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Campaña con ruido, pero pocas nueces

Domingo, 30 de julio de 2017 00:00

Dentro de la sencillez discursiva de la campaña electoral, cuyo primer capítulo culminará dentro de dos semanas con las PASO, llama poderosamente la atención que ningún postulante habla de "proyecto".

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Dentro de la sencillez discursiva de la campaña electoral, cuyo primer capítulo culminará dentro de dos semanas con las PASO, llama poderosamente la atención que ningún postulante habla de "proyecto".

Tampoco es extraño, porque prevalece en el discurso el esmero por hacer sentir que "queremos resolver los problemas de la gente", lo cual resultaría amable para los oídos del electorado, pero todos los candidatos suelen ser esquivos a decir "cómo" lo van a hacer.

Estas elecciones son legislativas. En general, la Legislatura y los concejos deliberantes actúan en función de los alineamientos con el Poder Ejecutivo. Nunca se sublevan, aunque a veces se muestren algo quisquillosos. Y los opositores, en espacios con mayorías oficialistas casi inexpugnables, se resignan a la denuncia.

Es decir, el desafío de los candidatos a legisladores está en señalar si van a seguir recostándose en esa realidad que parece inmodificable (el acomodamiento o la queja inocua), o si están dispuestos a transformarla. Y, de paso, mejorar la provincia.

Es decir, las elecciones son la ocasión para decidir si se sacude la inercia o si todo va a seguir en un juego de palabras para que nada cambie, y continúe el declive.

¿La gente quiere que les resuelvan los problemas o necesita que la política haga lo que se espera de ella, que es la adecuación de la educación, la actividad productiva y los servicios a la realidad del mundo contemporáneo?

No es cuestión de hacer nombres, pero basta con prestar atención a las campañas. Los "coachs" han reemplazado a los políticos. Ya no hay liderazgos que propongan objetivos y perfilen ideologías. La gente tiene que decidir, pero nadie se esmera demasiado en pulir la oferta.

La agenda de la gente

Conocer la agenda de la gente no es tan complicado. El problema es cómo abordarla, porque para eso hace falta conocimiento técnico y proyecto.

Una de las principales preocupaciones de los ciudadanos comunes es la de la seguridad. No se escuchó aún a ningún candidato cuál es su diagnóstico ante el aumento de la criminalidad, y cuál es el camino para abordar semejante desafío.

Hacer "jornadas de capacitación" y "visibilizar el problema" no disminuye los femicidios, la violencia entre patotas, el narcomenudeo ni las otras formas de violencia que proliferan en los barrios.

Frontera caliente

Lo mismo se observa en la otra gran demanda provincial, que es el empleo. La precariedad laboral va de la mano del clientelismo político. El departamento de Orán es un escenario ideal para comprender la dimensión del problema. La mayor fuente de empleo privado y en blanco de la provincia, el ingenio San Martín del Tabacal, sobrevive jaqueado por un sindicalismo ideológico que parece empeñado en lograr que la empresa se vaya de Salta.

Por otro lado, los conflictos ocurridos en Aguas Blancas, que tienen como protagonistas a los bagayeros y como escenario el territorio de ilegalidad de la frontera, dejaron en claro que a mucha gente el trabajo irregular e ilegal le resulta mucho más dignificante que el empleo legal que hoy le ofrece la provincia. La solución, provisoria llegó de la mano de la Nación y consistió en transigir -engañosamente- con un cupo imposible de cumplir de dos bolsones por familia.

En ambos conflictos, el del ingenio y el de Aguas Blancas, fue imprescindible la intervención del obispo Gustavo Zanchetta, con quien no podrán contar en adelante porque ayer renunció.

Educación

El otro tema que debería incorporarse a las campañas es el contenido y los objetivos de la educación. La mitad de los alumnos secundarios desertan, porque se aburren y porque no encuentran una escuela adecuada a su realidad social y familiar. Además, su formación es deficiente y según las autoridades carecen de aptitudes suficientes para la vida laboral. Pero lo más urticante y difícil: ¿cuál es el perfil educativo que necesita Salta?.

La campaña electoral no plantea un debate de fondo y centrado en estas urgencias.

Es probable que ciertas problemáticas desborden a los precandidatos. La política requiere, además de dinero para campañas y osadía, conocimientos técnicos y proyecto político en serio.

 

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