María de los Ángeles Rojas [email protected]
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Chiki conlleva, al mismo tiempo, una carga de sofisticación y de familiaridad. Tal el nombre de la marca de delicias pasteleras que la salteña Eliana Morales (35) está desarrollando en Estados Unidos hace un par de años y con la que se volvió una embajadora involuntaria de los secretos culinarios de estas tierras.
Por expresión disimulada del destino ella pasó de vivir sobre la calle Mar Argentino del barrio San Remo a habitar en la margen de la Ocean Avenue de Brooklyn (Nueva York). Pero el relato de esta salteña lejos del pago no solo se compone de trazos de fina ironía.
Se trata de una historia de trasplante y agrupación familiar que se diferencia en gran medida de todos los cursos de vida que acompañamos a través de estas páginas.
La primera en partir siguiendo el discurrir del corazón fue su hermana María Eugenia (44), quien 20 años atrás se casó con un estadounidense.
Tras ella fueron migrando, con diferentes sueños, Sergio (40), Diego (37) y Tania (30). También Lala y Eugenio Morales, los padres de estos hermanos, dejaron este punto del noroeste argentino para formar parte del semblante cotidiano de una ciudad en la que predomina la multiculturalidad migrante.
Eliana fue la última en irse. Aunque por sus visitas ya había caído rendida ante los pintorescos paseos de Brooklyn, aquí se dedicaba a la cocina -formaba parte del staff del Hotel Alejandro I- y tal vez sus sentidos la retenían en su provincia, donde se manifiestan los sabores de la gastronomía norteña auténtica.
Sin embargo, allá se le abrió un espectro de posibilidades infinitas para desarrollar su habilidad por la cocina, primero en The Fashion Chef, una empresa de banquetes, y ahora con Chiki.
La idea de gestar un emprendimiento propio le surgió cuando resultó ganadora de la categoría Torta de Bodas con su trabajo artístico “Llama de amor en Salta Argentina”, en el 147 Salón de Arte Culinario de la Société Culinaire Philanthropique, que se realizó el 8 de noviembre de 2015 en Nueva York. Para dimensionar la distinción de nuestra coterránea hay que citar que desde sus 150 años de conformación la Société es una autoridad internacional en los rubros pastelería y repostería.
Además, entre sus 400 miembros se encuentran muchos de los chefs más famosos de EEUU. En 2016, resultó segunda en su categoría en Miami y tercera en The New York Cake Show. Para este certamen se prepara nuevamente. La edición de este año se realizará en junio próximo e incluirá la entrega de los Golden Tier Awards, certamen que distingue a los chef destacados de la pastelería mundial y que fue organizado por American Cake Magazine y la célebre pastelera Lisa Mansour.
Durante el show de competencia se dictan clases y se realizan demostraciones de pastelería con instructores que viajan desde diferentes países para el evento y en esta ocasión Eliana fue invitada a transmitir sus conocimientos sobre “customización de un cake”, como lo define ella. “Siempre es un orgullo poder compartir acerca de nuestra cultura y gastronomía argentina. Disfruto aún más cuando se presenta la ocasión de transmitir, enseñar o incentivar a otras personas desde la experiencia que uno va adquiriendo”, señaló sin perder la humildad.
La torta de bodas es el elemento más emblemático de los enlaces matrimoniales. Aunque tradicionalmente primaban en su decoración las cremas sutiles y los merengues esponjosos en tonos blanco o marfil, las tendencias actuales la embargaron de otras técnicas, colores y sabores.
Entre los flamantes estilos cada vez cobra mayor protagonismo el fondant. Este recubrimiento, compuesto por agua y azúcar, es de factura compleja por dos razones. El pastelero debe hallar la combinación y la consistencia para que sepa bien y se deshaga en el paladar. También la pericia para complementarlo con los sabores internos del pastel.
Eliana ya se ha transformado en experta en la técnica y el boca a boca, el público que asiste a los encuentros y sus publicaciones a través de Facebook e Instagram le hacen llegar cada vez más clientes. Cada orden llega con dos semanas de anticipación como mínimo y generalmente con la mediación de event planners, quienes a través de e-mails le consignan el presupuesto, la cantidad de personas a la que va dirigido y la idea del cliente.
“Aquí las personas son bien organizadas, por lo que es muy cómodo trabajar con ellos y ya tengo órdenes para junio”, rescató Eliana.