El presidente de la Fundación Crines, Ariel Castro, denunció ayer que manos anónimas envenenaron a un caballo con el que trabajan en equinoterapia. Relacionó ese hecho con las críticas que él había lanzado contra parte de la organización del desfile de gauchos, realizado el pasado 17 de junio en homenaje al General Gemes, en el que a los jóvenes de esa institución no los dejaron participar.
inicia sesión o regístrate.
El presidente de la Fundación Crines, Ariel Castro, denunció ayer que manos anónimas envenenaron a un caballo con el que trabajan en equinoterapia. Relacionó ese hecho con las críticas que él había lanzado contra parte de la organización del desfile de gauchos, realizado el pasado 17 de junio en homenaje al General Gemes, en el que a los jóvenes de esa institución no los dejaron participar.
"Esto ya es una verdadera persecución: este ya es el cuarto caballo que nos mataron en menos de un año", remarcó Castro ayer, en diálogo con El Tribuno.
Silver es un caballo con el que la Fundación brindaba asistencia de equinoterapia y los asistentes practicaban equitación. De hecho, en pocos días debía partir a la provincia de Santiago del Estero para participar de un certamen nacional de saltos.
Amenaza
Castro también dijo que fue amenazado telefónicamente.
"El viernes pasado, cerca de las 18, recibí una llamada de una voz masculina que me dijo: "Dejá de agitar porque si no te matamos los caballos'. En ese momento no le llevé el apunte, pero al otro día Silver fue envenenado y eso me hace sospechar", afirmó.
El titular de la Fundación Crines vinculó todo al conflicto que tuvo con la organización del desfile de gauchos en el momento a Gemes.
"Hace tres meses presentamos la nota para participar y al principio nos dijeron que sí íbamos a pasar; cuando faltaban dos días para el desfile nos avisan que no podíamos desfilar, pero no nos dieron una explicación válida", afirmó.
Eso derivó en discusiones y críticas que Castro habría manifestado públicamente la semana pasada.
Tras la llamada del viernes, "el sábado viene uno de los chicos y me avisa que el caballo estaba tirado en el piso y no se podía parar; salgo corriendo y lo veo que estaba muy mal. Llamamos al veterinario, pero en 15 minutos murió, sin que pudiéramos hacer nada para salvarlo", afirmó Castro.
Insistió en que "desde agosto del año pasado Silver es el cuarto caballo que nos matan; este era un animal de 5.000 dólares, pero más allá del valor, lo importante era la docilidad que tenía, porque con él los chicos participaban en los campeonatos de salto y también hacían equitación".