A partir de junio, más de 311.100 usuarios salteños sumarán un gasto más a su bolsillo dado que la factura de luz llegará con un incremento del 20,35 por ciento, según informó el Ente Regulador de los Servicios Públicos (Enresp).
Tras la audiencia pública realizada el 5 último, el organismo provincial decidió autorizar la suba de la tarifa media de venta (desde mayo) que en promedio significarían 73 pesos más para los usuarios de las categorías TR1, TR2, Plan Estímulo y Tarifa Social, que representan el 88,56 por ciento de los clientes de toda la provincia, es decir, la gran mayoría.
En el marco de la obligatoria proyección quinquenal 2017-2022, la empresa Edesa había solicitado al Enresp un incremento del 27,3 por ciento y una revisión del cuadro tarifario eléctrico. Si bien la readecuación de la tarifa de luz autorizada es de casi 7 puntos porcentuales menos a lo pedido por la compañía, sin embargo para una familia que vive en Salta significa cuatro puntos porcentuales por arriba del 16 por ciento de aumento otorgado, en dos escalones, a los trabajadores estatales. En el caso de los privados, los salarios apenas superan el 20%.
“Las gerencias intervinientes concluyen que (...) el incremento le permitirá a la distribuidora prestar el servicio conforme a los parámetros de calidad establecidos en el contrato de concesión y obtener los ingresos necesarios para hacer frente a los costos actualizados a abril/ 2.017 y cumplir con el (Plan de Inversiones Anual) establecido en el decreto Nº 5450/09, Anexo I, cláusula sexta de $204.614.403”, se señala en el Boletín Oficial.
El defensor del Pueblo, Nicolás Zenteno, había cuestionado duramente en la audiencia pública que la luz suba por encima de los sueldos. “Una familia no puede pagar el 30 por ciento de sus ingresos en servicios públicos básicos. Una suba es viable cuando se puede afrontar, no cuando, por ejemplo, está por encima de los incrementos de salarios”, cuestionó entonces.
En los argumentos para justificar el aumento se aclaró que “es un error conceptual asimilar la revisión tarifaria a las actualizaciones salariales otorgadas a los distintos sectores, públicos o privados, cuando se trata de cuestiones de distinta naturaleza. Si no fuera así bastaría con incrementar anualmente las tarifas de los servicios según la evolución de los salarios, lo cual transformaría en innecesarias las audiencias públicas y redundaría en un perjuicio económico para los usuarios”.
Al planteo de Zenteno de la necesidad de actualizar las categorías tarifarias vigentes, debido al crecimiento horizontal de la demanda desde 1996 a la fecha, no se le dio lugar, dado que el Enresp considera que los límites en cuanto a la capacidad de suministro establecidos en cada una de ellas mantienen plenamente su vigencia.
En octubre y noviembre del año pasado, la tarifa de luz se incrementó en total en un 15,4 por ciento. El aumento alertó a la población debido a que, desde diciembre de 2015 hasta noviembre de 2016, la tarifa subió un 93 por ciento.
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A partir de junio, más de 311.100 usuarios salteños sumarán un gasto más a su bolsillo dado que la factura de luz llegará con un incremento del 20,35 por ciento, según informó el Ente Regulador de los Servicios Públicos (Enresp).
Tras la audiencia pública realizada el 5 último, el organismo provincial decidió autorizar la suba de la tarifa media de venta (desde mayo) que en promedio significarían 73 pesos más para los usuarios de las categorías TR1, TR2, Plan Estímulo y Tarifa Social, que representan el 88,56 por ciento de los clientes de toda la provincia, es decir, la gran mayoría.
En el marco de la obligatoria proyección quinquenal 2017-2022, la empresa Edesa había solicitado al Enresp un incremento del 27,3 por ciento y una revisión del cuadro tarifario eléctrico. Si bien la readecuación de la tarifa de luz autorizada es de casi 7 puntos porcentuales menos a lo pedido por la compañía, sin embargo para una familia que vive en Salta significa cuatro puntos porcentuales por arriba del 16 por ciento de aumento otorgado, en dos escalones, a los trabajadores estatales. En el caso de los privados, los salarios apenas superan el 20%.
“Las gerencias intervinientes concluyen que (...) el incremento le permitirá a la distribuidora prestar el servicio conforme a los parámetros de calidad establecidos en el contrato de concesión y obtener los ingresos necesarios para hacer frente a los costos actualizados a abril/ 2.017 y cumplir con el (Plan de Inversiones Anual) establecido en el decreto Nº 5450/09, Anexo I, cláusula sexta de $204.614.403”, se señala en el Boletín Oficial.
El defensor del Pueblo, Nicolás Zenteno, había cuestionado duramente en la audiencia pública que la luz suba por encima de los sueldos. “Una familia no puede pagar el 30 por ciento de sus ingresos en servicios públicos básicos. Una suba es viable cuando se puede afrontar, no cuando, por ejemplo, está por encima de los incrementos de salarios”, cuestionó entonces.
En los argumentos para justificar el aumento se aclaró que “es un error conceptual asimilar la revisión tarifaria a las actualizaciones salariales otorgadas a los distintos sectores, públicos o privados, cuando se trata de cuestiones de distinta naturaleza. Si no fuera así bastaría con incrementar anualmente las tarifas de los servicios según la evolución de los salarios, lo cual transformaría en innecesarias las audiencias públicas y redundaría en un perjuicio económico para los usuarios”.
Al planteo de Zenteno de la necesidad de actualizar las categorías tarifarias vigentes, debido al crecimiento horizontal de la demanda desde 1996 a la fecha, no se le dio lugar, dado que el Enresp considera que los límites en cuanto a la capacidad de suministro establecidos en cada una de ellas mantienen plenamente su vigencia.
En octubre y noviembre del año pasado, la tarifa de luz se incrementó en total en un 15,4 por ciento. El aumento alertó a la población debido a que, desde diciembre de 2015 hasta noviembre de 2016, la tarifa subió un 93 por ciento.