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Roberto Dib Ashur: “Nadie invertirá si ve que puede ganar un 25% sin arriesgar nada”

Sabado, 27 de mayo de 2017 22:40

Roberto Dib Ashur tiene la capacidad de hablar de economía (que es de lo que se formó) de una manera tan didáctica que devela su paso por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Provincia. Se nota que le preocupa la coyuntura crítica por la que está atravesando el país. Sentado en la tranquilidad de su despacho de Administración en la Universidad Católica de Salta, con mate en mano, recibió a El Tribuno y habló de varios temas.
  
El panorama actual de la economía es muy desalentador...
El consumo bajó el 17 por ciento. Eso te da la pauta de que a la gente no le está alcanzando la plata, de que los salarios están atrasados. También sucede que el que tiene unos pesos los cuida. Y la otra parte es que la gente está comprando fuera del país. Si bien no es toda la gente, la que puede se va afuera a comprar. A Chile el año pasado se fueron 2 millones 900 mil argentinos. Es como que de pronto se vaya toda Capital Federal a comprar a los shopping. Hay que sumar las importaciones que golpean con más fuerzas a las pymes nacionales. Estas pequeñas empresas no les pagan a su empleados, luego los dejan sin trabajo porque no hay ventas y estos trabajadores finalmente dejan de consumir también.
 
 ¿Hay algo que funcione para invertir?
En realidad hay un sector que se ve que está despegando. La energía solar es uno de ellos, en nuestros Valles Calchaquíes, hay obras que se están proyectando, pero la inflación, el dólar bajo y las tasas de Lebac a 25 por ciento retrasan la inversión. Entonces nadie invertirá si se ve que se puede ganar un 25/24 del capital sin arriesgar nada y además que no hay un boom de consumo para que tu idea florezca, y hay negocios que cierren y otros que aguantan. Las crisis normalmente, cuando uno ve la historia, duran 18 meses. Ya deberíamos estar cerca de dar la vuelta, pero ese es un análisis científico para lo normal. Tampoco eso quiere decir que acá termine.
 
 Algunos economistas aseguran que irá peor...
De enero a abril llevamos 9,1 por ciento de inflación y la meta de (Federico) Sturzenegger la fijó entre el 12 y 18 por ciento. Él es el presidente del BCRA y como tal debe mantener hasta el último sus metas. Ahora a eso no se lo cree ni el propio Gobierno porque ya salieron a decir que será del 20 por ciento, algunos el 24. Ahora, lo positivo que le veo es que sostiene que no hay país en el mundo que crezca con inflación. Si la inflación se mantiene en 2 dígitos de manera permanente no hay crecimiento. Normalmente cuando hay inflación, los salarios reales y el poder de compra cae. Entonces tenés mala perspectiva para invertir y la gente no tiene para consumir. En ese escenario él dice que lo esencial es bajar la inflación. 
 
¿No cree que el Banco Central se tendría que poner de acuerdo con el Gobierno?
Él utiliza políticas monetarias. Si las otras medidas no acompañan como las tarifas o los servicios, otras políticas fiscales de controles de gastos terminan jugando distinto a lo que se dice. 

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Roberto Dib Ashur tiene la capacidad de hablar de economía (que es de lo que se formó) de una manera tan didáctica que devela su paso por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Provincia. Se nota que le preocupa la coyuntura crítica por la que está atravesando el país. Sentado en la tranquilidad de su despacho de Administración en la Universidad Católica de Salta, con mate en mano, recibió a El Tribuno y habló de varios temas.
  
El panorama actual de la economía es muy desalentador...
El consumo bajó el 17 por ciento. Eso te da la pauta de que a la gente no le está alcanzando la plata, de que los salarios están atrasados. También sucede que el que tiene unos pesos los cuida. Y la otra parte es que la gente está comprando fuera del país. Si bien no es toda la gente, la que puede se va afuera a comprar. A Chile el año pasado se fueron 2 millones 900 mil argentinos. Es como que de pronto se vaya toda Capital Federal a comprar a los shopping. Hay que sumar las importaciones que golpean con más fuerzas a las pymes nacionales. Estas pequeñas empresas no les pagan a su empleados, luego los dejan sin trabajo porque no hay ventas y estos trabajadores finalmente dejan de consumir también.
 
 ¿Hay algo que funcione para invertir?
En realidad hay un sector que se ve que está despegando. La energía solar es uno de ellos, en nuestros Valles Calchaquíes, hay obras que se están proyectando, pero la inflación, el dólar bajo y las tasas de Lebac a 25 por ciento retrasan la inversión. Entonces nadie invertirá si se ve que se puede ganar un 25/24 del capital sin arriesgar nada y además que no hay un boom de consumo para que tu idea florezca, y hay negocios que cierren y otros que aguantan. Las crisis normalmente, cuando uno ve la historia, duran 18 meses. Ya deberíamos estar cerca de dar la vuelta, pero ese es un análisis científico para lo normal. Tampoco eso quiere decir que acá termine.
 
 Algunos economistas aseguran que irá peor...
De enero a abril llevamos 9,1 por ciento de inflación y la meta de (Federico) Sturzenegger la fijó entre el 12 y 18 por ciento. Él es el presidente del BCRA y como tal debe mantener hasta el último sus metas. Ahora a eso no se lo cree ni el propio Gobierno porque ya salieron a decir que será del 20 por ciento, algunos el 24. Ahora, lo positivo que le veo es que sostiene que no hay país en el mundo que crezca con inflación. Si la inflación se mantiene en 2 dígitos de manera permanente no hay crecimiento. Normalmente cuando hay inflación, los salarios reales y el poder de compra cae. Entonces tenés mala perspectiva para invertir y la gente no tiene para consumir. En ese escenario él dice que lo esencial es bajar la inflación. 
 
¿No cree que el Banco Central se tendría que poner de acuerdo con el Gobierno?
Él utiliza políticas monetarias. Si las otras medidas no acompañan como las tarifas o los servicios, otras políticas fiscales de controles de gastos terminan jugando distinto a lo que se dice. 

¿No le encuentran la salida?
Es que todas las variables están dando mal. El tipo de cambio está atrasado, en consecuencia es barata la Argentina, es cara para el que viene. Las importaciones vienen más baratas y al que exporta los dólares no le rinden. Pero si se devalúa ese porcentaje abre la brecha de ingresos. Es decir: se traslada a los precios y hay otros que aprovechan. Nunca una medida económica beneficia a todos. Ahora si se pondrían reglas claras y objetivos podría ser que la Argentina pueda salir. La Economía es una ciencia social. Nunca las sociedad reaccionan igual ante un mismo fenómeno. Argentina nunca tuvo 8 años de paz económica. Entonces los argentinos estamos curados, cualquier medida que se diga se toman previsiones y no se cree. 
 
¿Cuál es el problema más serio que usted ve en la economía?
Una de las cosas más graves de la que está sucediendo, más allá de la crisis coyuntural, es el endeudamiento. Una deuda de 100 mil millones de dólares son más de 30 presupuestos de una provincia. Son más de 120 años de un ministerio de Educación. Eso es lo pedido y lo que hay que pagar, y con sus intereses. Y es pero porque eso usa para financiar gastos corrientes. Yo pongo el ejemplo de una casa. Si uno pide un préstamo para comprar en el súper, estamos mal. Pero si invierte en una obra es otra cosa. En un segundo momento ves que tu sueldo se va en pagar esa deuda gigante. Luego no se puede pagar más y se entra en una renegociación y es como pagar el monto mínimo de la tarjeta de crédito. Para tener una idea, en los 90 se pagaba de deuda el 6 por ciento del presupuesto y en educación se invertía el 2 %, estábamos pagando a personas que estaban afuera del país tres presupuestos educativos.

¿Y cuándo que se va a devaluar? ¿Luego de las elecciones?
Eso es lo que se especula, pero creo que la gente va a comenzar a tomar sus precauciones antes y va a comprar dólares para esperar la devaluación con los billetes en la mano.
  
¿Es usted pesimista?
Yo soy optimista y creo que hay que apoyar la gobernabilidad. Hay que apoyar, porque si no apoyamos al intendente, al gobernador o al presidente elegido le vamos a hacer más difícil la vida a todos.
  
¿Le ofrecieron una candidatura para las próximas elecciones? ¿Para qué cargo?
Yo tengo una fuerte vocación de servicio. Hay un ofrecimiento a participar, pero no se sabe a qué cargo. Hay un grupo de personas que están en una precandidatura para ver cómo van a ser las listas. Yo estoy en la universidad, en la parte privada, estoy dando clases en Salta y en Buenos Aires. Sigo estudiando y escribiendo, estoy muy bien así, pero si me necesitan yo creo que puedo aportar a través de consenso y la unión. Creo en el servicio público. Tengo 45 años, tengo una mezcla de haber pasado por muchas situaciones y creo que puedo aportar. Si me llaman yo voy a decir vamos, pero vamos a hacer algo en serio por Salta.

 

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