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Un 41% de los que viven en la calle sufrió maltrato durante la niñez

De los que hoy no tienen dónde dormir, un 75 % tuvo que salir a trabajar antes de los 16 años.Consideran “alarmante” la cantidad de gente que se quedó sin techo desde 2016.
Sabado, 10 de junio de 2017 00:00

Cada noche de invierno encuentran durmiendo en parques, plazas y esquinas a salteños que comparten problemas que arrastran desde la infancia. De los que no tienen un techo hoy en Salta, el 41 % sufrió maltrato en la niñez, el 75 % tuvo que salir a buscar trabajo antes de los 16 años y el 55 % no llegó a comenzar la secundaria.

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Cada noche de invierno encuentran durmiendo en parques, plazas y esquinas a salteños que comparten problemas que arrastran desde la infancia. De los que no tienen un techo hoy en Salta, el 41 % sufrió maltrato en la niñez, el 75 % tuvo que salir a buscar trabajo antes de los 16 años y el 55 % no llegó a comenzar la secundaria.

La realidad de la gente que no tiene dónde dormir en la capital de la provincia se investigó por primera vez en un censo que la organización Revelares realizó entre el 4 y 5 de mayo. Los resultados del estudio, que abarcó a 131 personas en situación de calle, se difundieron ayer a la tarde.

El maltrato en los primeros años de vida fue, para muchos, el primer paso de un escenario cada vez más complejo que terminó en la negación de uno de los derechos más básicos: la vivienda. Un 41 % de los que pasan sus días a la intemperie contó que fue víctima de distintos tipos de violencia en la infancia.

"Desde que me acuerdo, mi madre me ha hecho de menos. Decían que era una ladrona y me pegaban. Por eso elegí la calle, porque prefiero vivir aquí que aguantar sus malos tratos. Ahora me hablo solo con una hermana", relató una mujer de 45 años que permanece en el parque San Martín, cuyo testimonio se incluyó en el informe de Revelares.

"Yo fui criado como antes, a la mala. No lo culpo a mi padre... él también se quedó solo cuando mi mamá lo abandonó. Golpe a golpe fui creciendo", contó un hombre de 54 años que pasa la mayor parte del tiempo en el macrocentro.

Un 75 % de los que viven en el espacio público entró en el mercado laboral antes de los 16 años. Sobre este total, un 25 % trabajaba en el campo en la niñez o adolescencia, un 6% en la minería, un 22% en la construcción y un 36 % vendía diferentes artículos. El resto trataba de ayudar a su familia con actividades como lustrar zapatos o lavar autos.

El acceso a la educación fue otro derecho olvidado para muchos de los que aún no pueden salir de la calle. El 55 % no llegó a entrar en la secundaria y, dentro de este total, hay un 8 % que nunca fue a la escuela.

Citlali Doljanín Galíndez, antropóloga que participó del relevamiento, remarcó que hay realidades diferentes entre los que no tienen techo y que, si bien muchos vienen marcados por las desigualdades desde la infancia, hay otros que se quedaron sin un lugar donde dormir pese a tener, por ejemplo, estudios completos.

"La trayectoria de vida de la persona es una lectura importante. Pero no hay que perder de vista la heterogeneidad. Hay un 20 % que terminó el secundario", dijo la investigadora a El Tribuno.

Galíndez consideró "alarmante" la cantidad de personas que se quedaron sin vivienda desde 2016 y destacó que los números muestran que el problema crece. "Hay un 21 % que está en situación de calle hace menos de seis meses. Si a eso se suma el 15 % que lo está hace menos de tres años, se obtiene un porcentaje elevado dentro del total", afirmó.

Si bien se sabía que la mayoría de los que están en la calle son hombres, el informe que redactaron Noelia Leonor Iruarrizaga y David Hidrobo, además de Galíndez, confirmó una diferencia profunda entre géneros. El 85 % de los que viven en este nivel de marginación son del sexo masculino.

Consultada sobre las razones que pueden explicar la cantidad de varones que duermen en la calle, la antropóloga analizó aspectos complejos de la realidad económica y social que ayudan a pensar en respuestas.

"Si bien no fue un punto específico de esta investigación, se debe tener en cuenta que, en general, el rol del hombre en la sociedad occidental moderna fue el de proveedor del hogar. Con crisis como la del neoliberalismo en los años 90, incrementó el desempleo y el hombre fue perdiendo el rol que se le asignaba. Fueron crisis muy complejas", explicó.

 

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