Uno de las tantos dichos populares que se utilizan a diario en nuestro país es que ‘la vida da revancha‘. Y el caso de Vince McMahon, dueño de la compañía WWE, bien podría tomarse como ejemplo. Después de una infancia muy dura, el empresario logró cumplir su sueño de llevar a la lucha libre al máximo nivel y forjó, según la reconocida revista Forbes, una fortuna de 1.200 millones de dólares.
Tras el abandono de su padre cuando apenas era un niño, Vince, nacido en agosto de 1945, fue criado por su madre y padrastros. Uno de los tantos novios de su mamá, Leo Lupton, fue el que lo marcó para toda la vida con su abuso. ‘Fue muy desafortunado que muriese antes de que yo pudiera matarlo‘, señaló en una entrevista para la revista Playboy.
A los 12 años conoció a su padre biológico, Vicent McMahon, creador de la WWE, empresa que estaba dando sus primeros pasos. Vince comenzó en la compañía como anunciador de luchadores en el ring y luego se convirtió en comentarista. En 1983 se hizo cargo del producto de entrenimientos y empezó su expansión dentro de Estados Unidos, algo a lo que el fundador se oponía. Luego, Vince fue por la conquista del mundo.
El crecimiento de la lucha libre fue inmediato como así también la popularidad. Y Vince no quiso quedarse fuera del cuadrilátero: interpretó a un gerente despiadado y egoísta. Además, como luchador, fue dos veces campeón mundial.
La conexión entre los McMahon y la lucha libre no sólo se limita a las generaciones mencionadas. Los hijos de Vince, Stephanie (casada con Triple H, uno de los participantes más importantes) y Shane, fueron campeones en las ramas femenina y masculina, respectivamente. Además, la esposa de Vince, Linda, quien actualmente está a cargo de la Jefatura de la Administración de Pequeños Negocios de Estados Unidos y lleva una relación de años con el presidente Donald Trump, es considerada una pieza fundamental para el funcionamiento de la WWE.
La empresa, que cuenta con 500 eventos a nivel mundial y que tiene alcance a más de 150 países y 30 lenguas, está reunida en una sola familia: la McMahon. Sí, son los dueños del circo.
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Uno de las tantos dichos populares que se utilizan a diario en nuestro país es que ‘la vida da revancha‘. Y el caso de Vince McMahon, dueño de la compañía WWE, bien podría tomarse como ejemplo. Después de una infancia muy dura, el empresario logró cumplir su sueño de llevar a la lucha libre al máximo nivel y forjó, según la reconocida revista Forbes, una fortuna de 1.200 millones de dólares.
Tras el abandono de su padre cuando apenas era un niño, Vince, nacido en agosto de 1945, fue criado por su madre y padrastros. Uno de los tantos novios de su mamá, Leo Lupton, fue el que lo marcó para toda la vida con su abuso. ‘Fue muy desafortunado que muriese antes de que yo pudiera matarlo‘, señaló en una entrevista para la revista Playboy.
A los 12 años conoció a su padre biológico, Vicent McMahon, creador de la WWE, empresa que estaba dando sus primeros pasos. Vince comenzó en la compañía como anunciador de luchadores en el ring y luego se convirtió en comentarista. En 1983 se hizo cargo del producto de entrenimientos y empezó su expansión dentro de Estados Unidos, algo a lo que el fundador se oponía. Luego, Vince fue por la conquista del mundo.
El crecimiento de la lucha libre fue inmediato como así también la popularidad. Y Vince no quiso quedarse fuera del cuadrilátero: interpretó a un gerente despiadado y egoísta. Además, como luchador, fue dos veces campeón mundial.
La conexión entre los McMahon y la lucha libre no sólo se limita a las generaciones mencionadas. Los hijos de Vince, Stephanie (casada con Triple H, uno de los participantes más importantes) y Shane, fueron campeones en las ramas femenina y masculina, respectivamente. Además, la esposa de Vince, Linda, quien actualmente está a cargo de la Jefatura de la Administración de Pequeños Negocios de Estados Unidos y lleva una relación de años con el presidente Donald Trump, es considerada una pieza fundamental para el funcionamiento de la WWE.
La empresa, que cuenta con 500 eventos a nivel mundial y que tiene alcance a más de 150 países y 30 lenguas, está reunida en una sola familia: la McMahon. Sí, son los dueños del circo.