A más de 24 horas de la desaparición de Luis Alberto Nino, el joven de 25 años repartidor de una panadería de Salvador Mazza, personal de la policía y de bomberos solo encontraron una campera en una zona ubicada en la parte posterior del hogar de niños Nueva Esperanza, en cercanías de un basural y en dirección al acceso sur de la localidad.
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A más de 24 horas de la desaparición de Luis Alberto Nino, el joven de 25 años repartidor de una panadería de Salvador Mazza, personal de la policía y de bomberos solo encontraron una campera en una zona ubicada en la parte posterior del hogar de niños Nueva Esperanza, en cercanías de un basural y en dirección al acceso sur de la localidad.
El hallazgo no hizo más que confirmar la hipótesis de secuestro del repartidor de pan.
En ese sentido, la policía busca en los barrios más difíciles en cuanto a seguridad, rastros del panadero Nino.
Nino, como todos los días y a bordo de un vehículo utilitario de la panadería, había salido el miércoles en las primeras horas de la mañana a realizar el reparto en pequeños quioscos de Salvador Mazza.
Como solía regresar a la panadería cerca del mediodía y no lo hacía, los propietarios del comercio comenzaron a llamarlo a su teléfono personal . "Primero el teléfono sonaba y el chico no respondía pero con el paso de las horas comenzó a dar como fuera de servicio", confió un investigador.
Cerca de las 11 de la mañana de ayer los policías y bomberos abocados a su búsqueda localizaron una campera de cuero que Nino llevaba puesta la mañana del miércoles cuando salió de su domicilio, según reconocieron sus familiares.
En las últimas horas del miércoles los investigadores habían logrado localizar el utilitario en el que el trabajador solía realizar el reparto, que quedó abandonado en cercanías de la quebrada internacional, por lo que el hallazgo de la campera de Nino a más de 5 kilómetros de distancia del lugar donde quedó el utilitario no hizo más que traer más preocupación a los familiares del muchacho.
Fuentes policiales relataron ayer que Nino tenía antecedentes por cuestiones federales. Aunque la fuente no especificó la dimensión de esos archivos, trascendió que los mismos dieron pie a una fuerte hipótesis de trabajo, ya que se encontró la totalidad de la recaudación del panadero.
Mientras la policía busca al panadero, los hechos vandálicos y la inseguridad pública son los puntos convocantes de cualquier conversación vecinal. Apenas hace unos días hubo una ola de asaltos y robos en viviendas particulares para dar paso a un delito más complejo como el secuestro de una persona con fines aún no esclarecidos, pero que no tienen nada que ver con el dinero.