo mismo que se vio en la manifestación: violencia, división, todo lo que la Argentina quiere dejar atrás. Evidentemente esto está teñido de lo electoral. 

La CGT dice que cortó el diálogo con el Gobierno porque se había acordado frenar los despidos y entre enero y febrero Héctor Daer le dijo a El Tribuno que hubo más de siete mil...
Entre septiembre y enero se crearon más de 140 mil empleos. Seguramente hubo empresas que no cumplieron con lo acordado, y nosotros también lo denunciamos. El problema así pasa por la débil representación de las centrales que nuclean a los empresarios. Se sentaron en la mesa de negociación dirigentes empresariales que evidentemente no tenían la representación de todas las empresas que decían representar. Son cuestiones puntuales que hay que discutir de manera puntual. No con estas manifestaciones o con paros generales. Nosotros reivindicamos la mesa de diálogo sectorial, nosotros no decimos que somos Alemania, decimos que estamos dejando atrás lo peor y que en esta coyuntura empezar con los paros y las movilizaciones lo que hace es poner en riesgo esa recuperación. No entendemos porque aquellos que nos apoyaron en el momento más difícil, hoy empiezan a actuar de esta manera. Nosotros no cortamos el diálogo y vamos a seguir dialogando porque a pesar de que lo peor lo estemos dejando atrás, también sabemos que hay situaciones sectoriales muy difíciles todavía. Hay argentinos que perdieron el empleo que no lo pueden recuperar, hay sectores específicos de la producción que tienen muchas dificultades, para eso está la mesa de diálogo. Nosotros admitimos que hay problemas sectoriales, pero los números muestran que el problema no es sistémico, a nivel general lo peor ya pasó. 

Ustedes hablan de una marcha y un paro con tintes electorales, pero la CGT le hizo muchas huelgas a Cristina y el macrismo jamás dijo que eran protestas políticas. ¿Qué diferencia hay entre antes y ahora?
El paro es la última instancia. Uno no arranca con un paro, por eso la crítica que le hacemos a los gremios docentes. Uno termina con un paro si las mesas de diálogo y consenso no funcionan, no podemos arrancar la conversación con un paro. Nosotros estamos discutiendo, estamos en la mesa de negociación, estamos de nuevo con la ayuda de los dirigentes sindicales estamos dejando atrás lo peor, y justo ahora empiezan los paros. Esa incongruencia es la que nos lleva a pensar que lo electoral está tiñendo estos reclamos. 

Foto: Jan Touzeau

El Gobierno se empeña demasiado en generar optimismo en la sociedad pero la gente común aún no termina de ver la recuperación. ¿No cree que ese abuso de optimismo puede terminar defraudando a la gente? 
Si nosotros no tuviéramos un respaldo en los números sería así. En la Argentina se mintió tanto en estos años que, teníamos un Gobierno de mitómanos, que nunca terminábamos discutiendo sobre cosas reales. Ahora recuperamos las estadísticas públicas y sabemos que podemos discutir sobre bases concretas y esas realidades nos muestran que en el conjunto estamos dejando atrás lo peor. Lo macroeconómico no tiene que dejarnos de ver que hay problemas puntuales. A mi cada argentino que pierde su trabajo me duele, porque es una familia que tiene incertidumbre, que se junta a comer y no sabe si va a tener la comida al día siguiente. Esto no se resuelve con manifestación de ayer, con las trompadas y la violencia. Ese es el camino contrario, porque esa situación puntual se resuelve con educación, con inversiones y con todos tirando para el mismo lado. No con lo que pasó ayer (por el martes).

Parecía que con la marcha atrás del Gobierno con el Correo y las jubilaciones se había llegado a un límite, pero ahora hubo otra marcha atrás con Avianca. ¿Considera que sigue habiendo margen para tantas rectificaciones? De hecho Avianca ahora amenaza con irse del país...
Nosotros tenemos que ser transparentes, que es otro reclamo de la gente y lo asumimos. Nosotros venimos de muchísima corrupción en el sector público. 

Da la sensación de que el Presidente anuncia algo y si pasa, pasa...
No es así, porque el Presidente antes de que se genere un problema dice: “Si acá hay alguna mínima preocupación en la sociedad de que no se están haciendo las cosas bien desde el punto de vista de la ética y de lo que la sociedad demanda de funcionarios honestos, hay que parar la pelota”. Para eso está la Oficina Anticorrupción y la Justicia. Nada es más importante que la sociedad esté tranquila después de ver por tantos años como los funcionarios se hacían ricos con el dinero de la gente, que ser cuidadosos. Estamos ante una sociedad sensibilizada con estos temas y tenemos que ser más papistas que el Papa. Si hay que parar la pelota en algún lugar porque no está todo tan claro como la sociedad demanda, paremos la pelota.

Muchos asocian la corrupción del kirchnerismo con las denuncias de corrupción o conflictos de intereses que están ocurriendo en el macrismo. ¿Qué le responde a esos sectores?
No somos todos iguales, la sociedad lo sabe. Me entero de que este Gobierno apaña algún hecho de corrupción y no estoy ni un segundo más. Tenemos que entender que el mandato de la gente es el cambio, la transformación de la Argentina. No voy a permitir que nos quieran igualar con los corruptos, con los que vienen a la política para llenarse los bolsillos con la plata de la gente. La mayoría estamos en la política para solucionar los problemas de la gente. Por eso vinimos a Salta, para ver como están las obras con los 3.000 millones de pesos que pusimos desde nación para mejorar la calidad de vida de los sectores más vulnerables de Salta. Hay 4.700 viviendas en marcha, las obras de cloacas, de agua potable. Hay muchos salteños a los que le faltan cosas básicas. En la Argentina nunca se vio la foto del martes: el ministro del Gobierno de un color político, el gobernador de otro y los intendentes de otro. Esta es la transformación de la Argentina. El Presidente no es un mago, no es un ser iluminado, es el director de orquesta de un equipo de más de cuarenta millones de argentinos que tenemos que tirar todos para el mismo lado.

Hay malestar en varios intendentes salteños porque dicen que el Plan Belgrano no avanza y que la plata no llega...
Me gustaría conocer concretamente qué intendente dice eso y de qué obra está hablando. Yo vengo de Cerrillos, estamos hablando con todos los intendentes y todos están contentos. Todos están recibiendo obras que no recibieron nunca: plan de Hábitat, el ferrocarril que avanza, las rutas que se están haciendo, las viviendas que nunca se hicieron en Salta de parte de un Gobierno nacional como se están haciendo ahora. Esta es la realidad. Dejemos de hablar de ‘me dijeron, hay un intendente que dice tal cosa‘. pongamos en la mesa qué recibían antes, qué están recibiendo ahora, cómo se trabajaba antes y cómo se trabaja ahora. Nosotros estamos dejando atrás la asociación que tenía el pueblo entre la obra pública y la corrupción. Estamos transformando esa obra pública sospechada de corrupción en obras con felicidad. Eso lleva tiempo, tuvimos que cambiar la forma en la que se licitan las obras, no se venden más los pliegos, etc. Esto hizo que las obras disminuyan su precio, tenemos un veinte por ciento de ofertas por debajo del presupuesto oficial. En el Gobierno anterior era un veinte por ciento por encima del presupuesto oficial. Este cuarenta por ciento que nos estamos ahorrando son más viviendas, más cloacas y más rutas. 

Tanto usted como Macri dicen que ahora la obra pública no está sospechada de corrupción, pero muchos reclaman que hay muchas obras adjudicadas al primo del Presidente, Angelo Calcaterra... 
En este proceso de transformación de la Argentina lo que tenemos es división de poderes, ya la Justicia no está a la orden del Poder Ejecutivo como antes. Hoy tenemos una Justicia independiente que tiene la obligación de investigar lo que ocurrió en el Gobierno anterior, pero también tiene la obligación de controlar a los otros poderes. Todos los funcionarios del presidente Macri están a disposición de la Justicia. Si hay una duda respecto a la asignación de alguna obra la Justicia lo tiene que aclarar. No puede haber dudas. No podemos hacer más de lo mismo que hizo el Gobierno anterior, porque cada corrupción en una obra pública es menos soluciones concretas para la gente. 

En Salta se descuenta que va a haber un acuerdo entre Macri, Juan Carlos Romero y Juan Manuel Urtubey para poner candidatos en las elecciones, ¿Cómo vienen esas negociaciones?
Hemos conformado con mucho esfuerzo el espacio político más importante de la Argentina, que es Cambiemos. Y vamos a seguir trabajando para fortalecer nuestro espacio político, esto no implica que esta concepción multipartidaria con la que se creo Cambiemos no continúe. Nosotros tenemos que ser hoy desde el poder mucho más generosos de lo que éramos antes, y tenemos que dejar las puertas abiertas para todos los que quieran sumarse a este proceso de cambio. Nuestro espacio político es Cambiemos y lo tenemos que seguir construyendo. 
 
 

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