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La búsqueda de espacios alternativos para las artes plásticas de Salta

Marcela López Sastre, curadora, señala la falta de sitios donde el artista circule su obra. Tampoco hay exigencia en el medio, dice. 
Lunes, 26 de junio de 2017 20:14


™Leonardo Pellegrini, Mercedes Loutayf e Ivana Costantini son tres arquitectos salteños que presentaron sus obras y productos este fin de semana en el hotel Design Suites. La muestra, habilitada hasta noviembre, fue curada por la conocida Marcela López Sastre, que tomó las riendas de un espacio que anualmente brinda dos muestras. En este caso, de un artista reconocido, otro emergente y de otro cuya labor se relaciona más cercanamente con el diseño.
“La idea es buscar el cruce de los tres trabajos en distintas instancias y en un marco como el hotel. En este caso son tres arquitectos y cada uno con obras muy distintas”, dice Marcela. Para la curadora, “el formato de las muestras sigue al que ya estaba, con dos anuales. Vamos a activar el espacio más de uso común, con charlas, actividades, música y cursos. Tratando de hacerlos más permanentes, para que venga no solo gente de afuera sino también los mismos salteños y que usen al hotel como bar y lugar de paso”, dice Marcela.
La búsqueda de nuevos ámbitos donde la plástica se pueda desarrollar es uno de los motores para la curadora. “La verdad es que se cerraron varios espacios independientes. Creí que se iba a activar un poco más la parte independiente pero no pasó eso. En este momento los que más apoyan son las empresas privadas, pero la autogestión no ha dado los frutos esperados. Me parece que es algo que se vuelve cada vez más pesado de hacer. en Salta se cerraron varias galerías independientes como La Vicente, la Alberdi, la Theo, la de Casal del Rey, la Ventolera y que sepa no salieron más...”, dice Marcela.
“A esto hay que sumarle que la venta es muy escasa y es muy difícil sostener algo mensualmente cuando la afluencia de ventas es cada dos o tres meses. De esta manera es imposible un proyecto autogestivo... La situación del artista en estos momentos se puede deducir por la poca producción que ser vio con la llegada del Salón Provincial de Artes Plásticas, donde se han podido ver muy pocas obras u obras que ya estuvieron circulando previamente, pero no mucha nueva. Falta espacio y por ende falta producción y competencia, hay falta de exigencia del medio. Es muy difícil que el artista esté todo el tiempo en la producción y movimiento si el medio no exige, ni facilita siquiera la posibilidad de hacer circular con su obra. La poca producción tiene que ver con eso. Y los artistas que hacen mucho simplemente llenan su casa de obras. Después, comienzan a desviar esa energía en otras cosas que reditúen en otro un tiempo más breve”, explica López Sastre. 
“El artista salteño está muy complicado en estas condiciones. En ciudades más grande el medio es más exigente por el número. O las universidades funcionan como centros productivos, supliendo la falta de espacios independientes con nuevos artistas que abren espacios aunque sean sostenidos por poco tiempo. Creo que la Escuela de Bellas Artes Tomás Cabrera tendría que funcionar como un polo de actividad para que la producción sienta esa exigencia y la verdad es que no s eso lo que pasa...”, lamenta. 
 

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™Leonardo Pellegrini, Mercedes Loutayf e Ivana Costantini son tres arquitectos salteños que presentaron sus obras y productos este fin de semana en el hotel Design Suites. La muestra, habilitada hasta noviembre, fue curada por la conocida Marcela López Sastre, que tomó las riendas de un espacio que anualmente brinda dos muestras. En este caso, de un artista reconocido, otro emergente y de otro cuya labor se relaciona más cercanamente con el diseño.
“La idea es buscar el cruce de los tres trabajos en distintas instancias y en un marco como el hotel. En este caso son tres arquitectos y cada uno con obras muy distintas”, dice Marcela. Para la curadora, “el formato de las muestras sigue al que ya estaba, con dos anuales. Vamos a activar el espacio más de uso común, con charlas, actividades, música y cursos. Tratando de hacerlos más permanentes, para que venga no solo gente de afuera sino también los mismos salteños y que usen al hotel como bar y lugar de paso”, dice Marcela.
La búsqueda de nuevos ámbitos donde la plástica se pueda desarrollar es uno de los motores para la curadora. “La verdad es que se cerraron varios espacios independientes. Creí que se iba a activar un poco más la parte independiente pero no pasó eso. En este momento los que más apoyan son las empresas privadas, pero la autogestión no ha dado los frutos esperados. Me parece que es algo que se vuelve cada vez más pesado de hacer. en Salta se cerraron varias galerías independientes como La Vicente, la Alberdi, la Theo, la de Casal del Rey, la Ventolera y que sepa no salieron más...”, dice Marcela.
“A esto hay que sumarle que la venta es muy escasa y es muy difícil sostener algo mensualmente cuando la afluencia de ventas es cada dos o tres meses. De esta manera es imposible un proyecto autogestivo... La situación del artista en estos momentos se puede deducir por la poca producción que ser vio con la llegada del Salón Provincial de Artes Plásticas, donde se han podido ver muy pocas obras u obras que ya estuvieron circulando previamente, pero no mucha nueva. Falta espacio y por ende falta producción y competencia, hay falta de exigencia del medio. Es muy difícil que el artista esté todo el tiempo en la producción y movimiento si el medio no exige, ni facilita siquiera la posibilidad de hacer circular con su obra. La poca producción tiene que ver con eso. Y los artistas que hacen mucho simplemente llenan su casa de obras. Después, comienzan a desviar esa energía en otras cosas que reditúen en otro un tiempo más breve”, explica López Sastre. 
“El artista salteño está muy complicado en estas condiciones. En ciudades más grande el medio es más exigente por el número. O las universidades funcionan como centros productivos, supliendo la falta de espacios independientes con nuevos artistas que abren espacios aunque sean sostenidos por poco tiempo. Creo que la Escuela de Bellas Artes Tomás Cabrera tendría que funcionar como un polo de actividad para que la producción sienta esa exigencia y la verdad es que no s eso lo que pasa...”, lamenta. 
 

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