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Gabriela, la restauradora del cristo de Sumalao

Gabriela Doña fue la encargada del proyecto que llevó adelante el Arzobispado de la Ciudad de Salta. La obra de arte data del siglo XVII y es una muestra del artista Felipe de Rivera.
Sabado, 10 de junio de 2017 00:28

Hoy, apenas caída la noche, cientos de peregrinos comenzarán la caminata hacia el municipio de La Merced. Por la avenida Ex Combatientes seguirán la ruta 68 para ingresar en la curva del río Rosario, por un camino de tierra. Allí, en Sumalao, “lugar hermoso” en quechua, está la obra de arte cuzqueña: “El Cristo moreno”. 

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Hoy, apenas caída la noche, cientos de peregrinos comenzarán la caminata hacia el municipio de La Merced. Por la avenida Ex Combatientes seguirán la ruta 68 para ingresar en la curva del río Rosario, por un camino de tierra. Allí, en Sumalao, “lugar hermoso” en quechua, está la obra de arte cuzqueña: “El Cristo moreno”. 

Esta obra del artista Felipe de Rivera data del siglo XVII y hace tres años fue sometida a un proceso de restauración. El trabajo estuvo a cargo de Gabriela Doña y fue un encargo del Arzobispado de la Ciudad de Salta. La restauradora del Cristo de Sumalao es diseñadora de interiores y se especializó en la Fundación Tarea en Buenos Aires, en restauración de obras de arte colonial. En 2001 volvió a la provincia y en la actualidad es jefa del departamento de restauración de la Subsecretaría de Patrimonio Cultural de la provincia de Salta. 

En diálogo con El Tribuno, Gabriela Doña destacó que los trabajos realizados al Cristo fueron un encargue privado, y si bien no tuvo que ver con su función dentro de Patrimonio de la Provincia, si llevó la impronta con la que se trabaja desde esa área. “La propuesta que se le hizo al Arzobispado para este trabajo fue que la restauración se haga dentro del Seminario de la Provincia, y no en un taller de restauración. Uno de los objetivos era que la gente tome conciencia de lo que es un trabajo de restauración”, detalló la profesional.

La obra de restauración del Cristo de Sumalao comenzó hace 3 años. En el momento que se decide dar el primer paso, la imagen fue llevada en procesión desde la iglesia de Sumalao hasta las instalaciones del Seminario, donde durante 6 meses se hizo el trabajo de análisis para luego proceder a su restauración. 

Doña recuerda muy bien aquel momento. Como restauradora, su objetivo fue siempre que la comunidad creyente sea parte de este proceso. “Pensé que íbamos a embalar el cuadro y se resolvió trasladarlo en procesión. Fue pasando por todos los pueblos y esto significa mucho para la comunidad. Fue muy abierta la situación del trabajo. La gente aceptó que la obra sea restaurada”, describe Doña. 

El lienzo descubierto

El Cristo de Sumalao es una obra del siglo XVII y pertenece a Felipe de Rivera. Mide 2,15 por 1,50 metros de ancho y por el paso de los años y distintas intervenciones tenía varios deterioros. 

Los mayores daños a la obra fueron causados por los apliques oro y plata que se colocaron en la aureola, las cantoneras, el cinto y las letras INRI, en 1912. A estos daños se sumaron algunos desgarros en el paño y la pintura, que habían sido tapados con pintura negra o con parches en la parte posterior del lienzo. “Para poder dar este diagnóstico se hizo todo un análisis de la obra. Fue como trabajar sobre un paciente. Cuando lo desmontamos se le sacaron una serie de radiografías con las que se pudo ver lo que había debajo de los repintes. Así dimos con la pintura original y con que los apliques de oro y plata estaban desgarrando el lienzo y desgarraban la imagen del soporte”, describió Doña. 

A los daños causados por las distintas intervenciones se sumó el hecho que durante la limpieza de las ornamentaciones de oro y plata se utilizaban productos abrasivos. 

El trabajo sobre el cuadro de Sumalao duró 6 meses, y si bien aún restan obras estructurales para su conservación, fue devuelto en condiciones para la tranquilidad de sus devotos.

“Un lugar hermoso”

Según estimaciones del municipio de La Merced, este fin de semana cerca de 60 mil fieles se agolparán en el santuario de Sumalao. En este “lugar hermoso” los espera la imagen que muchos vienen venerando hace ya 7 domingos. 

Luego de la restauración el Cristo moreno fue regresado a su iglesia de origen en procesión, donde se dieron charlas informativas. Los apliques de oro y plata de 1912, que le fueron retirados, se guardan en el Arzobispado. 

“Para que esta obra se mantenga se deben hacer otros trabajos, sobre todo en la iglesia. Por ahora solo se resolvió mantener el cuadro bajo un acrílico para que la gente pueda seguir tocándolo”, destacó Doña. Esta obra se llevó adelante junto a Gabriela Colque Puppi, Matías Ramírez y Emanuel Dondiz. 

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