La imprudencia es el principal factor de la quema de pastizales en las áreas rurales de esta parte de la provincia.
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La imprudencia es el principal factor de la quema de pastizales en las áreas rurales de esta parte de la provincia.
Entre julio y septiembre del año pasado se incendiaron alrededor de 100 hectáreas de campo en la zona del Valle de Lerma, según datos de los bomberos voluntarios. Esta temporada parece no ser la excepción. Apenas se produjeron los primeros focos ígneos en campos de El Carril y La Merced, las llamas se descontrolaron y se propagaron por 10 hectáreas.
La sequedad del clima y los pastos secos son un detonante natural para el desarrollo de estos siniestros. Por fortuna, hasta el momento no hubo víctimas, sin embargo las consecuencias han sido, en varios casos, pérdidas materiales importantes.
"La mayoría de los incendios de campos son provocados por la mano del hombre. Muchas veces intencionales y en otros, por querer deshacerse de basura o restos de plantaciones, originan fuego que después no pueden controlar. Ahí tenemos que intervenir y de forma inmediata, caso contrario las consecuencias son imprevisibles", le dijo a El Tribuno, Daniel Chocobar, jefe del cuerpo de bomberos voluntarios de El Carril.
Lunes agitado
Este lunes acudieron a tres llamados en menos de 8 horas. En la zona de Las Pircas, en La Merced, unos peones rurales intentando desmalezar no tuvieron mejor idea que acelerar su trabajo prendiendo fuego.
"Se produjo un incendio descontrolado en la finca que rápidamente se expandió. Tuvimos que intervenir con la autobomba y una camioneta de asalto para incendios. Después de unas horas, pudimos controlar la situación. En esta ocasión no había viviendas cerca. Con poco pudimos hacer bastante. En otras oportunidades es complicado y debemos pedir apoyo", aseguró Chocobar.
Con seis bomberos terminaron de sofocar el incendio en Las Pircas para luego trasladarse al acceso sur de El Carril, a unos 20 kilómetros del primer incendio, a sofocar otro foco de llamas provocado por unos menores que pudieron ocasionar una tragedia por sus "travesuras" con fuego.
"En Las Virreinas tuvimos que trabajar bastante. Había casas y otro tipo de construcciones en peligro. Además, el fuego tomó algunos árboles y puso en peligro el cableado suspendidos en los postes. Por suerte también se dominó el fuego y se lo logró apagar", dijo Chocobar, y reclamó que "unos menores fueron vistos haciendo fuego en los pastos secos de esa zona y luego tomó algunos árboles".
"Es frecuente estas acciones irresponsables de las personas. Hay una mala costumbre de desmontar para preparar la tierra quemando pastos o porque son simplemente dañinos", agregó.
Los bomberos voluntarios de El Carril apoyaron al cuartel de Rosario de Lerma Hernando de Lerma en el control del fuego producido en unas arboledas de barrio El Tránsito.
Allí también el fuego fue provocado por un vecino que intento limpiar de malezas secas una vereda. En horas las llamas caso provocan un desastre en ese barrio.
Los bomberos voluntarios con poco hacen mucho. Con seis personas, incluida una mujer, en menos de 24 horas contuvieron las llamas de tres incendios provocados por la mano del hombre. La falta de conciencia y la extraña costumbre de quemar pastos para una "mejor siembra" en campos cercanos a los poblados del Valle de Lerma pone en jaque al resto de la población y a los bomberos voluntarios de El Carril y Rosario de Lerma.