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La mitad de los bancos de la plaza central de Cerrillos están rotos e inutilizables

Turistas y vecinos usan los canteros de piedra bola para sentarse.
Sabado, 29 de julio de 2017 08:44
Banco totalmente deteriorado
Tablas vencidas
Los desniveles en los asientos hace imposible utilizarlos
El piso del anfiteatro se hunde debajo de un banco
monolito deteriorado y sin placa alusiva

Más de la mitad de la treintena de bancos con que cuenta la plaza Serapio Gallegos, de Cerrillos están seriamente deteriorados. Se trata del espacio público más tradicional y antiguo de esa localidad del Valle de Lerma. 
La plaza cuenta con enormes árboles centenarios, todos ellos sobrevivientes a la histórica e irracional tala que en los años 80 encaró en ese paseo, el entonces intendente Antonio Fernández, quien motosierra en mano hizó voltear más de 70 brachichitos implantados en los años 40. En su extremo sur la plaza posee una terraza sobrenivel donde se realizan las principales actividades oficiales y artísticas, pero que parte de su piso se está hundiendo. Hay que recordar que bajo de esta plataforma estaba el pozo de provisión de agua del pueblo que funcionó hasta que se inauguró el servicio de agua corriente. Sobre ella, el intendente Fernández hizo construir en los años 80 una enorme fuente con aguas danzantes, que solo funcionó en dos o tres oportunidades hasta que sus cañerías, por taponamiento se inutilizaron.
Luego, sobre la frustrada fuente se construyó el piso del escenario más tres arcos, que se utilizaron como iconografía oficial.
En la actualidad, los vecinos se quejan porque no pueden disfrutar plenamente de la tradicional plaza, ya que resulta prácticamente imposible sentarse a descansar en sus bancos. Solo la mitad de los viejos asientos están disponibles, ya que a la mayoría le faltan tablas. 
La última vez que recibieron atención de las autoridades municipales coincidió con los preparativos para la visita del presidente Mauricio Macri, en junio del año pasado. En esa ocasión, recibieron un baño de pintura verde, pero no se reemplazaron las maderas ni se refaccionaron sus dañadas estructura de concreto. 
A falta de bancos, tanto los cerrillanos como turistas que llegan a la localidad, deben usar de asiento los muretes de piedra bola (dura y fría) que circunda los canteros.

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Más de la mitad de la treintena de bancos con que cuenta la plaza Serapio Gallegos, de Cerrillos están seriamente deteriorados. Se trata del espacio público más tradicional y antiguo de esa localidad del Valle de Lerma. 
La plaza cuenta con enormes árboles centenarios, todos ellos sobrevivientes a la histórica e irracional tala que en los años 80 encaró en ese paseo, el entonces intendente Antonio Fernández, quien motosierra en mano hizó voltear más de 70 brachichitos implantados en los años 40. En su extremo sur la plaza posee una terraza sobrenivel donde se realizan las principales actividades oficiales y artísticas, pero que parte de su piso se está hundiendo. Hay que recordar que bajo de esta plataforma estaba el pozo de provisión de agua del pueblo que funcionó hasta que se inauguró el servicio de agua corriente. Sobre ella, el intendente Fernández hizo construir en los años 80 una enorme fuente con aguas danzantes, que solo funcionó en dos o tres oportunidades hasta que sus cañerías, por taponamiento se inutilizaron.
Luego, sobre la frustrada fuente se construyó el piso del escenario más tres arcos, que se utilizaron como iconografía oficial.
En la actualidad, los vecinos se quejan porque no pueden disfrutar plenamente de la tradicional plaza, ya que resulta prácticamente imposible sentarse a descansar en sus bancos. Solo la mitad de los viejos asientos están disponibles, ya que a la mayoría le faltan tablas. 
La última vez que recibieron atención de las autoridades municipales coincidió con los preparativos para la visita del presidente Mauricio Macri, en junio del año pasado. En esa ocasión, recibieron un baño de pintura verde, pero no se reemplazaron las maderas ni se refaccionaron sus dañadas estructura de concreto. 
A falta de bancos, tanto los cerrillanos como turistas que llegan a la localidad, deben usar de asiento los muretes de piedra bola (dura y fría) que circunda los canteros.

Bancos históricos

Los bancos de la plaza principal del pueblo datan de la década del 40 del siglo XX. Habían dos tipos de bancos, los parecidos a los de la plaza 9 de Julio de Salta y los de estructura de granito. Los primeros desaparecieron misteriosamente y los segundos piden a gritos el cambio de listiones de madera. “Pasan las décadas y lo único que recibieron de las autoridades municipales es una finita mano de pintura. En los pocos bancos completos, las tablas se encuentran retorcidas por la inclemencia del tiempo; desniveladas, es decir una abajo y otra arriba por lo que es imposible encontrar una posición cómoda para permanecer sobre ellas cinco minutos sentado. Queremos que se fomente Cerrillos como un lugar turístico, pero si no le prestamos atención a lo básico estamos perdidos”, comentó un locuaz comerciante de los alrededores de la plaza. 
Otros fueron más allá y opinaron que lo que en realidad existe es una total falta de interés por el urbanismo, de todas las autoridades comunales, ejecutivos y concejales. “A nadie parece importarle la calidad de vida de la gente. Estamos hablando de pequeñas cosas que no significan grandes gastos. Solo requiere que se preste atención a lo que los vecinos necesitan a diario y que hacen a su calidad de vida. Imaginense que la Serapio Gallegos es la plaza principal y está en esas condiciones, que se puede esperar del resto de los espacios públicos del pueblo”, contó Ernesto, un jubilado que suele concurrir a diario a la plaza.

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