Cuatro aulas, con su armarios, material didáctico y cuatro baños resultaron destrozados como producto de una seguidilla de robos que se dieron entre el jueves de la semana pasada y este lunes. El hogar de día Changuito Dios -que funciona en barrio Calchaquí desde 1996 y que alberga a 95 niños de 6 meses a 12 años, hijos de padres que trabajan- se vio afectado por un nivel de daños inusitado. "Desde hace años venimos sufriendo pequeños robos, no se llevaban cosas de gran valor pero que ocasionaban daño a la institución", dijo a El Tribuno Víctor Tissera, trabajador social, director y responsable legal de la fundación.
inicia sesión o regístrate.
Cuatro aulas, con su armarios, material didáctico y cuatro baños resultaron destrozados como producto de una seguidilla de robos que se dieron entre el jueves de la semana pasada y este lunes. El hogar de día Changuito Dios -que funciona en barrio Calchaquí desde 1996 y que alberga a 95 niños de 6 meses a 12 años, hijos de padres que trabajan- se vio afectado por un nivel de daños inusitado. "Desde hace años venimos sufriendo pequeños robos, no se llevaban cosas de gran valor pero que ocasionaban daño a la institución", dijo a El Tribuno Víctor Tissera, trabajador social, director y responsable legal de la fundación.
Tissera informó que se realizaron todas las denuncias en la comisaría 10, incluso el lunes por la mañana denunció el robo y esa misma noche volvieron a entrar.
La fundación cuenta con un equipo de 15 voluntarios, entre las personas que cocinan, limpian, cuidan a los niños y las auxiliares de las salas. A ellos se suman otros voluntarios que son los que van a dar clases de apoyo, de idiomas y educación física, entre otros. "Vienen voluntarios de la Universidad Nacional de Salta y de terciarios del centro y del interior", contó Tissera.
En el lugar los niños reciben desayuno, almuerzo, merienda y cena. El financiamiento llega a través de Desarrollo Social de la Nación, con fondos otorgados por el Banco Mundial y que está destinado a la alimentación. Otro pequeño subsidio de la Provincia les permite pagar los servicios y desde una fundación alemana colaboran para brindarles una ayuda económica a las jóvenes que trabajan en la institución.
Reconstruir todo
El hogar está ubicado en la calle Esteban Echeverría en un terreno de 60 x 60 m con una construcción de 180 metros cuadrados. En los fondos del predio hasta hace unos años había una feria americana. "La feria la sacó el anterior intendente y allí construyeron una cancha de básquet pero se apoyaron en nuestro alambrado, entonces se les cae la pelota y rompen el tejido para pasar a buscarla y aprovechan para mirar todo", dijo Tissera. La preocupación es por partida doble: ahora hay que reconstruir cuatro aulas y cuatro baños y colocar rejas. "Yo me resistía a las rejas, pero creo que las vamos a tener que poner" dijo. Por otro lado, antes tenían sereno pero prescindieron de sus servicios porque era mucho dinero y prefirieron destinar ese monto a la alimentación de los niños, y además hay preocupación porque los robos son ejecutados por chicos que pasaron por ese hogar de día, muchos se criaron allí, pero la droga los impulsa a robar para comprar sustancias. "Un lunes llegamos y encontramos a unos adolescentes que entraron a robar y se quedaron dormidos, habían consumido alcohol y aspirado adhesivo de contacto", dijo Tissera.
Ahora hay que comenzar una campaña solidaría para poder reponer todo lo que se robaron y destruyeron. Desde la fundación solicitan ayuda para reponer puertas y reconstruir los baños a fin de que los chicos puedan asistir nuevamente ya que por ahora se suspendió la atención de los más grandes (8 a 12 años) debido al desmantelamiento de las aulas y baños.